En el siguiente artículo se van a analizar diferentes aspectos sobre la situación actual de la Formación Profesional, y a qué necesidades del mercado laboral responde esta etapa educativa. Las conclusiones obtenidas son fruto de la poca, o mucha experiencia de una profesora de Formación Profesional Básica y de Grado Medio que después de cinco años impartiendo clase en esta maravillosa etapa se continúa preguntando: ¿por qué a veces no entendemos que dicha etapa es nuestra oportunidad para formar a grandes y futuros profesionales?Desde que a finales del siglo XIX surgiera la Formación Profesional con la creación de Escuelas de Artes y Oficios, la estructura y manera de entenderla ha ido cambiando, y con ella la perspectiva u opinión que podamos tener alumnado, docentes y familias sobre dicha enseñanza. Si nos paramos a analizarla desde una óptica más actual la Formación Profesional tiene muchas fortalezas y con ello, mucho que aportar al mercado laboral. Pero también, hoy en día, continúa con ciertas debilidades. A continuación, se van a detallar cada una de ellas.
Fortalezas de la FP
- Conocimientos teórico-prácticos sobre el contenido de aprendizaje. Resulta muy útil para las empresas públicas y privadas de nuestro país poder contar con personas cualificadas sobre un sector o puesto laboral concreto que aportan conocimientos teóricos, pero también prácticos. Esto facilita y acorta el tiempo de enseñanza hacia nuevos empleados, y no por ello deben tener menos dominio sobre las teorías y métodos de las materias trabajadas.
- Motivación hacia el acceso al mundo laboral. Desde la perspectiva docente observamos cómo algunos estudiantes, por propio interés, otros por necesidad, o en algunos casos por petición de sus familias, inician el proceso de enseñanza en Formación Profesional con unas ganas e ilusión que muchos de ellos no habían demostrado antes en ninguna de las etapas educativas cursadas. Esto se debe, en la mayoría de los casos, a que desean incorporarse en un periodo de corto a medio plazo al mercado laboral. Para docentes y empresas este aspecto es una gran oportunidad para hacer del alumnado buenos profesionales.
- Evita el fracaso escolar. En algunos casos y relacionándolo con el punto anterior, la opción académica de Formación Profesional, sobre todo en FP Básica, puede ser una opción para aquellos estudiantes que en los últimos cursos presentan dificultades para obtener la titulación de Educación Secundaria Obligatoria y prefieren optar por una vía más práctica y orientada al mundo laboral. Pero esto no nos debe llevar a malentender la Formación Profesional. Más adelante analizaremos esta cuestión.
- Relación entre la enseñanza en la escuela y el trabajo en las empresas. Como último aspecto de fortaleza podríamos señalar lo atractivo que resulta para el alumnado formarse en aspectos que poco tiempo después podrá poner en práctica, y que están totalmente relacionados con acciones del día a día de las empresas. Aunque este aspecto es un largo camino que todavía nos queda por recorrer.
"La FP no sólo es necesaria para la inserción de profesionales, sino también para la reinserción y/o actualización, por lo que puede ser una oportunidad para aquellas personas que, por la situación de crisis actual en el mercado laboral, necesiten formarse o actualizar sus competencias profesionales".
Debilidades de la FP
- Nivel académico. Como señalábamos en el tercer apartado de fortalezas, en bastantes ocasiones el alumnado, las familias y el propio profesorado malinterpretamos el objetivo de la Formación Profesional, sobre todo en el caso de FP de Grado Medio y Superior, que debe ser la incorporación, reinserción y actualización de las personas al mundo laboral. Es cierto que, por las características de la etapa aquellos estudiantes que han tenido una trayectoria académica complicada ven la Formación Profesional como una oportunidad para formarse y todos los que formamos parte de eso debemos sentirnos orgullosos, pero esto no quiere decir que el nivel académico deba ser bajo, o por lo menos inferior a los objetivos planteados en cada módulo y nivel. Esta, a veces, interpretación errónea de la etapa, nos lleva a no exigir a nuestro alumnado todo lo necesario. Por ello, es algo en lo que se está trabajando y mejorando, pero sigue siendo un aspecto al que no debemos quitar nuestra atención.
- Brecha salarial. Los docentes somos conscientes de que el nivel salarial debe depender de la titulación, responsabilidad, etc., pero aun así en puestos de trabajo muy similares la brecha salarial entre alumnos y alumnas con titulación de FP de Grado Medio y/o Superior sigue siendo muy inferior a la de estudiantes con titulaciones universitarias o de Posgrado. Esto provoca, en numerosas ocasiones, desanimo y falta de motivación por parte de alumnado.
- Reconocimiento como etapa educativa de calidad. Aunque este es un aspecto que va mejorando con el tiempo, sigue existiendo para algunas personas dentro de la comunidad educativa, la errónea idea que indicábamos antes sobre que la FP es para aquellos alumnos con rendimiento académico bajo. Todos los que formamos parte de esta enseñanza (alumnos, familias y docentes) debemos ser conscientes y demostrar a través de la preparación de nuestros alumnos, que la FP es muchos más. Es una oportunidad, como hemos mencionado, para formar a excelentes profesionales. Es una plataforma que nos permite, junto a las familias, ayudar al alumnado a adquirir las competencias profesionales necesarias para desempeñar un puesto de trabajo. Y a pesar de no ser el objetivo principal, es el chaleco salvavidas para demostrar, en primer lugar, al propio/a alumno/a que pueden convertirse en personas que a través de su trabajo y cualidades aporten mucho a esta sociedad, la cuál, a veces resulta muy necesitada de personas que realicen su trabajo desde la vocación.
- Difícil acceso a la especialidad deseada. Como último punto de debilidad, es importante tener en cuenta que no todo el alumnado puede acceder a la especialidad de ciclo formativo que desea, y esto provoca en numerosas ocasiones el abandono y/o la frustración hacia la formación por parte de estos. No observamos que se necesiten más especialidades de Ciclos de FP, pero sí más oferta educativa de cada uno de ellos en las distintas provincias.
Oportunidades de futuro para la FP
Después de analizar las fortalezas y debilidades de la etapa, resulta importante concluir este sencillo artículo resaltando la importancia y necesidad de la Formación Profesional en el mercado laboral durante la situación actual que estamos viviendo y una vez haya pasado, esperemos que pronto, el momento COVID-19.
Numerosos puestos de trabajo, sobre todo en el ámbito administrativo y sanitario, podrían ser ocupados por el alumnado que previamente se haya formado en ciclos formativos de grado medio y superior como: GM Gestión Administrativa, TS en Administración y Documentación Sanitarias, Técnico en Emergencias Sanitarias, etc.
Tal y como se ha mencionado anteriormente, la FP no sólo es necesaria para la inserción de profesionales, sino también para la reinserción y/o actualización, por lo que puede ser una oportunidad para aquellas personas que, por la situación de crisis actual en el mercado laboral, necesiten formarse o actualizar sus competencias profesionales.
No debemos olvidar que para que esta etapa resulte del todo eficiente y útil se deberían mejorar algunos aspectos como:
- Aumento de la oferta educativa de las distintas especialidades en las tres modalidades (FP Básica, de Grado Medio y Superior).
- Incentivo a las empresas a la hora de contratar a profesionales con titulación en Formación Profesional.
- Apostar mucho más por la Formación Profesional Dual, ya que resulta más atractivo e instructivo para el alumnado aprender desde el inicio de la formación la teoría y práctica de manera integral.
- Mejorar el nivel académico en cada una de las especialidades y niveles.
