Retos de la orientación y maneras de alcanzarlos
Adaptarse a la orientación online y formar a la comunidad educativa para ello
Orientar con sentido crítico y teniendo en cuenta la realidad actual y futura
Ayudar a las personas a gestionar los cambios y las emociones
Retos de la educación ante el COVID-19 y cómo afrontarlos
Apoyar al profesorado en la adopción de la enseñanza-aprendizaje online
Ayudar al alumnado y a las familias a aprovechar la educación online
Evitar que crezca la desigualdad educativa durante y después de la pandemia
Enfocarse a desarrollar competencias transversales
La pandemia del COVID-19 mantiene al 91,3 % del alumnado de todo el mundo confinado en sus casas y lejos de los centros educativos y de formación, según la UNESCO. Y si la situación continúa y los estudiantes pueden volver a clase más allá de junio, aprenderán un 11 % menos que en un curso escolar normal, según el estudio Efectos del Coronavirus en la Educación, elaborado por la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI), que también alerta del posible aumento del abandono escolar tras la pandemia.
Por lo anterior, ambos organismos internacionales abogan por que el profesorado y el alumnado continúen enseñando-aprendiendo a distancia a través de las TIC. Sin embargo, no todos ellos y ellas cuentan con dispositivos y conexión a Internet para participar en clases online ni tampoco tienen los conocimientos ni las competencias para enseñar y/o aprender en estas circunstancias.
Ante este panorama, profesionales de la educación y la orientación que participan en este monográfico y fuentes consultadas ponen sobre la mesa cuáles son los retos y oportunidades del ámbito educativo y de la orientación académica y profesional durante la pandemia
Retos de la orientación y maneras de alcanzarlos
Entre los retos y oportunidades de la orientación académica y profesional en tiempos de coronavirus que los expertos destacan están el incorporar el componente digital a la hora de orientar, así como trabajar más las cuestiones emocionales con las personas y adaptar la propia orientación a la situación actual y futura. Asimismo, todos coinciden en que la orientación se necesita más que nunca.
La situación de confinamiento "hace que las personas reflexionen profundamente sobre ellos mismos, sus valores y la manera en que viven su vida. Aquí es donde entra la orientación académica y profesional… En tiempos de coronavirus la orientación se necesita desesperadamente", señala al respecto Tristam Hooley, investigador de la Universidad de Derby, en entrevista a Educaweb.
"Es en los momentos de cambio cuando este proceso orientador toma más fuerza, ya que debemos aportar herramientas y recursos para tomar decisiones sobre un futuro incierto y desconocido", afirma por su parte Meritxell Moliner, profesora del Programa de Formación e Inserción de la Generalitat de Catalunya, en su artículo para Educaweb.
Así, algunos de los retos y oportunidades de la orientación ante la pandemia que más mencionan los orientadores y orientadoras consultados son:
Adaptarse a la orientación online y formar a la comunidad educativa para ello
Ofrecer orientación online, motivar a las personas a la formación permanente y a desarrollar sus competencias, constituyen algunos desafíos que los orientadores y orientadoras deben afrontar en tiempos de coronavirus, indican los miembros de la Junta Directiva AsturOrienta en su artículo para Educaweb. También señalan que una de las dificultades de orientar online es que se pierde el contacto directo y cercano con las personas.
Así, para orientar online e intentar establecer a distancia este vínculo con las personas, es necesario formar tanto a los orientadores, como al profesorado y las familias, "en el uso de las herramientas necesarias" para llevarla a cabo, indica Antonio Pantoja, profesor del Departamento de Pedagogía de la Universidad de Jaén en su artículo para Educaweb.
En este sentido es necesario diseñar un amplio repositorio de recursos digitales, de orientación, y apostar especialmente por aquellos que sean interactivos y que propicien la autorientación y autoevaluación del alumnado para conseguir una mayor autonomía y un mayor acceso a la orientación.
Como ejemplos de lo anterior están el test Gran Recorrido de Educaweb, la web DEPOrienta, con recursos de orientación académica y profesional, o bien la web del proyecto Timonel, que según el profesor de la Universidad de Jaén "favorece la orientación autónoma de tutores, alumnado y egresados universitarios"..
Orientar con sentido crítico y teniendo en cuenta la realidad actual y futura
En tiempos de coronavirus, los orientadores y orientadoras tienen que realizar su labor velando por la equidad; acercarse con más intensidad a aquellos jóvenes que deben superar más barreras para llegar a las oportunidades; realizar un mayor esfuerzo para seguir las evoluciones del mercado de trabajo y analizar los cambios que impactaran sin duda en la oferta y la demanda; así como descifrar los diferentes itinerarios de formación y de becas y ayudas, por si existen.
Tal y como explica Hooley, también será necesario abrir nuevos escenarios. Por ejemplo, "si el desempleo crece tanto como esperamos, la orientación académica y profesional va a tener que modificar lo que entiende como trabajo y carrera profesional. Tenemos que ayudar a las personas a seguir activas y comprometidas con la sociedad, incluso si no hay trabajos".
Al respecto, Gemma LaTorre, directora del Área de Proyectos Educativos y Orientación de D'EP Institut, indica en su artículo para Educaweb que los orientadores deben redefinir la percepción de la realidad que proyectan a través de su orientación, "de la información sobre itinerarios académicos, de la información que facilitamos sobre las posibles profesiones a las que acceder, etc.".
Ayudar a las personas a gestionar los cambios y las emociones
Otro de los retos de la orientación en tiempos de coronavirus pasa por ayudar a las personas a gestionar los cambios y las emociones que genera la crisis. Para ello es necesario desarrollar la resiliencia, tanto de los propios orientadores y orientadoras, como de quienes necesitan orientación.
"Ser o no capaces de reponernos a una situación como la actual nos capacitará (o nos incapacitará) para poder ejercer como orientadores y orientadoras", asegura LaTorre. Desde la práctica profesional de la orientación, también "deben incorporarse acciones adicionales de identificación y fomento de la mejora del estado emocional de las personas", añade.
Y es que la orientación académica y profesional tiene que acompañar a las personas a gestionar el presente, "pero también a analizar el pasado y soñar con el futuro", indica por su parte Hooley.
Retos de la educación ante el COVID-19 y cómo afrontarlos
Los principales retos de la educación ante la pandemia se engloban en los siguientes aspectos: enseñar-aprender a través de la educación online, asegurar la igualdad de oportunidades educativas para el alumnado vulnerable; así como enfocar los contenidos educativos hacia el desarrollo de competencias transversales y socioemocionales.
Estos desafíos, en los que se profundiza a continuación, conllevan a ciertas acciones para ayudar a afrontarlos:
Apoyar al profesorado en la adopción de la enseñanza-aprendizaje online
Para enseñar en circunstancias donde la interacción presencial con el alumnado no es posible, "resulta indispensable que los y las docentes tengan una adecuada formación en el uso pedagógico de las TIC, experiencia en las metodologías propias de esta modalidad educativa, y contenidos adecuados", recomienda en su informe la OEI.
Pero la crisis del coronavirus ha tomado por sorpresa al profesorado, especialmente los que trabajan en la educación obligatoria y están acostumbrados a enseñar presencialmente. "De la noche a la mañana se han visto abocados a manejarse en esa otra didáctica online para la que no todos estaban preparados", asegura en su artículo para Educaweb Susana Diez de la Cortina Montemayor, profesora de Secundaria en Madrid y directora académica de AulaDiez español online.
Por ello, el profesorado ha tenido que realizar un esfuerzo mayor para adaptarse a la situación. Además, tanto el gobierno, organismos internacionales, como empresas y universidades online, ofrecen formación gratuita y recursos al profesorado para ayudarlo a adaptar las clases presenciales a las virtuales, y a utilizar las TIC para enseñar. Como ejemplo están los seminarios online que la UNESCO ha ofrecido en el último mes para que el profesorado comparta experiencias sobre cómo educar online. O bien, el programa Docencia no presencial de emergencia, que ha instaurado la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) con seminarios y guías para que docentes de Secundaria puedan continuar su labor en línea.
No obstante, el apoyo ha llegado tarde, opina Susana Diez de la Cortina, profesora de Secundaria, en su artículo para Educaweb, ya que el cierre de los centros educativos se produjo "sin que hubiera, por parte de las autoridades educativas, tiempo suficiente para poder establecer directrices o elaborar un mínimo plan de acción".
Aun así, la pandemia es una oportunidad para que el profesorado mejore sus competencias digitales y aprenda a educar online, así como a compartir experiencias educativas con otros docentes porque "la crisis aumenta la necesidad de que los maestros permanezcan conectados entre ellos", asegura Andreas Schleicher, director de Education and Skills de la OCDE en un reciente artículo publicado en la web de este organismo.
Ayudar al alumnado y a las familias a aprovechar la educación online
Ayudar a las familias y a los estudiantes a adaptarse a la formación online constituye otro reto. Hay que "formar a alumnado y familias en los recursos a utilizar", indica en su artículo para Educaweb Ricardo Jambrina, profesor del Centro Cultural y Educativo Español Reyes Católicos, de Bogotá, Colombia, donde se han creado vídeo tutoriales con este objetivo.
Asimismo, la educación online que se necesita en estos momentos exige un mayor grado de compromiso y disciplina por parte del alumnado, especialmente en Primaria, según el estudio Efectos del Coronavirus en la Educación, elaborado por la OEI.
El informe también señala que resulta fundamental que las familias se involucren ahora más en la formación de sus hijos e hijas, les ayuden a adaptarse a la formación online y "velen porque estén en contacto con sus centros educativos y profesores", recomienda el estudio de la OEI.
Evitar que crezca la desigualdad educativa durante y después de la pandemia
Otro de los retos es prestar especial atención al alumnado vulnerable que no puede acceder a la educación online para seguir estudiando. Y es que este alumnado podría perder un 1 % de su salario cuando tengan entre 30 y 40 años, de acuerdo con estimaciones de los investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos que han contribuido a la elaboración del estudio de la OEI.
Para que estos estudiantes no queden rezagados, las administraciones han asegurado que proporcionarán los medios técnicos a las familias que lo necesiten, a la vez que otras empresas y organizaciones del tercer sector también se han movilizado para ello.
Sin embargo, no solo se necesita acceder a la tecnología para aprender online en tiempos de coronavirus, sino también que el alumnado cuente con el apoyo académico de sus padres y madres, lo que no sucede generalmente en las familias con dificultades económicas, según el estudio de la OEI. Por ello, alerta del posible incremento del abandono escolar como consecuencia del cierre de los centros educativos.
Para reducir el riesgo de abandono, el informe propone que, durante el mes de julio, cuando presuntamente se podrá salir del confinamiento, se contrate a docentes interinos que no están trabajando para atender a los estudiantes de Primaria, Secundaria y Bachillerato que lo soliciten. Esta propuesta se basa en los Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA), impulsados por las administraciones de 2005 a 2012 para prestar apoyo educativo a los estudiantes vulnerables, y que podría volver a aplicarse tanto en julio como a lo largo del curso 2020-2021.
Una medida similar propone la Fundació Jaume Bofill, que sugiere garantizar una oferta de programas de verano en Catalunya durante junio, julio y dos semanas antes de que comience el curso para que este alumnado pueda avanzar en el aprendizaje que no haya podido tener durante el confinamiento.
Enfocarse a desarrollar competencias transversales
La crisis del coronavirus es una oportunidad para ayudar a los estudiantes a desarrollar sus habilidades transversales, como la resiliencia, la autonomía, y la competencia socioemocional, aseguran algunos de los docentes que participan en el monográfico.
La pandemia ha hecho visible la necesidad de desarrollar la competencia socioemocional entre el alumnado "no solo para gestionar momentos de crisis, sino para toda la vida", señala la orientadora Blanca Laguna en su artículo para Educaweb. No obstante, asegura que el mayor fallo del sistema educativo en este sentido ha sido no prestarle atención y recursos a la gestión emocional tanto de los docentes, como del alumnado.
Al respecto, Montse Fuster, directora de la Escola Mogent, en la Roca del Vallés (Catalunya), considera que el objetivo en estos momentos debería ser trabajar más el vínculo emocional con el alumnado. "Tenemos a los niños y las niñas sin vida social. Sin poder explicar cómo están emocionalmente a sus profesores y profesoras. Más que contenidos didácticos debemos cuidar la salud emocional del alumnado".
Así pues, la UNESCO, la OEI, el profesorado y los profesionales de la orientación consultados coinciden en que el COVID-19 está transformando la forma de educar y orientar, y que estos cambios se quedarán en la práctica educativa y de la orientación después de que se supere la pandemia.