La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha obligado a repensar los sistemas de evaluación de los centros educativos y formativos. En el caso de las universidades, algunas de ellas han optado por permitir la defensa del Trabajo Final de Grado (TFG) de manera online.Desde Educaweb, somos conscientes de que presentar el TFG desde casa puede generarte cierta preocupación añadida, por lo que a continuación te ofrecemos algunas ideas que esperamos te ayuden a preparar la presentación online del Trabajo Final de Grado con más garantías de éxito.
1. Que las dificultades tecnológicas no te roben tiempo
Para que la tecnología se convierta en tu aliada y no en tu enemiga, lo primero es asegurarte de que todos los dispositivos técnicos funcionan correctamente días previos a la defensa y horas antes de realizar la presentación: la conexión a internet, el ordenador, el teclado, el ratón, la cámara web, el micrófono, los auriculares… Absolutamente todo.
Lucía Núñez, pedagoga de Educaweb, pone el énfasis en el micrófono y los auriculares: "Tan importante es que los miembros del tribunal escuchen clara y nítidamente a la persona que habla como que el estudiante entienda a la perfección los comentarios y preguntas del profesorado".
La revisión tecnológica incluye chequear la plataforma que utilizarás para defender tu trabajo telemáticamente, añade Núñez, quien recalca la importancia de familiarizarse con ella mucho antes de la presentación del TFG: probar cómo conectarse, comprobar el vídeo y el audio, "saber cómo compartir pantalla o silenciar el micrófono, por si nos entra un ataque de tos o al vecino se le ocurre poner música a todo volumen. Hay que prever cualquier tipo de imprevisto", ejemplifica la pedagoga.
En relación con las posibles dificultades, tampoco está de más preguntar si se puede enviar una copia de la presentación al profesorado evaluador antes de la exposición, no sea que no puedas compartir la pantalla por algún motivo. Si lo haces así, evitarás muchos nervios y ganarás tiempo.
2. Que tu espacio real y virtual hable bien de ti
Durante la presentación del Trabajo Final de Grado, los profesores y profesoras que te evalúen verán también cómo es el espacio que te envuelve, y conviene que este no interfiera en el contenido de tu exposición.
La pedagoga Lucía Núñez recomienda evitar fondos demasiado sobrecargados, como estanterías de libros o pósteres, ya que estos pueden despistar a quienes están evaluando tu presentación. Por el contrario, recomienda utilizar fondos "lo más neutros y minimalistas posibles".
La iluminación tampoco debería ser un "factor distractor", por lo que procura que la luz no sea ni demasiado fuerte ni demasiado débil, de tal manera que se te pueda ver perfectamente sin deslumbrar al resto.
Finalmente, el cuidado del espacio incluye también el escritorio de tu ordenador personal: "Un escritorio sobrecargado de imágenes y fotos, además de despistar, puede dar una imagen de desorden y falta de organización", opina Núñez.
3. Cuidar el contenido y anticiparse a las preguntas
La mejor forma de calmar los nervios radica en dominar el contenido que expondrás. Cuanto mejor sepas qué quieres decir y cómo, más disfrutarás del momento de la exposición.
Aunque tu tutor o tutora ya te habrá hecho indicaciones al respecto -y, si no es así, no dudes en pedírselas tú-, es muy importante ser coherente con lo que hayas escrito en tu Trabajo Final de Grado.
Una manera muy sencilla y clara de presentar el contenido es seguir la estructura del TFG: introducción, marco teórico, desarrollo de la propuesta o investigación, conclusiones y perspectivas.
Recuerda que los expertos en comunicación recomiendan realizar presentaciones no sobrecargadas de texto, ya que no tiene demasiado sentido duplicar la información escrita y la verbal, salvo que quieras poner el acento en algún punto clave. Reflejar las ideas principales también te ayudará a evitar que te limites a leer el texto escrito, algo que puede generar impresión de inseguridad y falta de dominio del tema, además de resultar aburrido.
"Muchos miembros del tribunal suelen preguntar qué te ha aportado el trabajo o qué has aprendido durante su elaboración, por lo que dar respuesta a estas preguntas durante la exposición, o tener preparadas las respuestas, te ayudará a hacerlo mejor y también a estar más tranquilo o tranquila durante el turno de preguntas", indica Lucía Núñez.
A este respecto, la experta recomienda no interrumpir a los miembros del tribunal, sino mantener la calma hasta que estés seguro o segura de que han finalizado su intervención: "Esto es recomendable en cualquier presentación oral, pero más todavía cuando se realiza de manera online, ya que podrían producirse solapamientos que podrían poner nerviosas a las dos partes y perder el hilo del discurso".
Núñez también recomienda usar programas de presentaciones sencillos porque otros más sofisticados pueden ocupar más espacio y, por tanto, podrían quedarse "colgados" en medio de la intervención, con los nervios añadidos que ello supondría.
4. Atención a la comunicación no verbal
En una presentación resulta tan importante lo que se dice como lo que no se dice. En cuanto a la comunicación no verbal, es muy importante cuidar aspectos como la posición corporal, la vestimenta y el peinado, la mirada y el tono de voz, entre otros. De cara al aspecto personal, Núñez recomienda ir vestido o vestida como si la presentación fuera presencial.
Sobre la posición del cuerpo, intenta mantener una actitud relajada, con los hombros no muy estirados. Evita también moverte en exceso, tanto en la silla como con las manos. Todo ello te ayudará a dar una imagen de calma y serenidad, además de no despistar a las personas que te evalúan.
La mirada también es importante. Procura que la cámara esté a la altura de tus ojos, para evitar mirar a los miembros del tribunal por encima del hombro o desde una posición de inferioridad. Si miras directamente a la cámara, tu presentación tendrá más fuerza y un carácter más personal, más cercano; si miras a la pantalla, podrás ver la reacción de los miembros del tribunal, lo que te permitirá reaccionar en tiempo real. Por ejemplo, si ves una cara de extrañeza, tal vez puedes volver a explicar una idea que ha podido quedar confusa o imprecisa.
En definitiva, "se trata de encontrar un equilibrio y aprovechar bien las posibilidades. Al principio y al final podría interesarte mirar a la cámara, para establecer un vínculo más estrecho con los evaluadores, o hacerlo también cuando quieras remarcar que lo que dices se trata de una opinión. En todo caso, es importante no limitarse a leer el contenido que aparezca en pantalla, pues ya lo están viendo", apunta la pedagoga de Educaweb.
Finalmente, cuida también el tono de voz y la velocidad. Intenta no hablar ni demasiado alto ni demasiado bajo. En cuanto a la velocidad, las personas tienden a acelerarse cuando están nerviosas. Los nervios también hacen que se reseque la boca. Tener una botella de agua a mano te ayudará a evitar la sequedad, y también a ganar algo de tiempo cuando hayas de pensar las respuestas que te formulen.
5. Ensayar, grabar, visualizar y ensayar…
¿Sigues nervioso o nerviosa? Todos los expertos reconocen que el miedo a hablar en público siempre existe en cierta medida, por lo que recomiendan practicar, practicar y practicar.
Más todavía, "se trata de practicar y mejorar en cada práctica, por lo que recomiendo que se graben las intervenciones, se visualicen con ojo crítico y se siga practicando", aconseja la orientadora de Educaweb. De esta manera, cuando llegue el día de la presentación del Trabajo Final de Grado, ya sabrás cuáles son tus puntos fuertes y débiles, y cómo contrarrestarlos.
¿Te han resultado útiles estos consejos? ¿Se te ocurren otros que puedan ayudar a otras personas que han de presentar su TFG? ¡Escríbenos un comentario y sigue practicando!
