Para ayudar a las instituciones educativas a que realicen la educación online de la mejor manera posible, la UNESCO comparte 10 recomendaciones dirigidas a los docentes y los centros educativos. Asimismo, el organismo ha lanzado la Coalición Mundial para la Educación con el fin de buscar conjuntamente las mejores soluciones de aprendizaje online a nivel mundial que permitan a los estudiantes, especialmente a los más vulnerables, continuar con su educación pese a la pandemia.
Recomendaciones para educar online en tiempos de coronavirus
La UNESCO comparte 10 propuestas para que el profesorado garantice la continuidad del aprendizaje del alumnado durante el confinamiento a través de la formación online.
Si bien hay centros educativos españoles que pueden estar aplicando algunas de las sugerencias, también hay otros que aún no lo hacen. No obstante, tendrán que planificar lo que será la "vuelta a clases virtual", que algunas comunidades autónomas ya han anunciado que será después de Semana Santa, como es el caso de Catalunya. Por tanto, estas recomendaciones de la UNESCO les serán de utilidad:
1. Analizar el tipo de tecnología con la que se cuenta y elegir la más pertinente
La UNESCO recomienda optar por el uso de soluciones de alta o débil tecnología en función de la energía y el tipo de acceso a Internet con los que cuenten los estudiantes, así como del nivel de competencias digitales que tengan estos y los docentes. "Puede tratarse de plataformas de aprendizaje digital, lecciones por vídeos, los MOOC e incluso de la difusión de los cursos mediante cadenas de radio y canales de televisión", explica el organismo.
2. Garantizar el carácter inclusivo de los programas de aprendizaje online
El organismo internacional insiste en la necesidad de aplicar medidas que garanticen el acceso a la educación online por parte del alumnado con discapacidad o que proviene de familias de ingresos bajos. Y en caso de que todos no dispongan de dispositivos digitales, los gobiernos deben considerar la posibilidad de transferir temporalmente este tipo de dispositivos de las salas de informática a las familias, y facilitarles un acceso a Internet.
3. Proteger la privacidad y la seguridad de los datos
Con el funcionamiento de la educación online es necesario comprobar el nivel de seguridad durante las descargas de recursos pedagógicos en las diferentes webs educativas y al transferirlos a otras organizaciones o personas. Hay que "velar por que la utilización de las aplicaciones y plataformas no afecte la privacidad de los datos de los alumnos y alumnas", advierte la UNESCO.
4. Centrarse en los problemas psicosociales del alumnado antes de impartir la enseñanza
La UNESCO hace énfasis en la importancia de crear vínculos entre las escuelas, los padres, los docentes y el alumnado durante el confinamiento para darse apoyo socioemocional. En este sentido, se deberían crear comunidades virtuales "para garantizar las interacciones sociales regulares, favorecer las medidas de protección social y responder a los problemas psicosociales a la que los alumnos y alumnas pueden verse confrontados en situaciones de aislamiento".
5. Planificar con frecuencia el desarrollo de los programas de aprendizaje online
El organismo recomienda a los equipos directivos y los docentes reunirse virtualmente para determinar si el programa de aprendizaje online debe centrarse en la enseñanza de nuevos conocimientos o reforzar aquellos ya adquiridos durante las lecciones precedentes. Es necesario que el profesorado acuerde los calendarios teniendo en cuenta la situación de la zona afectada, el nivel de enseñanza, las necesidades del alumnado y la disponibilidad de las familias.
6. Proporcionar a docentes y alumnado asistencia en cuanto al uso de las TIC
Ayudar a los docentes y al alumnado a utilizar la tecnología o plataforma elegida para realizar las sesiones online y así poder garantizar las condiciones necesarias para que se realice la continuidad del aprendizaje. Por ejemplo, se pueden organizar sesiones cortas de formación online al profesorado o a las familias, o recomendar el uso de los datos móviles con miras a difundir los cursos en directo.
7. Combinar los enfoques adecuados y limitar la cantidad de aplicaciones y de plataformas
El profesorado debe combinar las herramientas tecnológicas a los que el alumnado pueda tener acceso. Si bien es necesario recomendar plataformas, hay que evitar abrumar a los estudiantes y a los padres pidiéndoles que descarguen o prueben una gran cantidad de aplicaciones y plataformas.
8. Establecer las reglas de la educación online y dar seguimiento al proceso de aprendizaje
La UNESCO pone de relieve que se debe definir con las familias y el alumnado las reglas del aprendizaje online, es decir, cómo se resolverán dudas, cómo se realizarán los ejercicios y se evaluarán, etc. En la medida de lo posible, hay que determinar cuáles serán los instrumentos mediante los cuales los alumnos y las alumnas pueden transmitir sus comentarios o preguntas al profesorado.
9. Definir el tiempo de duración de las clases online en función del alumnado
Mantener un ritmo de enseñanza coherente con las aptitudes metacognitivas de los alumnos y las alumnas, fundamentalmente para las clases que se difunden en directo. La unidad de aprendizaje del alumnado de Primaria no debe sobrepasar, de preferencia, los 20 minutos, y la de los de Secundaria, los 40.
10. Crear comunidades entre el profesorado y favorecer los vínculos sociales
La UNESCO también sugiere que se creen comunidades virtuales de docentes, familias y directores de centros educativos para facilitar los intercambios de experiencias, así como el debate de las estrategias de gestión de las dificultades de aprendizaje.
Descubre la Coalición Mundial para la Educación
La UNESCO ha lanzado la Coalición Mundial para la Educación, que pretende "ofrecer a los niños y jóvenes opciones de aprendizaje inclusivo durante este período de interrupción repentina y sin precedentes en la educación", señala el organismo internacional en su web, añadiendo que "el brote del COVID-19 es un problema sanitario de gran magnitud, pero también es una gran crisis para la educación".
Se trata de una alianza de organizaciones en la que cualquiera interesada en colaborar con la educación mundial puede participar. "Nunca habíamos sido testigos de un trastorno educativo de tal magnitud", ha afirmado Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, a través de un comunicado. "Esta Coalición constituye un llamamiento a la acción coordinada e innovadora para descubrir soluciones que ayuden al alumnado y los docentes no sólo ahora, sino también a lo largo del proceso de recuperación".
De momento, algunas de las entidades que participan en la iniciativa son empresas como Microsoft y Facebook; organismos internacionales como la OMS, ACNUR y UNICEF, y organizaciones educativas como Khan Academy y Google for Education, entre otras. En España, también se ha sumado el programa ProFuturo de La Caixa y la Fundación Telefónica.
Otras organizaciones que deseen unirse a la Coalición Mundial para la Educación deben especificar claramente qué apoyo, herramientas o servicios gratuitos pueden ofrecer a los países para ayudarles a ampliar las oportunidades educativas durante los períodos que los centros educativos estén cerrados. Sus propuestas específicas y toda la información sobre ellas deben ser enviadas a la UNESCO a través del correo COVID19taskforce@unesco.org.
A continuación, mira el vídeo con el mensaje de Audrey Azoulay sobre la Coalición Mundial para la Educación.
¿Sabías que…?
- En España hay 9.706.284 estudiantes de todas las etapas educativas que se encuentran confinados en sus casas intentando continuar con el calendario académico.
- La UNESCO y el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) considera que, en todos los niveles educativos, las autoridades deben velar por la puesta en práctica de medidas que favorezcan que los estudiantes sigan aprendiendo a pesar de la clausura temporal de las instituciones educativas. Por ello, también ha difundido recomendaciones a las universidades para que continúen con su labor docente a la distancia.