Entre las diferentes herramientas digitales y redes sociales que se utilizan para fines educativos destaca la plataforma y red social de vídeos YouTube, que se ha convertido en el segundo buscador más utilizado del mundo después de Google, según Alexa, la plataforma de analítica web de Amazon.
De hecho, siete de cada diez de sus usuarios y usuarias acceden a YouTube para aprender alguna cosa y en el mundo se comparten más de un millón de vídeos educativos que generan mil millones de visualizaciones cada día, según Melanie Parejo, portavoz de YouTube España. El interés por la formación a través de estas plataformas en nuestro país parece ir en aumento, ya que los vídeos con títulos como "Estudia conmigo" se han incrementado en un 120 % entre 2017 y 2018, con picos más elevados en épocas de exámenes (mayo y septiembre), según Parejo.
Ahora bien, en este campo todavía quedan muchos interrogantes para los que la investigación todavía no ha dado una respuesta que permita avanzar con seguridad en un terreno donde priman más las experiencias personales que las evidencias científicas: ¿Qué aportan estas plataformas de vídeo a la educación? ¿Son los Edutubers competidores o aliados de la educación y la formación? ¿Quién vela por la calidad y veracidad de los contenidos que se difunden a través de las diferentes plataformas de vídeo? ¿Cómo pueden los usuarios estar seguros de que lo que ven es cierto? Sobre estas y otras cuestiones trata el nuevo monográfico de Educaweb.
Para tratar de responder las mencionadas preguntas, se exponen a continuación los argumentos de los participantes en este monográfico, de los Edutubers y expertos en el tema presentes en la jornada Influencers como los nuevos mediadores de la información y el conocimiento, organizada recientemente por el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada de la Generalitat de Catalunya y la Universitat Oberta de Catalunya, así como de otras fuentes documentales.
La inversión en las plataformas de vídeos va en aumento
El potencial educativo de las plataformas de vídeos en Internet se puede entrever a través del interés que tienen las propias empresas y los creadores por desarrollarlo. Por ejemplo, YouTube puso en marcha su canal YouTube Learning en 2018, y recientemente ha invertido 20 millones de dólares en creadores y contenido educativo.
Otro ejemplo lo constituye el éxito de la Khan Academy, desarrollada en 2006 por el educador Salman Khan, egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de Harvard. Ganador del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2019, este portal educativo ofrece ejercicios y vídeos educativos, así como un panel de aprendizaje personalizado que permite al alumnado de cualquier parte del mundo aprender a su propio ritmo, dentro y fuera del aula. Los vídeos educativos de Khan Academy se pueden ver desde la página de la iniciativa y en varios canales en YouTube que siguen millones de personas en el mundo.
Más allá de YouTube, existen diversas plataformas de vídeos en las que el profesorado y el alumnado pueden subir y reproducir material audiovisual con fines educativos, entre ellas Flipgrid, que sirve para generar debate entre los estudiantes y los docentes a través de clips breves; o DailyMotion, considerada como la segunda plataforma de vídeos en Internet en número de usuarios o visualizaciones, o Vimeo, la tercera del ranking.
Ventajas e inconvenientes de las plataformas de vídeo en la educación
Como cualquier herramienta, la utilización de canales como YouTube para aprender presenta ventajas e inconvenientes. Entre los aspectos positivos, destacan los siguientes:
1. Accesibilidad y libertad educativa 24 horas / 365 días
Internet no sabe de horarios ni de aulas, por lo que cualquier persona con ganas de aprender puede formarse en el momento y espacio que considere más adecuado.
Las plataformas de vídeos como YouTube "permiten a las personas cierta libertad ausente en la educación formal", asegura Esteban Azzara, estudiante de la licenciatura en Sociología de la Universidad Nacional de San Martín, Argentina, en su artículo para Educaweb. Y pone algunos ejemplos: "Al buscar vídeos educativos, uno puede decidir a qué contenido darle relevancia, puede elegir, seleccionar, discriminar, puede frenar un vídeo, retroceder, cambiar la velocidad. Esa originalidad y el control de la situación son aspectos centrales en la vida de un sujeto que es (o pretende ser) libre".
2. El poder de la imagen facilita la motivación
La imagen cuenta con un poder de atracción diferente al de la tradicional clase magistral, , tal y como muestra Eva Rodríguez, consultora de marketing digital y creadora del canal YouTube para niños y niñas Hada de fresa, en una entrevista realizada para Educaweb: "Una imagen vale más que mil palabras. Y si esa imagen además se mueve y te explica un contenido, nuestro cerebro lo procesa y retiene mejor", añade.
Algo parecido opina Javier Santaolalla, ingeniero de Telecomunicaciones y doctor en Física de partículas, además de Edutuber con tres canales de YouTube: Date un Voltio, Date un Vlog y Date un Mí: "Creo que es una buena forma de generar un ambiente diferente en el aula, de crear dinámicas que pueden salirse de lo normal, como introducción para motivar o al final para cerrar un tema", aconseja.
Asimismo, YouTube se considera una herramienta educativa con un alto potencial de uso en la práctica diaria de clase, "tanto por sus ventajas metodológicas relacionadas con la innovación, el aumento de la motivación, y la potenciación de ampliar y afianzar conocimientos e información", aseguran Carmen Gallego-Domínguez y Paulino Murillo, investigadores de la Universidad de Sevilla, en las conclusiones de su estudio La práctica docente mediada con tecnologías. YouTube como herramienta de aprendizaje en educación superior (2018), basado en las respuestas de más de un centenar de estudiantes de carreras relacionadas con educación.
3. Favorecen la aplicación de las nuevas metodologías educativas
Las plataformas de vídeo también sirven para apoyar las nuevas metodologías de enseñanza-aprendizaje, señalan los expertos. Un ejemplo son las clases invertidas (flipped classroom) en las que el profesorado utiliza la hora lectiva para realizar actividades y "el contenido teórico se ve en casa a través de vídeos", explica Santaolalla.
También "es posible llevar a la práctica los modelos de aprendizaje activo (active learning)", considera por su parte Pablo Lara, profesor de los estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya, en entrevista para Educaweb.
4. Hacen sencillo lo complejo
Los vídeos educativos online, además, cuentan con la virtud de poder explicar realidades técnicas y/o complejas de manera sencilla, han coincidido los expertos participantes en la jornada. Los tutoriales para manejar ciertos programas informáticos son un ejemplo muy claro de ello, así como otros clips que explican materias que se explican mejor en imágenes, como Arquitectura o Astronomía.
5. Propician que el alumnado y los docentes mejoren sus competencias digitales
Los estudios educativos sobre YouTube, en particular, describen su utilidad en "la conformación de comunidades de aprendizaje, así como en la formación de habilidades para la búsqueda, selección, almacenamiento y evaluación de contenidos de autoría propia o ajena", asegura en su artículo de investigación, Posibilidades del uso educativo de YouTube (2016), María Isabel Ramírez-Ochoa, doctora en Tecnología Educativa e Investigadora del Centro de Investigación e Innovación Educativa del Sistema Educativo en México.
Por otro lado, entre los inconvenientes o riesgos del uso de YouTube para aprender, los especialistas mencionan los siguientes:
1. Uso pasivo de las plataformas digitales
La mera contemplación de vídeos puede conducir a los estudiantes a adoptar un rol pasivo, señalan los expertos. Por ello, recomiendan a los docentes utilizar YouTube para que el alumnado busque, seleccione y exponga temas. Por ejemplo, cuando el profesorado plantea que la clase busque dos o tres vídeos relacionados con una temática en particular y establece criterios de búsqueda, el alumnado podrá seleccionarlos y luego reflexionar sobre ello en el aula.
"Se considera que en conjunto se aumenta el interés y comprensión de un tema tratado en clase, en comparación con la resolución de un cuestionario tradicional. Además, se promueve la formación de una alfabetización digital y visual del estudiante, una habilidad importante en nuestra actual cultura", ejemplifica Ramírez-Ochoa.
2. La necesidad de repetir los vídeos para retener los contenidos
La mera contemplación de vídeos no garantiza un aprendizaje significativo y duradero. "La naturaleza fugaz de los contenidos, la simultaneidad de las diferentes imágenes que aparecen en la pantalla, así como la superposición de elementos visuales y sonoros, pueden desenfocar el mensaje inicial y dificultar la retención de información para el alumno. Por ello, debemos potenciar que vean los vídeos tantas veces como sea posible y apuntar las partes importantes en una libreta, por ejemplo", aconseja José Javier Priego, más conocido como JJPriego, licenciado en Comunicación Audiovisual, profesor universitario y autor de tres canales de YouTube con más de 250.000 suscriptores: Ciencias de la Ciencia, Historias de la Historia y Easypromostv.
3. La sobresaturación de vídeos educativos dificulta la selección
Para algunos de los expertos que han participado en este monográfico, la gran cantidad de vídeos educativos que existen en las plataformas de vídeo complica a los estudiantes seleccionar de manera efectiva los contenidos que les pueden resultar útiles. Así lo considera la orientadora educativa en la Conselleria d'Educació, Recerca i Universitat de les Illes Balears, Sandra Suárez, en su artículo para Educaweb.
Por lo anterior, es importante que "la búsqueda, selección y exposición de vídeos esté acompañada por la presencia del docente, involucrado en el proceso mediante comentarios orientadores", señala por su parte la investigadora Ramírez-Ochoa, en su artículo Posibilidades del uso educativo de Youtube (2016).
Los Edutubers, ¿los nuevos divulgadores del conocimiento?
Edutuber es un vocablo formado a partir de dos palabras, educación y YouTube, que hace referencia a la persona que educa o enseña a través de la plataforma de vídeos YouTube. Ahora bien, este perfil es muy variopinto, puesto que cualquier persona puede abrir un canal educativo, independientemente de si cuenta con una titulación para ejercer la docencia o no. Es por ello que entre los y las Edutubers se encuentran profesores y profesoras, pero también titulados en otras ramas de conocimiento e incluso personas sin titulación.
Tal vez por ello, los Edutubers presentes en la jornada sobre los Influencers como los nuevos mediadores de la información y el conocimiento, se sienten más como agentes complementarios a la educación tradicional que como competidores.
El profesor universitario y edutuber José Javier Priego, presente en el evento, reconoce que una minoría del profesorado podría sentir una cierta "envidia" hacia los y las Edutubers, pero que estos no tienen la culpa de que "el sistema esté como esté". También deja entrever que, con más tiempo y más libertad, muchos docentes podrían elaborar vídeos como ellos.
Y con formación, como expone Sandra Suárez en su artículo para Educaweb: "Si tenemos en cuenta que debemos educar (y educarnos) en la utilización correcta y responsable de nuevas herramientas educativas relacionadas con las nuevas tecnologías, se pone de manifiesto la necesidad de la existencia de un profesorado bien formado, para poder aprender, y ayudar a aprender, a hacer un uso crítico de las TIC".
Otra Edutuber presente en la jornada de la UOC, Sandra Ortonobes, graduada en Ciencias Biomédicas, Máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental y creadora del canal de YouTube La Hiperactina, concibe a los Edutubers literalmente como "complemento" a la educación.
Por su parte, Martí Montferrer, estudiante de Geología y creador del canal CdeCiencia, considera que los Edutubers motivan y ayudan a comprender lo que se estudia en clase, pero no resuelven las dudas, por lo que "el papel del profesor es insustituible". Ahora bien, entiende que los creadores de contenido a través de YouTube pueden servir como "nexo de conexión entre la producción científica y el ciudadano, para que así no se vean mundos tan separados". De hecho, los Edutubers presentes en el evento consideran que YouTube ha permitido la reaparición de una profesión poco reconocida en España, la de divulgador o divulgadora.
El reto de la calidad para los productores y usuarios de contenidos digitales
En la era de los prosumers, cualquiera puede producir y consumir contenidos digitales, educativos o no. Ahora bien, ¿cómo garantizar la calidad de estos y quién debería hacerlo?
La respuesta no resulta fácil, según los y las Edutubers presentes en la jornada sobre influencers, ya que en la plataforma conviven vídeos de una gran calidad con otros exentos de veracidad y rigor. Como ejemplo, Javier Santaolalla, señala la paradoja de que existan más vídeos que afirman que la NASA (la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio del gobierno estadounidense) es mentira o que el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) no existe, que los que desmienten estos bulos, puesto que estas instituciones no suelen defenderse y, por tanto, es "un hueco" que, a su juicio, deberían cubrir los Edutubers.
Sin embargo, esta decisión debería tomarla cada autor de manera individual, lo cual no parece realista, dado que, según los expertos, existe una tensión entre el deseo de ofrecer contenidos rigurosos y ganar audiencia y, por tanto, publicidad, a través de vídeos más sensacionalistas y faltos de rigor.
Los y las Edutubers consultados por Educaweb han reconocido pasarlo mal cuando detectan que han difundido un error. Además, consideran que la mentira en YouTube va en contra del autor o autora del contenido, ya que normalmente se genera un vínculo muy estrecho con la audiencia, y esta perdería toda la confianza en ellos si detectara una mentira intencionada.
No obstante, también son conscientes de que ellos pueden hacer poco para garantizar la calidad de todos los contenidos digitales, y que la responsabilidad debería recaer también en la plataforma, no posicionando únicamente lo más visto, sin tener en cuenta la veracidad y el rigor de la información difundida, o creando un sello de calidad. Y aquí, de nuevo, mencionan de nuevo al profesorado, que debe ejercer de filtro de calidad entre sus estudiantes.
Pablo Lara, profesor de Ciencias de la Información y Comunicación y experto en tendencias, innovación y emprendimiento, insiste en la gravedad del problema y apunta la importancia de pensar en soluciones de alto nivel: "Si nadie pone las reglas a YouTube, los creadores de contenidos se ven obligados a seguir las normas. La educación está comandada por un canal", sentencia.
Mientras tanto, he aquí algunos consejos a la hora de crear y/o consumir vídeos comentados por los profesionales consultados:
Investigar quién difunde el contenido
Es importante saber quién es la persona que difunde la información, de la misma manera que uno debería ser lo suficientemente responsable como para no divulgar ningún contenido sobre una materia que no dominara.
Cuando se accede a un buscador, "este ya posiciona los contenidos en función de su fiabilidad y popularidad, aunque no siempre es así. Por eso, es muy importante saber, en primer lugar, de dónde viene la información que vamos a consultar", señala en su artículo para Educaweb la orientadora Sandra Suárez.
Contrastar siempre la información
Tanto a la hora de crear como de consumir contenido online, conviene contrastar la información con otras fuentes variadas, mejor si son primarias u originales que de segunda mano, según los expertos.
Analizar la transparencia de las fuentes
Un vídeo que no cite las fuentes en las que se basa levanta sospechas sobre la calidad de su contenido, explica Santaolalla. El hecho de mencionar o no la fuente cuando se citan ciertos párrafos o ideas también resulta significativo. Además, no sirven cualquier tipo de fuentes, sino aquellas que tengan cierto prestigio, como revistas académicas, informes de organismos internacionales, etc.
¿Sabías que…?
Los estudiantes de titulaciones relacionadas con la educación reconocen que necesitan formarse y mejorar sus competencias digitales, especialmente las que tienen que ver con el uso de YouTube y la creación de canales educativos, según el estudio La práctica docente mediada con tecnologías. YouTube como herramienta de aprendizaje en educación superior (2018), elaborado por investigadores de la Universidad de Sevilla.
Si te interesa formarte en el uso de YouTube y las nuevas tecnologías en la educación, en Educaweb podrás encontrar cursos relacionados.