Creó su primer canal de contenido dedicado a los niños y las niñas en 2016 con el objetivo de enseñar de una manera diferente a su hija. Ha sido Global Chief Marketing y Digital Officer de Famosa, así como Directora de Marketing Digital, e-Commerce y Comunicación en L'Oreal. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Carlos III de Madrid y profesora de Marketing Digital y YouTube en ISDI.
¿Por qué decidió dedicarse a desarrollar contenido educativo para los niños y las niñas a través de YouTube?
Mi actividad en YouTube nació por una motivación muy personal. Tengo dos hijas, una de ellas padece una enfermedad rara llamada Idic15 que, entre otras cosas, afecta a su manera de aprender. En un momento dado nos dimos cuenta de que Yaiza, mi hija, aprendía mejor ciertos contenidos o conceptos a través de vídeo que tratando de explicárselo cara a cara. Su terapeuta me enviaba vídeos de YouTube para trabajar ciertas cosas y el resultado era fantástico. Sin embargo, no encontrábamos en YouTube todo el material que queríamos para ella. Así fue como a modo completamente de hobby le planteé a mi marido la posibilidad de abrir nosotros un canal, donde pudiésemos contarles historias a nuestras hijas del modo que sabíamos que a ellas les iba a divertir, a formar y a entretener. Así nació Hada de Fresa, nuestro primer canal, que hoy cuenta con más de 625.000 suscriptores y está traducido a 3 idiomas.
¿Cuáles cree que son las ventajas e inconvenientes de estas plataformas en el proceso de enseñanza-aprendizaje?
Yo siempre me he dedicado al mundo digital y creo que toda tecnología, bien usada, puede traer numerosas ventajas… En el campo del aprendizaje lo que está claro es que "una imagen vale más que mil palabras" y si esa imagen además se mueve y te explica un contenido, nuestro cerebro lo procesa y retiene mejor. Si escogemos bien dicho contenido, las plataformas online pueden ayudar mucho en el proceso de aprendizaje: se pueden adecuar al ritmo de cada niño o niña, que puede parar, volver a escuchar e interactuar con la información.
¿El riesgo o los inconvenientes? Por un lado, la edad. Según numerosos estudios la exposición a pantallas a edades muy tempranas va en contra de su correcto ritmo de desarrollo neurológico. Por otro lado, habría que tener en cuenta el tiempo de exposición y la calidad del contenido consumido.
¿Considera que las plataformas de vídeos como YouTube y los llamados Edutubers están revolucionado la educación? ¿Por qué?
Sinceramente, yo aún no hablaría de que las plataformas de vídeo estén "revolucionando la educación". La tecnología ha revolucionado muchos sectores de manera mucho más profunda y estructural que la educación. Mi percepción es que los sistemas educativos van muy detrás de los cambios que estamos viviendo hoy en día y considero que las vías alternativas de aprendizaje (plataformas Edutubers, etc.) son aún muy minoritarias para lo que va a venir.
Es una realidad que nosotros como adultos cada vez que tenemos una duda sobre algo, nos vamos a Google o a un tutorial de YouTube. Hoy todo está literalmente a golpe de click. Yo he aprendido y sigo aprendiendo cada día sobre intereses muy variados gracias a podcasts, YouTube o plataformas de aprendizaje online.
Si hay EduTubers con masas importantes de seguidores y visualizaciones es porque aportan algo diferencial, porque su contenido es de utilidad para muchas personas. Pero el potencial de desarrollo es aún muy grande. La revolución en el campo educativo está aún por llegar, pero debe llegar.
"Si hay EduTubers con masas importantes de seguidores y visualizaciones es porque aportan algo diferencial, porque su contenido es de utilidad para muchas personas. Pero el potencial de desarrollo es aún muy grande".
¿Son estas plataformas y también los Edutubers aliados o competidores del profesorado en su labor docente? ¿Por qué lo cree así?
Sin lugar a duda aliados, pero no sustitutivos. El contenido generado por un Edutuber puede complementar perfectamente el trabajo de una clase. A mí siempre me impresionó mucho el origen de Khan Academy en Estados Unidos. La Academia Khan es hoy una organización educativa sin ánimo de lucro y un sitio web de aprendizaje. Fue creada en 2006 por Salman Khan cuya primera motivación dicen que fue ayudar a su sobrino con las Matemáticas. Como vivía lejos y no podía darle clases presenciales empezó a subir vídeos en YouTube, pero para su sorpresa esos vídeos empezaron a ser vistos por miles y luego millones de estudiantes de todo el mundo. Khan Academy no ha sustituido a las escuelas, pero sí que ha cambiado en muchos centros el modo de plantearse el proceso de enseñanza-aprendizaje.
¿Qué le parece que el alumnado reciba clases desde casa a través de este tipo de plataformas y deje de asistir presencialmente a la escuela o al centro de formación? ¿Cree que llegará el día en que esto suceda de forma generalizada?
Son muchos los países y centros que se están planteando formatos diferentes, y los que no se lo estén planteando están negando la realidad. Estamos viviendo un absoluto cambio de era, donde la tecnología transformará nuestra vida en modos que aún no podemos ni imaginar. Y, sin embargo, seguimos en la mayor parte de los casos, con modelos educativos que nacieron en la revolución industrial.
En Estados Unidos ya hay muchos centros que imparten la teoría vía plataformas (YouTube, Khan Academy u otras) y que aprovechan el tiempo en clase para generar debate, aprender con la experiencia, plantear dudas, trabajar en proyectos en equipo y, en definitiva, para generar un pensamiento crítico y creativo que serán las capacidades fundamentales que necesitará nuestra sociedad futura.
¿Qué criterios deben tener en cuenta los creadores de contenido educativo y formativo en vídeo para que este sea de calidad y realmente útil para los usuarios y/o usuarias?
Personalmente creo que el principal criterio es la responsabilidad. Crear contenido educativo en vídeo implica una enorme preparación y unos objetivos claros (igual que un profesor o profesora cuando se plantea su clase): qué quiero transmitir, para quién, cómo lo voy a hacer.
Por otro lado, por supuesto la información debe ser veraz y sin sesgos. Y por último sí que considero también que para transmitir contenido formativo en vídeo hace falta una capacidad de comunicación y creatividad especial que conecte con el usuario. Hoy además existen muchos recursos de edición posterior que enriquecen mucho la calidad y hacen que el contenido capte más la atención y se retenga mejor.
Desde el punto de vista de un usuario o usuaria de estas plataformas, ¿cómo se puede determinar si un contenido educativo en vídeo es de calidad o no? ¿Qué criterios se deberían tener en cuenta a la hora de "consumir" este tipo de contenidos?
Creo que tanto los profesionales de la educación como las familias tienen una responsabilidad en la selección de contenidos. Precisamente por haber tanto contenido online, a veces es muy difícil distinguir "la paja del grano". Cada niño o niña además es diferente, yo no escojo el mismo contenido para mi hija mayor de necesidades especiales que para mi hija pequeña de 1º de Primaria. Por ello, para mí el primer criterio es pensar en el niño o la niña, ¿qué le gusta? ¿cuáles son sus centros de interés?, y a partir de ahí comenzar la búsqueda de contenido. Una vez encontrado un creador o creadora de contenido de referencia, es fácil ver si lo que hace es de calidad o no, es fácil contrastar si la información que explica es correcta y si tu hijo o hija conecta con la explicación o no.