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El orientador u orientadora psicopedagógico/a de los centros educativos juega un papel clave en la prevención de los riesgos digitales. Esta ha sido una de las ideas sobre las que ha girado el segundo Encuentro Segureskola, organizado por Gaptain, empresa especializada en educación y seguridad.
Representantes de más de 20 centros educativos del Cantabria, Navarra y el País Vasco se congregaron el pasado 22 de noviembre en Barakaldo para compartir soluciones, recursos y experiencias sobre cómo conseguir que niños, niñas y adolescentes utilicen la tecnología digital de manera sana y segura.
El uso adecuado de las tecnologías no debería darse por supuesto, ya que, según datos ofrecidos por la empresa, el 42 % de los jóvenes tiene problemas de visión causados por un mal uso de la tecnología y un 5,2 % de los adolescentes vascos se halla en tratamiento psiquiátrico por su adicción a las redes sociales.
Otras problemáticas vinculadas a la tecnología y que también han salido a relucir durante la jornada se refieren a prácticas de ciberacoso como el sexting o grooming, o el acceso a contenidos de violencia, pornografía, casas de apuestas online o páginas web que fomentan la anorexia y la bulimia, entre otras.
La unión de familias y escuela
Para frenar el uso abusivo y nocivo de las tecnologías, Gaptain apuesta por la colaboración entre las familias y los centros educativos a través del proyecto Segureskola.
Esta iniciativa se plantea como una solución integral para que centros educativos y familias se coordinen y comiencen a trabajar juntos en la prevención de riesgos digitales y la formación en competencias digitales.
Para ello, se sigue la metodología Kids Centric, que analiza la convivencia y actividad digital del alumnado y, a partir de ahí, establece un programa de capacitación personalizado que pone el acento en la prevención, el cierre de la brecha digital, la educación en valores y las competencias digitales.
