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¿Desinterés por dirigir un centro educativo?

Artículo de opinión

  • 27/11/2019

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José Ángel Domínguez y Belén Labián, Asesores de formación del Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha
 
En la actualidad nos encontramos frecuentemente con profesionales de la educación que deciden dar el paso de dirigir un centro educativo público. En Castilla-La Mancha, estos docentes deben seguir un proceso de selección al que también pueden optar otros profesionales de su mismo centro. Está regulado por el Decreto 35/2017, de 2 de mayo que regula las características y los procesos relativos al ejercicio de la función directiva en los centros docentes públicos no universitarios y es desarrollado por la Orden 84/2017, de 5 de mayo por la que se desarrollan los procedimientos de selección, renovación y nombramiento de directores y directoras de los centros docentes públicos no universitarios de Castilla-La Mancha. Normalmente, es en el mes de enero cuando se publica la convocatoria al efecto.
La última convocatoria de directivos de centros educativos en Castilla-La Mancha fue la Resolución de 22/01/2019 de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, por la que se convocaba a concurso de méritos para la renovación, selección y nombramiento de directoras y directores de los centros públicos no universitarios de dicha comunidad autónoma. No obstante, nos encontramos con centros educativos donde sus docentes no quieren optar a ese cargo y es la Inspección de Educación la que tiene que gestionar estos nombramientos de una forma u otra.

Los motivos por los que no es atractivo dirigir un centro

En los últimos años, el Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha ha ofertado dos tipos de acciones formativas para la acreditación de docentes en este cargo de directores y directoras: el Curso para noveles, que estaba dirigido a docentes que acababan de obtenerlo y el Curso para el desarrollo de la función directiva, dirigido a profesionales de la educación que deseaban la acreditación o habilitación para un futuro. No obstante, a partir del curso 2018-2019, siguiendo las directrices de la LOMCE y el Real Decreto 894/2014 de 17 de octubre por el que se desarrollan las características del curso de formación sobre el desarrollo de la función directiva establecido en el artículo 134.1.c) de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación, así como de los correspondientes cursos de actualización de competencias directivas, todos los docentes de Castilla-La Mancha que deseaban optar al cargo de director o directora debían poseer la acreditación o habilitación a la hora de presentar su proyecto de dirección y optar a un puesto directivo.
 
Durante este curso 2019-2020 además, se oferta el curso de Actualización de Competencias Directivas de 60 horas de formación para aquellos docentes que están en posesión de dicha acreditación o habilitación y necesitan actualizarla. Es por ello por lo que, hoy en día, son muchos los docentes de Castilla-La Mancha que se inscriben y realizan estos cursos sobre la función directiva, alrededor de 300, y otros muchos que se quedan en lista de espera por no existir plazas suficientes. Podríamos entonces hacernos la siguiente pregunta: ¿si se forman tantos docentes para obtener la acreditación o habilitación para el ejercicio de la dirección por qué posteriormente no presentan un proyecto de dirección en sus centros para ocupar el cargo? Pensamos que se debe a los siguientes factores:
 
  • La remuneración económica por ostentar el cargo de director o directora no es suficiente para que estos docentes den el paso.
     
  • En numerosas ocasiones existen problemas en los centros entre los docentes o entre la comunidad educativa, de convivencia o de otras índoles, de tal forma que es el director o directora el que debe gestionar y solucionar estos problemas provocando un desgaste enorme para la persona.
 
El desinterés por ocupar estos puestos incluso teniendo la acreditación y habilitación para optar a ellos nos los encontramos más frecuentemente en centros docentes de titularidad pública. Puede ser debido a que en los centros concertados y en los privados el proceso y designación del director o directora está regulado de forma distinta y, normalmente, estos son designados por el o la titular del centro, no teniendo que pasar por el proceso selectivo de los centros docentes públicos.
 
"Se requiere una nueva normativa que permita a los dirigentes de los centros educativos públicos elegir un porcentaje de su profesorado para crear plantillas estables y efectivas en ellos".
 

Cómo motivar a los docentes a ser directivos de centro

Para que en un futuro haya más docentes que den el paso de presentar sus proyectos de dirección en sus centros educativos deberíamos recapacitar sobre los siguientes aspectos:
 

Ofrecer formación más específica y basada en casos prácticos

 
La formación que se realiza a los docentes que quieren optar a la dirección es de 120 horas. Pensamos que esta formación es insuficiente y que debería ser una mucho más específica, que conllevara la realización de casos prácticos y de puestas en común de la realidad que nos encontramos en los centros educativos, en la que se incluyeran muchos más contenidos sobre inteligencia emocional y se desarrollara más la empatía en las personas que ocupan el cargo.

Asimismo, el Curso de actualización de competencias directivas no se adapta frecuentemente a las circunstancias de los docentes que ya tienen la acreditación y, aunque en la mayoría de las ocasiones esta es semipresencial, muchos nos comunican su imposibilidad de asistir a las sesiones presenciales. Y si esta formación es totalmente a distancia, como sucede en otras comunidades autónomas, esta no llega realmente a ser una actualización de esas competencias de una forma real.

Por otro lado, el último módulo del curso, relacionado con la realización del proyecto de dirección, debería completarse de forma diferente. Este documento debe ser activo y real, que conlleve retos a corto, medio y largo plazo para el director o directora y toda la comunidad educativa, de tal forma que sea un documento vivo y de consulta semanal. En la mayoría de las ocasiones, el docente que quiere ostentar el cargo de director o directora de centro presenta el proyecto de dirección para superar la burocracia y, posteriormente, con la carga de trabajo que conlleva el cargo diariamente, no llega a ser un documento de consulta y de logros de cada periodo.
 

Incrementar la remuneración económica para los directores y directoras de centro

 
En la actualidad, en la mayoría de las comunidades autónomas los directores y directoras comunican que no merece la pena ostentar el cargo pensando en la remuneración complementaria que se otorga. Además, en muchas de ellas, la consolidación solamente se realiza por periodos completos de cuatro años dejando el resto de los años sin la posibilidad de tener este complemento.
 

Crear un cuerpo de directores y/o directoras que asesoren a otros directivos

 
También se plantea la idea de crear un cuerpo de directores y/o directoras, al igual que existe el de inspectores y/o inspectoras, para una mejor formación y gestión de estas personas y para que puedan desarrollar su labor de una forma mucho más efectiva.
 

Modificar la normativa para acceder a la dirección de los centros

 
Se requiere también una nueva normativa que permita a los dirigentes de los centros educativos públicos:
 
  • Elegir un porcentaje de su profesorado para crear plantillas estables y efectivas en ellos, de una forma justificada y supervisada por la Inspección de Educación.
     
  • Poder gestionar los problemas de sus centros, ya sean de convivencia o de otros ámbitos, de una forma efectiva, desarrollando normativa específica para ello. En la actualidad, en numerosas instituciones donde se producen problemas entre sus docentes, el director o directora se encuentra sin posibilidad de acción para solucionarlos.
 
Lo que está claro es que el ejercicio de la dirección es similar a ponerse una mochila e ir cargándola mes a mes con todas las emociones, propias y de los docentes de un centro educativo, y ese peso, en un porcentaje muy alto, lo soporta casi siempre el director o directora en solitario. Ese continuo desgaste provoca que encontremos casos en los que los directivos, pasado el primer año en el cargo, deseen dejarlo lo antes posible.
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