Iniciado en septiembre de 2018, OrientAdultos intenta dar respuesta a las necesidades de cuatro colectivos principales: jóvenes procedentes del fracaso escolar, trabajadores y trabajadoras que no han terminado sus estudios, personas en situación de desempleo tras la crisis y/o que tienen alguna discapacidad física y/o psíquica. Los diferentes aspectos de la orientación académica y profesional se trabajan en el centro a través de tres planes que conforman el proyecto OrientAdultos: el Plan de Atención Académica y Profesional, el Plan de Atención al Proceso de Enseñanza y Aprendizaje, y el Plan de Acción Tutorial. En esta entrevista, Rubio Fernández explica cómo se pone en práctica el proyecto OrientAdultos.
¿En qué momento y por qué la dirección del centro decide trabajar la orientación académica y profesional de su alumnado?
El CEPA Paulo Freire es un centro público de educación de personas adultas perteneciente a la red de centros de la Comunidad de Madrid. Es un centro bastante grande con cerca de 1.000 alumnos matriculados distintas enseñanzas. Llevamos largo tiempo con un profesional especialista en orientación académica y profesional; sin embargo, por la falta de docentes asignados a los centros, estos especialistas han de asumir otras tareas docentes, relegando la orientación académica y profesional a un segundo plano.
Nuestro centro lleva más de 15 años promoviendo la figura del profesional de la orientación. El alumnado y las familias lo demandan, pero hasta ahora no ha sido posible impulsar esta tarea con la dedicación que requiere. El proyecto OrientAdultos no refleja una situación final, sino la evolución y los progresos que se han ido consiguiendo respecto a los objetivos planteados.
Una de las actividades del proyecto OrientAdultos, ganador del Premio Educaweb de la categoría Instituciones, organizaciones y centros educativos. Imagen: Centro de Educación para Personas Adultas (CEPA) Paulo Freire
El curso 2018-2019 es el primero con el que cuentan con un orientador a tiempo completo. ¿Por qué? ¿Qué papel juega este profesional en el desarrollo de los planes del centro?
En el curso 2018-2019 el orientador "repite" en nuestro centro, por lo que se puede dar continuidad al trabajo realizado. En ese curso se pudo descargar su horario lectivo para que dedicara un 80 % de su trabajo a la orientación académica y profesional: talleres dedicados a la búsqueda activa de empleo, refuerzo del autoconcepto y la autoestima, técnicas de estudio, así como la atención personalizada del alumnado. De esta forma, se ha retomado el departamento de orientación como tal, que había desaparecido entre 2013 y 2018. En el curso actual, el orientador artífice de este proyecto continúa en el centro como parte del equipo directivo y contamos con otro profesional de la orientación que combina tareas docentes con orientadoras.
Otro dato relevante es un nuevo equipo directivo en el curso 2018-2019 que se ha propuesto como uno de sus objetivos no solo visibilizar todas las tareas que se vienen realizando desde años atrás, sino profundizar en la orientación académico-profesional, y en concreto en la orientación profesional coordinada.
El papel del orientador es crucial en los centros, ya que, junto con el equipo directivo, este profesional es el responsable directo del plan de actuaciones de la orientación, del plan de atención a la diversidad, o el plan de convivencia, todos ellos documentos institucionales de los centros educativos públicos.
"La comunidad educativa está convencida de que la orientación académica y profesional es muy importante, si no se desarrolla más es por falta de recursos humanos y materiales".
El Plan de Atención Académica y Profesional busca ofrecer información sobre los recursos educativos y profesionales existentes en la ciudad, pero también ayuda en la toma de decisiones del futuro académico y profesional del alumnado. ¿Por qué han decidido ofrecer este servicio?
Porque es lo más demandado en las citas individuales. Acuden al orientador totalmente perdidos. Gran parte de nuestro alumnado desconoce la oferta y recursos en esta materia que ofrece Fuenlabrada. Es por ello por lo que nos parece interesante hacer un primer trabajo, filtrar esos recursos y ofrecer aquellos que se ajustan al perfil de nuestro alumnado: personas en riesgo de exclusión social que se encuentran en situación de desempleo o tienen empleos precarios, que carecen de experiencia laboral y que tienen un bajo nivel formativo. La mayoría son jóvenes con experiencias educativas anteriores negativas, pero también hay personas con dificultades en el aprendizaje o discapacidad, así como extranjeros.
¿En qué consiste el Plan de Atención al Proceso de Enseñanza y Aprendizaje dirigido a colectivos en riesgo de exclusión?
Muchos de nuestros alumnos y alumnas presentan un bajo autoconcepto académico, baja autoestima, escasa tolerancia a la frustración, no creen ser capaces de poder estudiar. Por ello, necesitan aprender técnicas de estudio, reforzar las materias instrumentales e intensificar su autoconcepto. El orientador coordina junto a los departamentos didácticos estas tareas de refuerzo académico, fundamentalmente en Lengua, Matemáticas e Inglés. También organiza talleres monográficos para que nuestro alumnado se habitúe al aprendizaje o aumente su autoconfianza y motivación.
Alumnado que participa en el proyecto OrientAdultos. Imagen: Centro de Educación para Personas Adultas (CEPA) Paulo Freire
¿Cómo contribuyen las tutorías al desarrollo personal y social de las personas, según se recoge en el Plan de Acción Tutorial?
La acción tutorial es ejercida por el tutor y el equipo docente del grupo de alumnos y alumnas. En un centro de adultos la tutoría habitualmente no es grupal, sino que el tutor o tutora está disponible para el o la estudiante y canaliza las posibles necesidades de acción tutorial que pueda tener. Desde el departamento de orientación entendemos la acción tutorial como dimensión de la práctica docente que tenderá a favorecer la integración y participación del alumnado en la vida del centro.
El orientador asesora a los tutores y resto de docentes en la prevención del abandono y la detección de dificultades de aprendizaje, ofreciendo pautas para su superación, tales como: las adaptaciones curriculares no significativas o de acceso al currículo; la valoración de la motivación del alumnado ante las actividades o talleres programados; la satisfacción de los participantes y las sugerencias de nuevas actividades; así como el seguimiento personalizado del proceso de enseñanza-aprendizaje y el acompañamiento en la toma de decisiones del alumno o alumna respecto a su futuro académico, profesional y laboral.
"Cuanto mejor informado esté el alumno o la alumna, menos pasos en falso dará en su itinerario formativo".
¿Cuáles han sido los principales retos que han tenido que superar para sacar adelante esta iniciativa?
Lo más difícil ha sido vencer la resistencia del alumnado. Los profesionales de la educación estamos convencidos de que la orientación es indispensable. Cuanto mejor informado esté el alumno o la alumna, menos pasos en falso dará en su itinerario formativo. Sin embargo, muchas veces los y las jóvenes no se atreven a acudir, no son conscientes de que necesitan ayuda o no se comprometen lo suficiente en las tareas que se les proponen. La administración educativa también comparte la necesidad de esta figura del profesional de la orientación, pero le cuesta dotar de recursos a los centros.
¿Y qué acciones han tenido un impacto más positivo entre los participantes?
En general las sesiones grupales y la atención individualizada son las que mejor llegan al alumnado. Sin embargo, la base de datos de OrientAdultos, con la que podremos ayudar a los estudiantes en la búsqueda de empleo, es la que creemos que tendrá mayor impacto cuando esté a pleno rendimiento.
¿Cómo miden los resultados?
Por el momento podemos medir lo que sucede dentro de nuestro centro. A corto plazo medimos en distintos momentos el número de visitas al orientador, la asistencia a las sesiones grupales, la asistencia a los refuerzos educativos, el éxito de las medidas compensatorias, los resultados académicos trimestrales, y el grado de satisfacción del alumnado con la práctica docente.
A medio plazo medimos cuántos de nuestros alumnos y alumnas continúan cursando estudios postobligatorios con nosotros (pruebas de acceso a la universidad o a ciclos formativos de grado superior), y cuántos continúan estudiando Bachillerato o ciclos formativos de grado medio.
¿Animaría a otros centros de educación para adultos a poner la orientación académica y profesional en su lista de prioridades? ¿Por qué?
Sin duda. La comunidad educativa está convencida de que la orientación académica y profesional es muy importante, si no se desarrolla más es por falta de recursos humanos y materiales.
¿Cree que el Premio otorgado por Educaweb podría contribuir de algún modo a la difusión de su iniciativa?
Por supuesto. Este premio es un reconocimiento a nuestra labor, y por eso estamos muy agradecidos de recibirlo. También es una muy buena manera de visibilizar la educación de personas adultas. En la Comunidad de Madrid somos 69 centros públicos con una gran oferta educativa y muchos proyectos locales, nacionales e internacionales que contribuyen a la integración, promoción y participación en el mundo académico, social y laboral.