Joan Badia i Pujol (Callús, Barcelona, 1951), Catedrático de Lengua y Literatura Catalana en Educación Secundaria, es profesor en la Universitat Oberta de Catalunya, la Universitat de Vic y la Fundació Universitària del Bages. Este experto en innovación y gestión educativa, formación de docentes y planificación académica en educación superior también posee una intensa y extensa experiencia en la administración pública de Catalunya. Autor de libros de texto, Badia también ha elaborado el capítulo "El centre com a eix de la millora del sistema educatiu", incluido en la publicación Reptes de l'educació a Catalunya. Anuari de 2018, publicado por la Fundació Jaume Bofill.
Usted es partidario de efectuar un verdadero cambio educativo en Catalunya. ¿Cuáles son las razones que justificarían este cambio y cómo debería realizarse?
La elección de un cambio viene dado porque el rendimiento general de nuestro sistema educativo no es lo que necesita Catalunya. Es decir, la sociedad catalana en el nivel en que está y se encuentra, junto con la perspectiva de futuro que tiene, necesita que la escuela ofrezca una respuesta a esta evolución. Por el momento la escuela no lo hace, y si lo hace, no con términos suficientes.
Por ejemplo, no es bueno que haya un porcentaje tan alto de chicos y chicas que cada año no supere la Secundaria obligatoria, ni tampoco que un porcentaje como el que tenemos no llegue a la Secundaria post obligatoria. Sólo con esto, ya son dos datos subjetivos que tenemos que exigirnos como sociedad.
Como ya se ha demostrado, no es suficiente que la administración se proponga el cambio, ni tampoco que lo hagan algunos centros. El verdadero cambio educativo tiene que ser un cambio íntegro de todo el sistema, y eso implica que todos los actores tienen que ponerse de acuerdo y hacerlo.
Lo que verdaderamente se necesita, es que los centros hagan suyas las necesidades de cambio en la educación. Por suerte, en los últimos años ha habido movimientos que han implicado a muchos centros en esta dirección. Hay una vía de esperanza en que todo esto mejorará.
En Finlandia empezaron por la formación del profesorado. ¿Existe algún modelo de sistema educativo en otros países que pudiera aplicarse aquí o tomarse como referencia?
Lo que diferencia Finlandia de otros países de su entorno es la incidencia en el foco de la formación del profesorado. Creo que en nuestro país es un elemento clave y debemos solucionarlo, porque de momento no lo hemos conseguido.
En su capítulo destaca que la probabilidad de éxito de toda reforma educativa pasa por la complicidad y participación del centro educativo, porque para usted éste es el elemento clave. ¿Qué medidas deberían implementar los centros educativos para mejorar el aprendizaje de su alumnado?
La primera medida es tener una determinada concepción de lo que es el currículum escolar, que se basa en poner el foco en el proceso de aprendizaje de los alumnos. La segunda hace referencia a la formación permanente y continua del profesorado, basada en la práctica reflexiva. La tercera es el liderazgo pedagógico por parte del equipo de directivos y también por parte de todo el profesorado.
Estos tres elementos puestos en juego conjuntamente son importantes. Si sólo se pone en marcha uno, la cosa se desequilibra. Por ejemplo, si hay una parte del profesorado que hace formación basada en apartados de reflexión, pero el resto del equipo no lo comparte, no avanzamos. Las tres medidas tienen que ir al mismo tiempo.
¿Existen medidas externas que se pueden aplicar a los centros educativos?
Hay medidas externas que, desde factores externos como la administración, los servicios educativos o bien desde las redes educativas, pueden provocar el inicio del cambio en los centros.
Se pueden probar estas maduraciones en base de incentivos, ejemplos o bien incidencias por parte de elementos de la administración.
Hay un factor muy importante, que es el factor zona. Si tuviéramos el país estructurado, educativamente hablando, en zonas educativas, y estas zonas tuvieran un director de zona o el mismo inspector para facilitar el intercambio entre centros, estoy seguro de que mejoraríamos.
Para llevar a cabo todas estas medidas es necesaria la figura de alguien que lidere estos cambios. ¿Qué características definen a un buen líder educativo?
Un líder no sólo es un mánager o un directivo en el sentido empresarial. Un líder es una persona con autoridad pedagógica, capaz de trabajar en equipo y sobre todo impulsar equipos.
Tiene que ser una persona que ofrezca apoyo personal en momentos de desánimo o en momentos de impulsos. Naturalmente, también tiene que tener capacidad de planificación, saber encontrar recursos, ser empático y tener buena sintonía con todos.
Entre sus propuestas finales, sugiere que hay que poner el foco en el aprendizaje de los estudiantes y en que los centros y sus docentes funcionen como "comunidades profesionales de aprendizaje". ¿Cómo se deberían llevar a cabo estos dos objetivos?
Si el centro adopta las tres medidas puntales -la concepción de lo que es el currículum escolar, poner el foco en el proceso de educación y aprendizaje, y formación basada en la práctica reflexiva y buen liderazgo-, se puede tirar adelante.