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La competencia clave para ser emprendedor comienza con la autoevaluación

Artículo de opinión

  • 24/07/2019

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María Amparo Calatayud Salom, Profesora titular del departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de Universitat de València (Comunitat Valenciana)
Hoy vivimos en un contexto cambiante e incierto en la que la comunicación multilateral, ubicua, libre y universal, la transformación de las tecnologías de la información, el lado oscuro de la globalización, las amenazas del estado de bienestar, el multiculturalismo, el poder local, la pérdida de valores, la nanociencia, la revolución de la biotecnología o el imperio de la cultura virtual, están planteando un cambio de habilidades redirigidas hacia competencias que incorporen el desarrollo del talento personal y profesional. Y de entre ellas, la competencia de la iniciativa y espíritu emprendedor cada vez presenta una mayor relevancia.
 
Por competencias emprendedoras entendemos aquellas cualidades que debe tener una persona para iniciar y liderar cambios tanto en su entorno profesional como personal.
 
Cada vez más el abanico de competencias emprendedoras se va ampliando a consecuencia del escenario social y cultural en el que estamos viviendo. Si tuviéramos que hacer un recorrido por todas ellas, éstas serían interminables, pero voy a indicar las que considero necesarias en estos momentos y, que, por supuesto, podrán ir cambiando en los años venideros:
 
  • Capacidad de aprendizaje (learnability) y capacidad de desaprendizaje (capacidad de poner en cuestionamiento planteamientos que antes parecían inamovibles).
 
  • Habilidades sociales, en especial, la comunicación, la escucha activa e inteligencia emocional. En este punto, también tendrían cabida las habilidades relacionadas con las tecnologías de la información y las redes sociales.
 
  • Capacidad de utilizar el conflicto y el error como recurso de aprendizaje y de superación.
 
  • Organización, análisis, planificación, gestión y responsabilidad en el trabajo
 
  • Capacidad de innovar y de cambiar para mejorar.
 
  • Capacidad de liderazgo, coherencia e integridad y gestión de las emociones.
 
  • Iniciativa, creatividad, visión y metas claras.
 
Si bien, todas las competencias a las que hemos aludido son necesarias en la actualidad, hay una que considero primordial y que debería trabajarse, en especial, en cualquier programa formativo. Me estoy refiriendo a la autoevaluación.
 
La competencia autoevaluativa es clave para la autocrítica, para reflexionar sobre lo que estás haciendo, detectando las fortalezas y debilidades de tu actuar. Si no eres capaz de aceptar las críticas y asumir los errores, no estas predispuesto ni para el aprendizaje, ni para la mejora continua.
 
Quisiera evidenciar que la autoevaluación es la estrategia por excelencia para ser emprendedor/a en la responsabilidad, para aprender a valorar, criticar, a reflexionar, a tener iniciativa en conseguir las metas propuestas. Como decía Shakespeare "de todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo".
 
A lo largo de mi experiencia profesional me he dado cuenta de que los beneficios que presenta la realización de una auténtica autoevaluación son, especialmente, los siguientes:
 
  • Es uno de los medios para que el emprendedor/a conozca y tome conciencia de cuál es su progreso individual en la organización.
 
  • Ayuda a los emprendedores a responsabilizarse de sus actividades, a la vez que desarrollan la capacidad de autogobierno;
 
  • Es un factor básico de motivación y refuerzo del aprendizaje y posibilita la autonomía y la autodirección del emprendedor;
 
En definitiva, de todos los beneficios que he comentado anteriormente, destacaría, principalmente, que la autoevaluación posibilita al emprendedor/a reflexionar sobre su progreso, sus fortalezas y debilidades en sus logros y, lo más importante, le ayuda a mejorar y a favorecer su crecimiento personal y profesional. Si ello, es así, por favor, formadores, no hagamos de la autoevaluación una práctica olvidada, potenciemos esta competencia como la clave para ser un buen emprendedor/a.
 
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