Otorgado anualmente por la Fundación Varkey al mejor profesor o profesora del mundo, el galardón ha significado para el docente el poder recibir un millón de dólares que destinará a mejorar el centro educativo donde trabaja: la escuela secundaria Keriko en Pwani Village, ubicada en una parte remota del Valle del Rift de Kenia.
Tabichi ha recibido su premio durante una ceremonia celebrada en Dubai, en el marco del Global Education and Skills Forum 2019, donde ha indicado que "la ciencia es la clave para el futuro de estos niños. Este premio no me reconoce a mí, sino a los jóvenes de África. Les da una oportunidad de decirle al mundo que todo es posible", según un comunicado emitido por Fundación Varkey.
La historia de este profesor puede servir de inspiración a otros docentes, ya que además de otorgar el 80% de sus ingresos para equipar con tecnología la escuela en la que trabaja y ayudar a los estudiantes más pobres, ha cambiado sus vidas introduciéndolos en clubes científicos y promoviendo la paz entre diferentes grupos étnicos y religiones.
Tabichi enseña en una escuela donde el 95 % de su alumnado vive en la pobreza y el 30 % son huérfanos o provenientes de familias monoparentales. "La escuela está en un área muy remota. La mayoría de los estudiantes vienen de familias muy pobres. Incluso pagar el desayuno es difícil. No pueden concentrarse porque no han tenido suficientes comidas en casa ", ha señalado.
A pesar de tener solo una computadora en toda la escuela y una conexión de internet deficiente, el profesor ha logrado contagiar entre su alumnado el gusto por la ciencia, le ha ayudado a diseñar proyectos de investigación de calidad y a participar en competencias científicas con buenos resultados a nivel nacional e internacional.
Sus estudiantes han inventado un método para que las personas ciegas puedan medir distancias y una técnica para generar electricidad a partir de extractos de plantas. Gracias a estas innovaciones, el alumnado de Tabichi ha ganado un premio de la Royal Society of Chemistry y ha logrado clasificarse para un torneo internacional de ingeniería en Arizona, Estados Unidos.
"África va a producir científicos, ingenieros y empresarios que serán famosos en todos los rincones del mundo", ha asegurado el fraile franciscano durante la entrega del galardón.
El docente y cuatro colegas también imparten clases particulares para alumnado con dificultades en matemáticas y ciencias, visitan los hogares de los estudiantes y se reúnen con sus familias para identificar los desafíos que enfrentan socialmente, en un lugar donde la violencia tribal que se presenta puede interferir en la educación.
"Para ser un gran maestro, tienes que ser creativo y abrazar la tecnología. Realmente tienes que practicar esas formas modernas de enseñanza. Tienes que hacer más y hablar menos", ha señalado.
Una labor docente que va más allá de las aulas
La labor docente de Tabichi se extiende más allá de las aulas, dado que también enseña a las familias a cultivar productos para su consumo particular y resistentes a la hambruna, que se presenta en la zona.
"La inseguridad alimentaria es un problema importante, por lo que enseñar nuevas formas de cultivar es una cuestión de vida o muerte", ha expresado Tabichi, quien también trabaja arduamente para promover la paz, dado que se presenta continuamente violencia entre las tribus del Valle de Rift, donde se encuentra su escuela.
Es por ello por lo que ha desarrollado un club de paz para unir a las siete tribus diferentes representadas en la escuela. También ha introducido un programa común para la oración y el culto en asamblea, dirigido a su vez por alumnado de diferentes religiones.
Si quieres saber más sobre la labor docente de Tabichi, el ganador del Global Teacher Prize, no te pierdas este vídeo…
Imágenes y video: Fundación Varkey