Para ampliar la visión que la sociedad tiene sobre la labor de la profesión del logopeda, el Col·legi de Logopedes de Catalunya (CLC) ha lanzado una campaña de comunicación bajo el lema de Un logopeda fa molt més del que penses (Un logopeda hace más de lo que piensas), con la que también celebra sus 20 años de existencia.
"Teníamos alguna evidencia de que la profesión no era suficientemente conocida en la sociedad y decidimos llevar a cabo un estudio para corroborarlo. Participaron 500 personas a partir de 16 años respondiendo a un cuestionario sobre su conocimiento de la profesión", indica Mireia Sala, decana de CLC, en entrevista para Educaweb.
Los resultados de este estudio revelaron que, efectivamente, la logopedia es poco conocida entre la ciudadanía, por lo que la Junta de Gobierno del Col·legi de Logopedes de Catalunya llegó a la conclusión de que era urgente lanzar una campaña de comunicación de carácter didáctico y divulgativo.
Y es que poco se sabe que el logopeda puede ayudar a un niño que no mira a los ojos, a una persona que cuando come le pasa alimento al pulmón, a alguien que después de un ictus no puede hablar, a una maestra que acaba la semana sin voz, a una niña de 3 años que todavía dice muy pocas palabras, a un adolescente que no entiende los enunciados de los problemas, a una persona grande que ha perdido la audición o a alguien que sufre cáncer de lengua…
La logopedia es una profesión sanitaria muy joven, regulada por la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias. Los profesionales que se dedican a ella desarrollan actividades para la prevención, evaluación y tratamiento de los trastornos de la comunicación, el lenguaje, el habla, la audición, la voz y las funciones orales no verbales (como por ejemplo la deglución o la succión) en personas de todas las edades, desde neonatos hasta la vejez, según Sala y Núria Argelich, decana y tesorera del CLC, respectivamente.
La campaña de comunicación se dirige a la población en general, "haciendo hincapié en familias con hijos pequeños que puedan presentar alguna dificultad, en aquellas personas que pueden tener algún familiar a cargo y también en los posibles futuros estudiantes que puedan sentirse atraídos por esta profesión y matricularse en el Grado", señala Argelich, quien también responsable de esta iniciativa.
Casos reales en los que la logopedia ha podido ayudar
Como parte de la campaña, lanzada en medios digitales, el CLC ha contado con la participación de pacientes voluntarios que explican, a través de vídeos o anuncios publicados en la web y redes sociales de la asociación, cómo la logopedia ha podido ayudarlos a salir adelante.
"Lo que hemos priorizado en la campaña es su componente humano. Han participado 18 personas voluntarias de todas las edades que han recibido o están recibiendo tratamiento logopédico por diferentes alteraciones de la comunicación y de la deglución", detalla Argelich.
La campaña consta de varias piezas de comunicación, desde carteles digitales, banners, un vídeo coral y 6 vídeos individuales, que exponen las historias de las personas que han participado en esta iniciativa. Asimismo, cuenta con una página web que se ha creado expresamente, donde se explica qué hace un logopeda y qué trastornos y alteraciones trata.
En los materiales de comunicación se puede encontrar, por ejemplo, el caso de Andrea, una niña que tenía un trastorno de lenguaje y que gracias a las sesiones de logopedia ha podido explicar todo lo que quiere a sus amigos; o Jordi, un niño sordo de nacimiento que con su logopeda ha podido descubrir los sonidos, los ruidos y las palabras.
¿Cuáles son las alteraciones que se trabajan desde la logopedia?
En general, los profesionales de la logopedia pueden intervenir y contribuir a la resolución de alteraciones o trastornos relativos a la deglución y a la comunicación. Los primeros son causados generalmente por enfermedades, como ictus, traumatismos craneoencefálicos, cáncer de laringe, disfunciones faciales; o bien trastornos de espectro autista (TEA), demencia o discapacidad intelectual y motriz, entre otras.
En el caso de los trastornos de comunicación, los logopedas pueden ayudar a mejorar o solucionar alteraciones del lenguaje, el habla o la voz, e incluso de la comunicación no verbal.
En cuanto al lenguaje, los profesionales de la logopedia tratan las alteraciones en la comunicación social o el trastorno de aprendizaje que afecta la lectura o la escritura.
Los logopedas también contribuyen en el tratamiento de las enfermedades del habla, como pueden ser la apraxia (un trastorno adquirido de origen neurológico que afecta la programación de los movimientos faciales para producir los sonidos del habla), la disartria (dificultad para articular sonidos y palabras debido a una parálisis) o la tartamudez. Y respecto a las alteraciones de la voz, tratan la afonía y la disfonía.
¿Qué estudiar para dedicarte a la Logopedia?
En estos momentos, la única titulación que habilita para el ejercicio la profesión regulada de la logopedia es el Grado en Logopedia, la más recomendada por el CLC.
Anteriormente solo se accedía a la profesión a través de másteres de especialización dirigidos a titulados en los ámbitos de la Psicología, la Medicina, el Magisterio o la Lingüística y luego a través de una diplomatura de tres años.
No obstante, actualmente la profesión cuenta con nuevas generaciones de graduados en Logopedia "que suben con muchísima fuerza y con una mayor autoestima profesional, hecho que sin duda revertirá en el reconocimiento social de la profesión y de los profesionales logopedas en un futuro inmediato", asegura Mireia Sala, decana del Col·legi de Logopedes de Catalunya (CLC).
De momento no existe en España ningún título de FP para trabajos auxiliares de logopedia, aunque sí títulos de FP que podrían tener alguna relación con el trabajo del logopeda, como por ejemplo la titulación de Técnico en Atención Sociosanitaria o las titulaciones de Técnico Superior en Audiología Protésica, Documentación y Administración Sanitarias, Higiene Bucodental, Educación Infantil o Interpretación de la Lengua de Signos, entre otras.
En cuanto al perfil del estudiante que desee formarse en este ámbito, tanto Sala como Argelich destacan que el alumnado que ingrese en el Grado de Logopedia debería ser competente en el ámbito comunicativo, tanto a nivel oral como escrito, para poder comunicarse eficazmente con los pacientes y familiares y con los demás profesionales.
De hecho, según el Libro Blanco del Título de Grado en Logopedia publicado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, el logopeda "debe presentar una correcta producción del habla, estructuración del lenguaje y cualidad de la voz y debe poder comunicarse correctamente en las lenguas oficiales propias de la comunidad autónoma donde ejerza la profesión".
Además, el estudiante debería ser una persona con habilidades en las relaciones interpersonales, destacando su capacidad de observar y escuchar activamente y su reconocimiento a la diversidad y la multiculturalidad; así como estar comprometido con la ética profesional.
Las salidas profesionales
La salida profesional mayoritaria de estos profesionales es la labor asistencial, aunque también existe la salida académica y, obviamente, la gestión, señalan Mireia Sala y Núria Argelich, decana y tesorera del CLC, respectivamente.
Según un estudio reciente donde se encuestaron 580 logopedas de toda España, la mayoría de los logopedas ejercen dentro de la práctica privada (55,4%). El resto se distribuyen entre el ámbito sanitario, el ámbito educativo (infantil, primaria y secundaria), el ámbito sociosanitario (discapacidad y mayores), la atención temprana y la docencia universitaria e investigación.
Si quieres saber más sobre la profesión del Logopeda te invitamos a consultar el Diccionario de Profesiones de Educaweb donde se explican más detalles de esta profesión. Y si estás interesado en especializarte en esta profesión, en Educaweb podrás encontrar la formación que necesitas