Encuentra tu curso ideal
9%
¿Qué quieres estudiar?

Formación y profesionalidad docente ante el acoso escolar

Artículo de opinión

  • 07/11/2018

  • Deja tu comentario
  • Valora


José Joaquín Bennasar Solsona, Psicólogo educativo experto en acoso escolar (Comunidad Valenciana)
Ya son muchos los años y los recursos que se han dedicado al tema del acoso escolar. También son muchos los ámbitos desde los cuales se trata esta problemática: cortos cinematográficos, medios de comunicación, redes sociales, diferentes administraciones públicas, miembros de seguridad, sanidad, servicios jurídicos, servicios sociales, ONGs, todos con la mejor voluntad. ¿Es suficiente? ¿Hemos analizado el entorno familiar donde se educan los estudiantes? ¿Asumimos como normalizado el proceso no controlado del uso de pantallas desde los primeros años de la infancia? ¿Y qué parte de responsabilidad tiene el profesorado?
 
No debemos olvidar que, en las relaciones de convivencia, las familias y el profesorado no están en un plano de igualdad con el alumnado. Ambos tienen la responsabilidad de educar y la educación viene determinada por el uso de la disciplina, no entendida como sanción. sino como la manera de enseñar al alumnado a comportarse de forma positiva. En más de una ocasión estamos entre los hijos/as o los estudiantes, pero no interactuamos con ellos. Esto nos lleva a reconocer que muchas situaciones que alteran la convivencia escolar pasan desapercibidas entre el profesorado e incluso entre las familias
 
Centrándonos en la formación del profesorado, éste accede a la docencia sin las competencias básicas para desarrollar lo que Jacques Delors avanzó en 1996: "Aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser". Puede que conozcan las dos primeras, pero estamos de acuerdo que las dos últimas son, en general, ignoradas por los docentes que acceden en los diferentes niveles del sistema educativo.
 
Una formación que no incluya un conocimiento profundo de técnicas conductuales y cognitivas, así como habilidades emocionales y sociales hace difícil afrontar diariamente las clases con los estudiantes.
 
"Muchas situaciones que alteran la convivencia escolar pasan desapercibidas entre el profesorado e incluso entre las familias".
 
Además de esta falta de formación especializada, la atomización de las funciones docentes por atender más a la especialización del currículum que al niño que crece, se integra y aprende, dificulta la intervención en la convivencia escolar y, especialmente, en los casos de acoso escolar. Es importante entonces que el profesorado se implique para lograr un clima que favorezca la armonía en el aula y la escuela, mediante dinámicas de grupo que permitan un enriquecimiento profesional y un compromiso que facilite sus intervenciones individuales. Todos nos necesitamos.
 
Si hubiera un buen diseño de una carrera profesional docente se podrían actualizar estos apartados de acuerdo con la evolución propia de la sociedad. Partiendo de las propias vivencias del profesorado, no le sería complicado atender a los estudiantes de una manera positiva destacando su desarrollo personal y social.

La educación obligatoria contempla la existencia formal de un profesor tutor para cada curso. Esta función se ha reducido en la práctica, y en numerosas ocasiones, a tareas burocráticas y de relación con las familias. La esencia de la función tutorial demanda seguir el acervo cultural y práctico desarrollado desde los orígenes de la profesión docente.

Requiere la tradición de seguir con atención al alumno, sus problemas, su adaptación al entorno escolar y social, sus éxitos y fracasos sobre el currículum y las posibles causas de desajuste que no pueden remitirse exclusivamente a un maestro o profesor tutor. Al contrario, todos los docentes deben interesarse por esta clase de atenciones y deben obligarse a comunicar con el tutor cualquier incidencia que afecte el tránsito del estudiante por la institución educativa.   
 
Si el docente desconoce las circunstancias que rodean la vida del niño/a o adolescente difícilmente acertará en sus intervenciones ante una situación de indisciplina o de acoso escolar. La sociedad necesita un profesorado vocacional dotado de competencias que le permitan interactuar con el alumnado de forma exitosa, tanto a nivel académico como personal.
Deja tu comentario