La prevención es la clave para acabar con el bullying, según el mismo informe, que también asegura que las víctimas comienzan a sufrirlo entre los 9 y 10 años y que, si la violencia no se detiene en las primeras etapas, puede perpetuarse y multiplicar su intensidad y frecuencia. Y es que las actitudes y comportamientos del alumnado, que serán luego dominantes en toda su trayectoria escolar, se gestan en la etapa final de la Educación Infantil, según el estudio El bullying se gesta en la etapa de Educación Infantil, publicado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) (2018).
Por tanto, resulta imprescindible llevar a cabo acciones formativas desde estas edades, tanto en la escuela como en el círculo familiar, para fomentar valores y competencias encaminadas a generar una buena convivencia y corregir conductas que puedan llegar a convertirse en violencia escolar en el futuro, según coinciden en señalar algunos de los participantes de este monográfico.
La clave, programas integrales y sistemáticos para prevenir el bullying
La formación para prevenir el bullying se evidencia como una de las herramientas para poder combatirlo desde las primeras etapas de la vida escolar. No obstante, para que estas acciones formativas sean efectivas, deben impartirse de forma sistemática en periodos largos de tiempo, e implicar a toda la comunidad educativa, aseguran los expertos que participan en este monográfico.
También recomiendan que este tipo de formaciones no sean puntuales, sino que se constituyan como parte de un programa completo que incluya intervenciones y actividades dirigidas a promover entre el alumnado sus competencias de comunicación, empatía y resolución de conflictos entre iguales de forma pacífica.
"Cuando hablamos de proceso de prevención de acoso escolar, debe ser integral para toda la comunidad educativa. Una formación que se debe hacer al profesorado, al alumnado, a las familias, incluso a los monitores del comedor y los de actividades deportivas", señala en entrevista a Educaweb Andrés González Bellido, psicólogo, experto en orientación e impulsor del programa Tutoría Entre Iguales (TEI), en el que se pretende empoderar al alumnado de toda la escuela para prevenir el acoso escolar.
Asimismo, las opciones de formación relacionadas con el bullying deben centrarse más en las causas que lo provocan que en los hechos y en generar un buen ambiente de convivencia entre la comunidad educativa, empoderando a todos los miembros de la misma haciéndoles partícipes de las acciones preventivas.
Dos ejemplos de programas de prevención del acoso escolar que funcionan
Diversas entidades públicas y privadas ofrecen acciones formativas y programas integrales de prevención del acoso escolar para toda la comunidad educativa. Aquí mencionamos dos de ellos que destacan por haber sido probados experimentalmente, obteniendo buenos resultados. Los dos tienen en común que implican a toda la comunidad educativa, especialmente a los propios estudiantes, y que se aplican de manera sistemática e integral.
Programa TEI
Se trata de un programa en el que los tutores y acompañantes de las situaciones de acoso son los propios estudiantes. De carácter institucional e integral, esta iniciativa implica una intervención sistemática sobre el clima de convivencia del centro educativo, enfocándose a crear una cultura de no-violencia en donde el alumnado es el protagonista y dinamizador del proceso.Un estudio reciente realizado por la Universidad de Alicante a 4.000 estudiantes para evaluar los resultados del programa TEI ha revelado que, en el primer año de aplicación de esta iniciativa en los centros escolares, esta ha ayudado a reducir en un 52 % las agresiones físicas y en un 40 % la depresión generada por situaciones de acoso escolar.
Programa KiVa
Se trata de un programa anti-acoso diseñado por la Universidad de Turku (Finlandia) y que se ha implementado con éxito en el 90 % de los centros escolares finlandeses, y que algunos centros españoles también han desarrollado. Según un estudio en el que participaron 30.000 estudiantes finlandeses de entre 7 y 15 años, este sistema logró eliminar el acoso en cerca del 80 % de las escuelas.Esta iniciativa incluye tres componentes principales: acciones dirigidas a la prevención del acoso, en las que se enseña al alumnado información sobre el mismo y además maneras constructivas de comportarse en las aulas y apoyar a las posibles víctimas, por ejemplo. A las familias se les ofrecen charlas y una guía online para que aprendan a tratar el tema con sus hijos.
El segundo elemento es la formación para la intervención, realizada principalmente para el profesorado y el equipo de tutores, para que puedan detectar posibles casos de acoso y actuar a tiempo. Y, por último, el tercero lo constituye el monitoreo y seguimiento de casos de bullying.
La formación del alumnado, dirigida a promover la buena convivencia
El acoso escolar no se presenta realmente como tal en Educación Infantil y en el Primer Ciclo de Primaria, coinciden algunos participantes del monográfico. No obstante, es en estas edades cuando se deben enfocar los esfuerzos por generar conductas saludables.
"Aunque aún no podemos hablar de bullying propiamente dicho, porque no cumple los criterios de la definición aceptada de este fenómeno. Con cierta frecuencia podemos ver desde edades tempranas las raíces de la conducta de los futuros agresores y víctimas", asegura en entrevista a Educaweb Maite Garaigordobil Landazabal, doctora en Psicología, catedrática de la Universidad del País Vasco e investigadora sobre temas relacionados con la intervención psicológica en contextos educativos.
Es por ello que la formación dirigida al alumnado con el propósito de prevenir el acoso escolar, especialmente en estas edades, debe ser tanto de carácter informativo, pero sobre todo socioemocional.
La formación dedicada a informar al alumnado debe explicar los tipos de acoso escolar y cómo actuar ante ellos, ya sea desde el rol de víctima o espectador. Asimismo, "una parte del trabajo en formación de los alumnos debiera dejar claro en qué consiste realmente el acoso escolar, diferenciándolo de otros conflictos de convivencia que, indudablemente, también deberían abordarse", explica en su artículo para Educaweb Damián Saint-Mezard Opezzo, sociólogo y profesor de un IES de Madrid.
A nivel socioemocional se deben llevar a cabo acciones formativas dirigidas a trabajar la empatía, "para que los estudiantes sepan, sobre todo aquellas personas que tienen conductas que pueden hacer daño, la magnitud de daño que hacen tanto las conductas de baja intensidad como los insultos hasta la violencia física", añade Andrés González Bellido, impulsor del programa TEI.
Recursos TIC y audiovisuales para fomentar la empatía
En los últimos años se han desarrollado recursos TIC y vídeos dirigidos a los estudiantes para propiciar conductas prosociales. Los participantes del monográfico proponen algunos:
Vídeos y cortometrajes. Visualizar o realizar vídeos y cortometrajes sobre el tema del acoso, para ejemplificar situaciones y así generar sentimientos de empatía, puede ser una buena manera de prevenirlo, según propone Ana Cobos, en su artículo para Educaweb. La orientadora profesional y presidenta de COPOE sugiere también exhibir en clase algunos vídeos sobre el tema como, por ejemplo, el clip musical El Langui, Se buscan #valientes, o el corto Nada será igual, ambos desarrollados por un instituto de Castellón.
Juegos cooperativos. Bajo la premisa de que los juegos cooperativos pueden estimular la conducta prosocial del alumnado, la catedrática de la Universidad del País Vasco, Maite Garaigordobil Landazabal, y su equipo de investigación desarrollaron cuatro volúmenes de juegos cooperativos para aplicarse en las aulas. Estos constan de más de 500 actividades lúdicas-cooperativas dirigidas a alumnado de cuatro grupos de edad e incluidas en varios libros y CD-ROM. Evaluados experimentalmente, los juegos se han aplicado semanalmente durante un curso académico, habiéndose confirmado que los estudiantes que los realizaron aumentaron sus competencias sociales y emocionales, lo que ayuda a prevenir conductas violentas.
Videojuegos, apps y realidad virtual. Recientemente se han desarrollado videojuegos y programas de realidad virtual para que el alumnado se ponga en la piel de la víctima de acoso escolar, con el objetivo de concienciar y así prevenirlo. Uno de ellos es el videojuego gratuito Cybereduca cooperativo, en el que se responden preguntas relacionadas con el bullying y ciberbullying para avanzar en el mismo, lo que permite ir tomando conciencia sobre sus consecuencias.
Por otro lado, también se han desarrollado algunas aplicaciones de realidad virtual para que los estudiantes se adentren en situaciones de acoso. Un ejemplo es la app Asignatura Empatía, desarrollada por Samsung y Ministerio de Educación y Formación Profesional, enmarcado en el Plan Nacional de Convivencia Escolar. La aplicación ya ha sido utilizada en algunos institutos.
Formación docente para fomentar competencias socioemocionales
La formación que el profesorado debería recibir para prevenir el acoso escolar tendría que centrarse en tres aspectos, según los expertos que han participado en el monográfico: adquirir competencias para desarrollar técnicas conductuales, cognitivas y socioemocionales en una dinámica grupal; habilidades que les ayuden a identificar el acoso escolar, y conocimientos específicos sobre cómo intervenir en este tipo de situaciones.
"La formación adecuada para prevenir el bullying debería encaminarse a objetivos educativos: convivencia, práctica y aprendizaje de resolución de conflictos y participación en la comunidad, como contexto donde se experimenta y practica la ciudadanía activa y la responsabilidad social", explica por su parte María Jesús Comellas, profesora emérita de la Universitat Autònoma de Barcelona, en su artículo.
Es importante entonces que el profesorado adquiera competencias para educar en la convivencia y prevenir el acoso escolar inculcando en sus estudiantes habilidades sociales, de comunicación y emocionales.
Formación para familias: ayudar a sus hijos a potenciar la empatía
Las familias juegan un rol imprescindible en la prevención del acoso escolar porque son ellas las que influyen en las conductas socioemocionales de sus hijos, según los expertos, que proponen formar a las familias en técnicas que les ayuden a fomentar la empatía en sus hogares, como pueden ser juegos de rol familiares.
"Cuando desde la escuela y la familia se estimulan valores sociales y morales positivos (paz, solidaridad, igualdad, dialogo, tolerancia…), la probabilidad de que la conducta violenta aparezca se reduce significativamente", concluye la investigadora Maite Garaigordobil Landazabal.
La formación de toda la comunidad educativa resulta entonces la pieza clave para poder prevenir el acoso escolar, siempre y cuando todos se impliquen en hacerlo.
Más ideas y acciones formativas para evitar que el bullying se desarrolle en las aulas se pueden consultar en los artículos que conforman este monográfico. Adicionalmente, en Educaweb se encuentran cursos y másteres especializados y dirigidos a familias y profesorado para poder hacer de la escuela un lugar libre de acoso escolar.