El estudio ha sido elaborado por investigadores de la Universitat de Barcelona y promovido por la Fundació Jaume Bofill y el Institut Català d'Avaluació de Polítiques Públiques (Ivàlua), como parte del programa Què funciona en educació. Evidèncias per la millora educativa.
Los resultados de la investigación han sido presentados en el acto Orientació i assesorament en l'àmbit educatiu: como millorar les trajectories d'èxit de l'alumnat, realizado hace unos días, al que han asistido expertos del sector educativo y de la orientación, entre ellos Ismael Palacín, director de la Fundació Jaume Bofill, y Silvia Amblàs, directora de DEP Institut, quien también ha participado como ponente.
Para la elaboración de este estudio, sus autores, los catedráticos e investigadores de la Universitat de Barcelona (UB), Sandra Escapa y Albert Julià, han realizado una revisión sistemática de ocho metaanálisis que incluyen más de 440 evaluaciones de Programas de Orientación y Asesoramiento (POA) en centros educativos alrededor del mundo, sobre todo de Estados Unidos.
El informe destaca cuáles son los efectos positivos producidos por los POA, a los que describe como las intervenciones que las personas cualificadas y capacitadas ofrecen al alumnado de cualquier edad, para acompañarlo en la gestión de sus propias actividades de la vida cotidiana, en el desarrollo de sus puntos de vista y en su toma de decisiones a la hora de forjar su propia trayectoria académica y profesional.
Mejora del absentismo escolar y la autoestima del alumnado
Entre las principales conclusiones del informe destaca que existe evidencia de que los Programas de Orientación y Asesoramiento generan efectos positivos y significativos en las habilidades educativas de los estudiantes, como la mejora de su nivel de escritura y de competencias para la resolución de problemas.
Los Programas de Orientación y Asesoramiento también son efectivos en todas las etapas educativas, según el estudio. "Asimismo, tienen potencial para beneficiar a alumnos de diferentes perfiles socioeconómicos, incluso aquellos más vulnerables", ha explicado Sandra Escapa, una de las autoras de la investigación, en declaraciones a Educaweb.
Los POA estimulan el apoderamiento educativo-profesional del alumnado sobre las decisiones que han de tomar en cada etapa educativa y en la autoconfianza para llevarlas a cabo. La evidencia también muestra que los POA producen "mejor satisfacción en la toma de decisiones (incluidas aquellas a la hora de elegir un itinerario educativo o profesional), y mejor actitud y compromiso hacia la escuela o instituto", ha indicado Escapa.
La reducción de la indisciplina, el absentismo escolar y otras conductas disruptivas constituyen otros efectos positivos que causan los POA, según la investigación.
Asimismo, estas intervenciones ayudan a disminuir problemas de ansiedad y depresión del alumnado, sobre todo cuando las intervenciones son realizadas por un profesional referente.
"También existe evidencia favorable, aunque poco extensa, en el desarrollo de las habilidades sociales, la mejora de la autoestima y mejores resultados académicos", ha añadido la investigadora.
A pesar de que algunos Programas de Orientación y Asesoramiento muestran evidencias positivas en la prevención del abandono educativo, estas aún son muy limitadas.
"Haría falta seguir implementando este tipo de programas, dado su impacto positivo en general y, así poder evaluar y evidenciar qué efecto tienen en la reducción del abandono escolar, entre otros aspectos", ha afirmado Sandra Escapas, coautora del estudio, en declaraciones a Educaweb.
¿Cómo son los programas de orientación más efectivos?
Durante el encuentro, Sandra Escapa, investigadora y autora del informe, ha explicado las características que comparten los POA más efectivos analizados en el estudio, aunque sus efectos dependen del tipo de programa y la etapa educativa en la que se aplican.
En términos generales, los Programas de Orientación y Asesoramiento que tienen mejores resultados…
- Combinan intervenciones individualizadas con sesiones estructuradas en pequeños grupos (sobre todo aquellos en los que se trabaja con una clase).
- Se llevan a cabo de manera sistemática y a lo largo de las etapas educativas, dándole más peso a uno u otro tipo de intervención según la que se trate. Por ejemplo, los programas de guía curricular son especialmente efectivos en Secundaria Obligatoria y Bachillerato; mientras que los servicios de respuesta, enfocados a quienes se encuentran con problemas o dificultades que pueden interferir en su desarrollo personal, relacional o educativo, tienen mayor impacto en Primaria.
- Cuentan con la figura de un orientador especializado dentro del centro, con formación específica y que es considerado como un referente en la materia para el alumnado y el profesorado.
- Su planificación, duración y número de sesiones se adapta a las posibilidades, necesidades y recursos de las escuelas, de cada estudiante (algunos requieren una intervención de larga duración y otros no) y el tipo de orientación (servicios de respuesta, planificación individual o guía curricular).
Otros factores que determinan el éxito de las intervenciones
Durante la presentación del estudio también se dieron algunas recomendaciones para que los Programas de Orientación y Asesoramiento puedan aplicarse en otros contextos diferentes a los estudiados y obtener mejores resultados.
Incentivar y promover los programas de orientación, asesoramiento y guía curricular en todos los centros educativos y durante todas las etapas educativas, combinando el seguimiento individual y el trabajo grupal, y adaptando estas intervenciones en función de las necesidades del alumnado, constituyen algunas de las propuestas que el estudio ofrece para que los POA tengan efectos positivos en los estudiantes.
La orientación debe ser trabajada como un proceso a lo largo de la vida, no como una intervención o actividad puntual, por lo que la planificación y la disposición de recursos para llevarla a cabo y evaluar sus resultados es fundamental, según el estudio.
El informe también sugiere que se impulse la figura del orientador como la persona referente de los alumnos y que para ello se apueste formar adecuadamente a los futuros orientadores sobre los programas más efectivos. Asimismo, se tiene que garantizar la formación continua de las personas que lleven a cabo las tareas de orientación.
Por último, el estudio le otorga máxima relevancia a evaluar el impacto de las intervenciones que se desarrollan actualmente para poder establecer si realmente están funcionando o no, y actuar en consecuencia.
"En otros países es impensable implementar una política de orientación sin tener en cuenta su evaluación, ya que es la manera de saber qué impacto real tiene y si el dinero invertido está consiguiendo los objetivos marcados. Es por esto que creemos que vale la pena evaluar los programas que se estén haciendo o que vayan a hacerse en el futuro. De esta manera podremos saber qué tipos funcionan mejor, en qué contextos y para qué colectivos", ha opinado Sandra Escapa, autora del informe, a Educaweb.
Respecto a la evaluación de los POA, la directora de DEP Institut, Silvia Amblàs, también ha destacado que el proyecto Keyway, constituye una herramienta eficaz para poder evaluar los servicios de orientación.