Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Encontrar empleo después de los 50

Artículo de opinión

  • 26/07/2018

  • Valora


Neus Bosch, Psicopedagoga y orientadora profesional de Educaweb
La situación de los parados mayores de 50 años constituye un desafío. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre población activa indican que ese colectivo cuenta con el mayor porcentaje de parados, y su situación no ha mejorado en el último trimestre. Y el informe Esenciales de la Fundación BBVA – Ivie, revela que el 39,2% de los parados mayores de 50 años lleva buscando empleo más de 4 años, un porcentaje mucho más elevado que en los demás grupos de edad. Este informe ofrece otro dato importante: "El desempleo de larga duración afecta más a las personas con mayor edad y menor formación".
 
Estas cifras evidencian que se necesitan acciones para aumentar la empleabilidad de ese colectivo, y que estas pasan por los procesos de orientación a lo largo de la vida.
 
Desde la Red Europea de Políticas de Orientación a lo Largo de la Vida (ELGPN), se han elaborado unas pautas para las políticas y el desarrollo de sistemas para la orientación a lo largo de la vida. En ellas se definen a  las competencias para la gestión de la carrera (Career Managment Skills) como el "conjunto de competencias (conocimientos, habilidades, actitudes) que permiten a los ciudadanos de cualquier edad o etapa de desarrollo gestionar sus caminos de aprendizaje y vida laboral". Tomar conciencia de cuáles son estas competencias y saber manejarlas ayuda a las personas a construir y evolucionar su proyecto de vida y profesional.
 
Cada cambio en la carrera implica un ejercicio de autoconocimiento, que requiere la identificación de las propias habilidades, competencias, actitudes, y conocimientos, fijar unos objetivos y emprender las acciones necesarias para conseguirlos. Se trata de un trabajo importante, muchas veces dificultoso para las personas. Por eso, los servicios de orientación debe prepararse para acompañar a los usuarios y usuarias a trazar estos itinerarios y ayudarles en la identificación de las propias competencias y de los pasos a seguir para conseguir aquéllas de las que no disponen.
 

¿Cuáles son las competencias para la gestión de la carrera?

 
Como ya hemos visto, las personas mayores de 50 años y con menor formación son las más afectadas por el desempleo. Para poder incorporarse de nuevo al mercado de trabajo es necesario que emprendan acciones que les permitan mejorar sus competencias y, en consecuencia, su perfil profesional.
 
Actualmente, no existe ningún listado consolidado con todas las competencias necesarias para la gestión de la carrera, pero hay informes y proyectos que nos pueden dar pistas sobre algunas de ellas.

El proyecto Leader, iniciativa dirigida por DEP Institut y cofinanciada a través del Programa Erasmus + de la Unión Europea, define y consensua un modelo de gestión de las competencias profesionales (CMS) y desarrollar fuentes de formación para los orientadores profesionales,  ha elaborado un modelo teórico en el que identifica 30 competencias agrupadas en cinco categorías:
 
  • Eficacia personal. En esta categoría aparecen competencias relacionadas con la capacidad de alcanzar metas y progresar con unos objetivos, como, por ejemplo, "me conozco y sé lo que se me da bien", "tomo decisiones eficaces sobre mi vida, formación y trabajo".
  • Gestión de las relaciones. En ese apartado se enumeran las competencias que hacen referencia a la gestión eficaz de las relaciones con los demás para poder mejorar en la carrera profesional, algunos ítems son "interactúo con confianza y eficazmente con los demás", "mantengo mis relaciones y redes profesionales".
  • Búsqueda de trabajo y acceso a la formación. En este punto están las competencias relacionadas con la capacidad de buscar trabajo y/o formación, algunas de estas son "aprendo a lo largo de la vida", "busco nuevas oportunidades que ayuden a construir mi carrera profesional".
  • Gestión de la vida y la carrera. Aquí se destaca la importancia saber avanzar en la carrera profesional, sin dejar de lado la vida personal. Podemos encontrar competencias como "puedo decidir y fijar objetivos profesionales por mí mismo/a estableciendo plazos adecuados para lograrlos", "mantengo un equilibrio entre mi vida, la formación y el trabajo que es adecuado para mí".
  • Comprensión del mundo. Por último, aparecen aquellas competencias relacionadas con la comprensión de la sociedad y el saber adaptarse a los cambios que se producen. Aparecen ítems como "entiendo como la formación y el trabajo cambia a lo largo de la vida", "puedo aprovechar al máximo las oportunidades que van surgiendo".

Por otro lado, el Informe Adecco sobre trabajar en España apunta que el trabajador de 2020 deberá tener las siguientes habilidades y competencias: habilidades de colaboración, gestión de la imagen propia, comunicación y habilidades interpersonales, capacidades técnicas y de orientación a resultados, valores sociales, habilidades internacionales y habilidades de gestión del cambio.
 
Ambos estudios coinciden en el saber relacionarse, el aprendizaje a lo largo de la vida o la apertura a la novedad como competencias importantes para los trabajadores. Estos son solo algunos ejemplos de qué es lo que pide el mercado laboral. Frente a eso, conviene que todo trabajador adulto se plantee si cuenta con estas competencias y busque ejemplos reales que las evidencien. Si la respuesta es negativa, la siguiente pregunta es:¿qué puedo hacer para conseguirlas?
 
 

¿Qué hacer para mejorar las competencias?

 
Formación mayoresExisten varias formas para mejorar el perfil personal y las competencias. Cada persona es única, y eso hace que sea necesario un análisis individual para poder decidir qué acciones emprender.

Toda decisión requiere un análisis previo y hay una serie de preguntas que toda persona que está buscando empleo se debería hacer:
 
  • ¿Cuáles son mis competencias? ¿Qué habilidades tengo? ¿Qué se hacer bien? ¿Qué he aprendido a lo largo de mis años de trabajo?
  • ¿De qué quiero trabajar? ¿Estoy dispuesto/a a cambiar de sector profesional y tareas?
  • ¿Qué necesito para conseguir el trabajo que quiero? ¿Tengo que formarme? ¿Existe algún modo de acreditar toda mi experiencia laboral?
  • ¿Dónde puedo acudir para que me orienten?

Realizarse estas preguntas es uno de los primeros pasos para poder planificar las acciones a llevar a cabo en la búsqueda de empleo.
 
Las personas mayores poseen algo que se consigue con la edad, la experiencia, así pues, deben jugar esta carta a su favor, sin olvidar la formación y las demás competencias transversales que también son importantes actualizar durante el recorrido laboral.
 
Actualmente, tener un nivel de usuario en el uso de las TIC, un mínimo conocimiento de inglés o formación específica en un ámbito son aspectos que están presentes en la mayoría de las ofertas de trabajo. No poseer ninguna de estas competencias supone perder oportunidades de empleo.
 
Por lo tanto, las acciones formativas que se realizan a lo largo de la vida ayudan a  mejorar las competencias, y en consecuencia, a mantener al día el perfil personal y aumentar las posibilidades de encontrar empleo.
 
Por último, hay que señalar que la actitud es fundamental, tener una actitud favorable frente a la formación, el aprendizaje y el cambio favorece el proceso de reorientación profesional.