A lo largo de los últimos años, la situación económica ha impactado en este grupo de trabajadores, expulsándoles del mercado laboral en su mejor momento profesional, aún a sabiendas de que el conocimiento de la compañía salía por la puerta sin que en muchos casos se hubiera definido un plan de relevo generacional.
En estos momentos, y como se ha puesto de manifiesto en el trabajo realizado por el Observatorio Generación y Talento en su estudio Diagnostico de la Diversidad Generacional, los Baby Boomers aportan experiencia y visión del negocio. Comprenden la dimensión política de la empresa, tienen visión estratégica y se orientan hacia el largo plazo.
Este tipo de trabajadores están comprometidos con la empresa y su responsabilidad y disciplina les hace indispensables en cualquier proyecto empresarial. Son personas que forman parte de la generación del blanco y negro, pero que a su vez se han convertido en adictos al WhatsApp, por lo tanto, son capaces de adaptarse y gestionar su nueva vida profesional.
En este momento de su vida y de cara a la segunda parte de esta, lo primero que estas personas deben plantearse es qué saben hacer, qué es lo que les gusta, para qué se consideran preparados. Cómo quieren afrontar, esta segunda, tercera o cuarta versión de sí mismos y considerarla como una oportunidad.
"La globalización y las nuevas tecnologías ha impactado en el mercado laboral, por este motivo los mayores de 50 años deben actualizarse en las TIC y redes sociales".
Hay que detenerse a analizar el nuevo ecosistema del mundo laboral que afecta a todas las generaciones. En este sentido, pensar que la formación reglada no habilitará a los jóvenes, en muchos casos, a conseguir los futuros puestos de trabajo que todavía no existen.
Las nuevas tecnologías están posibilitando que sea muy fácil que grupos de trabajadores se pongan en contacto entre sí, permitiendo nuevas oportunidades de trabajo. Las grandes empresas son conscientes que estas de líneas de negocio resultan muy valiosas y que implantarlas internamente serían muy difícil. Por tanto, están captando talento de estas "pequeñas unidades de talento" a través de lo que conocemos como start-ups u otras formas de trabajo colaborativo. De hecho, la innovación y el trabajo más atractivo se encuentra hoy en esas pequeñas unidades de talento. Es aquí donde los mayores de 50 años pueden aportar el talento generado a lo largo de estos años, el capital social acumulado, los contactos, la visión de negocio que junto con otros partners pueden llevar a buen puerto sus ideas.
Los mayores de 50 años deben actualizarse en las TIC y redes sociales
Si nos preguntamos qué competencias deberían desarrollar estas personas para poder construir su proyecto de vida y profesional, y encontrar un empleo, lo primero que hay que considerar es que las recetas únicas y mágicas no existen. Con carácter general, y no solo para los mayores de 50 años, el empleo tiende a ser más flexible y especializado en lo que se conoce como economía colaborativa, donde más gente genera ingresos a través de trabajos por proyectos.
La globalización y las nuevas tecnologías ha impactado en el mercado laboral, por este motivo los mayores de 50 años deben actualizarse en las TIC y redes sociales. Una buena experiencia laboral les capacita para iniciar esta segunda etapa de su vida, pero a la vez hay que abrir los ojos al mundo global, y una manera de mejorar esta competencia sería hacer algo tan sencillo como un mentoring con sus hijos y amigos de menos de 25 años.
Planificar y agendar la formación en este ámbito es importante, pero cuando hablamos de cambio de globalización y nuevas formas de trabajar, estamos haciendo referencia a un cambio cultural en el ámbito laboral en el que el auto emprendimiento es una opción no solo para los más jóvenes, sino también para los que inician una segunda etapa de su vida.
Formación y desarrollo profesional para toda la vida
En el Observatorio Generación y Talento hemos visto que una gran parte del colectivo de trabajadores mayores de 50 años están o pretenden estar en plena actividad. Demandan formación y desarrollo dentro de sus organizaciones, quieren que se cuente con ellos.
En este sentido, las universidades también han creado nuevos programas formativos que incluyen a los más sénior, bajo unos nuevos criterios que pretenden fomentar la convivencia entre las diferentes generaciones a través de actividades culturales, de manera que la oportunidad de aprender no sólo se quede dentro de clase. Los programas de los diferentes centros suelen contener asignaturas de interés general, como arte, literatura o idiomas, y otras más vinculadas a la actualidad, como el uso de las redes sociales y portales de empleo para recolocarse en el mercado. Estos cursos aportan nuevas habilidades a los diferentes perfiles profesionales, es lo que más necesitan los sénior para que su trayectoria no se quede estancada.
El trabajo realizado por el Observatorio GT específico sobre la competencia de liderazgo ha puesto de manifiesto que el autoconocimiento y conocimiento de los demás es una fuente de estabilidad emocional.
El autoconocimiento y la convivencia colectiva son técnicas que nos ayudan a conocer nuestras competencias y habilidades, el análisis de cómo desarrollamos nuestras competencias y cómo nos ven los demás, nos ayuda a mejorar y nos conduce a la automotivación y a desarrollarnos profesionalmente. Es importante realizar todas estas acciones antes de decidirse en qué línea de trabajo se va a actuar; mentoring de proyectos, formador en escuelas de formación, como asesores, o bien, como emprendedores.