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La importancia de educar la igualdad de género desde la infancia

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Arturo Fuentes Cabrera, José María Romero Rodríguez, Jesús López Belmonte y Antonio M. Rodríguez García, Profesores e investigadores del grupo de investigación AREA (HUM-672), del Departamento de Didáctica y Organización Escolar, Universidad de Granada (Andalucía)
En los últimos años se han intensificado los movimientos sociales a favor de la igualdad de género, tomando un rumbo imparable hacia la consolidación de una igualdad real. En este escenario, es primordial introducir cambios en la educación de los niños y niñas en las primeras etapas educativas que conlleven a una interiorización desde la infancia de valores fundamentados en la paridad.
 
A través de este artículo se ha dado respuesta a diferentes ejes claves planteados en este monográfico, con la finalidad de dilucidar algunos aspectos importantes para caminar juntos en la misma senda igualitaria, desde la perspectiva educacional en la escuela.


 

Educar en igualdad de género en las escuelas y desde la primera infancia


La importancia de educar en igualdad de género desde edades tempranas radica en el potencial de los niños y niñas. A estas edades (0-12 años) están libres de prejuicios, por lo que implementar una enseñanza igualitaria repercute en su desarrollo desde una perspectiva de género.
 
Este hecho favorece la interiorización de un comportamiento cívico en condiciones igualitarias y con una visión común, es decir, una actuación responsable en la sociedad en la que vivimos, donde por el hecho de ser hombre o mujer no debe establecerse la imposición de unos determinados roles sociales.
 
En este escenario, surgen una serie de evidencias que avalan la inclusión de la perspectiva de género en la Educación Infantil (Moya, 2008; Martínez y Vélez, 2009; Azorín, 2014; Finco, 2015; Torres y Palomo, 2016; Padial y otros, 2017) y en Educación Primaria (López, 2007; Hamodi, 2014; Valle, 2015; Campos, 2017; Hortigüela y Hernando, 2018).
 
Todo este impulso debe canalizarse desde iniciativas a nivel institucional e individual, para así poder encaminar la enseñanza en la senda de la igualdad de género. Primando su inculcación en edades tempranas, donde todavía no existe en el esquema mental del niño o niña la visión patriarcal de la sociedad actual.
 

Recursos y buenas prácticas para educar en igualdad

 
Las herramientas, unidas a los recursos oportunos, nos proporcionan la fuente inagotable para educar en una sociedad cada vez más igualitaria, pero con amplia brecha abierta en torno al género. Pero, la escuela nos debe ofrecer el espacio más adecuado para favorecer este tipo de educación, que debe ser transversal y tratada con toda la naturalidad posible desde las primeras etapas escolares.
 
Existen herramientas especializadas para educar en igualdad de género que pueden suponer una ayuda extraordinaria para el docente o educador, que son de fácil acceso y con una aplicación lo suficientemente útil como para considerarla efectiva. Como no podía ser de otra manera, tenemos que hablar de las TIC, como principales herramientas para la igualdad de género, que se encuentran unidos a infinitos recursos disponibles al alcance de un clic.
 
" La igualdad, la coeducación, es un camino que se debe iniciar en las familias y continuar en las escuelas".

Plataformas como YouTube, cargada de vídeos con material audiovisual clave para entender y comprender la igualdad, se han convertido en la fuente inagotable de recursos y herramientas a las que acudir. Todo esto se ve apoyado por páginas webs de referencia que incluyen estrategias imprescindibles, cargadas de recursos, para el favorecimiento de la igualdad, como las Colecciones del Plan de Igualdad, guías específicas para evitar la desigualdad, junto a otros planes, herramientas, estrategias o recursos que se recogen en casi infinitas páginas web, queriendo citar el portal Educación en valores de la Delegación Territorial de Málaga, como ejemplo de buena fuente a la cual acudir a la hora de educar en igualdad.
 
A todo esto, se suma la proliferación de las redes sociales y su paso a formar parte de la cotidianeidad de los niños y niñas desde su infancia. Es por ello por lo que pueden convertirse en grandes aliadas a la hora de que, nuestros propios alumnos, sean capaces de relacionarse con otras personas que estén trabajando una competencia transversal como debe ser la igualdad de género.
 
Desde el propio Gobierno de España, se ofrecen guías de buenas prácticas para todo el que desee acceder a ella, enfocadas a una mejor convivencia de la sociedad, basada en la igualdad de género. También, a nivel nacional caben reseñar algunos planes para erradicar la desigualdad, que parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer, la Conferencia de Beijing sobre la mujer o la inclusión del objetivo "Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas" entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Además, todas estas acciones se han visto apoyadas, en el caso de muchos países, por la creación de instituciones locales para el apoyo a la mujer y a la educación en igualdad.
 

Estrategias y acciones de los centros escolares

 
Son muchos, casi infinitas las estrategias, planes y acciones que se pueden llevar a cabo en los centros escolares. Todas estas pasan por ser efectivas cuanto más pronto comiencen a implementarse entre los alumnos de etapa infantil y primaria. Pero, no debe ser exclusiva de estas etapas, ya que esta se puede y debe seguir tratando y actualizando a lo largo de todo el sistema educativo incluyendo, por qué no, el ámbito universitario.
 
Todas estas estrategias deben estar basadas en unas premisas que pasan por estar encaminadas a la no discriminación entre juegos de niños y niñas, la no diferenciación de funciones o colores, la seguridad en sí mismo del género femenino, los roles que adopten en los trabajos grupales o en los diferentes juegos, la proliferación de "cambio de roles" en diversas actuaciones o actividades llevadas a cabo, etc.
 
Todo ello debe conllevar un plan integral en cada centro en el que también se haga partícipes a las familias, así como a los distintos agentes que intervienen en la educación, al profesorado y a los equipos directivos. Además, todo debe basarse en un sistema evaluable con el tiempo y la implantación de los distintos planes, a través de entrevistas, de una observación activa y un seguimiento de las actividades que se realizan.
 
La igualdad, la coeducación, es un camino que se debe iniciar en las familias y continuar en las escuelas. Por ello, los docentes somos responsables de que nuestro alumnado sepa qué es un camino de respeto, de valorar las capacidades de todos y todas y de igualdad en todos los aspectos. Un camino duro, pero con grandes recompensas. ¿Lo recorremos juntos?
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