Yo soy una marca
Tú eres una marca
Él es una marca
Nosotros somos una marca
Vosotros sois una marca
Ellos son una marca.
Y, cómo no, nuestro cole es una marca.
Es muy importante planificar cómo ven esa marca nuestras familias, nuestro alumnado y toda la sociedad en general. El proceso de construcción de una marca no es una tarea superficial, debe estar planificada y debe elegirse con sumo cuidado al equipo que llevará a cabo esa labor.
En primer lugar, los encargados de esta tarea deben sentir los colores de la camiseta que visten, estar involucrados en el proyecto que representa el colegio y colaborar activamente por difundirlo. Se requiere en estas personas una sensibilidad especial para anticiparse a los casos particulares que se puedan dar en centro, y, sobre todo, que sepan comunicar. Pensar en el "tú" y el "vosotros" que representan nuestro alumnado y familias, y trabajar desde una actitud de servicio integral para ellos. Solo desde ese compromiso se puede encarar el trabajo de crear marca. Hay que sentirla para poder comunicarla y hacer partícipes a todos de esta tarea.
El profesorado debe sentirse parte de ese proyecto de construcción imparable y constante de nuestra marca. Ellos y ellas, con su trabajo diario (sus reuniones con familias, tutorías con alumnos/as), siempre a la vanguardia educativa, cimentada en la cercanía con el alumnado, y dando ejemplo con su labor son nuestro valor más importante, son nuestra marca. El propio alumnado es la parte más original, interna, espontánea y alegre de nuestra marca. Son nuestros colores y son nuestra bandera. Las familias son nuestra referencia, quienes educan desde casa, quienes valoran, critican, apoyan a la marca cada día en ese patio virtual que son las redes sociales; el espejo en el cual se reflejan las generaciones que han pasado por nuestro colegio y las que pasarán.
Las redes sociales suponen para nuestra marca el aliado perfecto para su difusión. Sin artificios ni "postureos", reflejando el día a día del colegio y mostrando al mundo quiénes somos, cómo lo hacemos y todo lo que llevamos a cabo. En este sentido somos honestos y transparentes en nuestra imagen. Diciendo la verdad siempre de una forma clara y comprensible. Hacer más que decir, de esta manera nuestra marca habla por nosotros.
"Una marca que no avanza, que no escucha a sus usuarios y hace caso omiso a sus seguidores está destinada al fracaso".
Por último, hay que tener en cuenta que la marca representa una maquinaria que nunca descansa. Esto no funciona como el célebre refrán "Cobra buena fama y échate a dormir", hay que alimentar constantemente, diariamente, este proceso. Hoy en día, la inmediatez determina nuestras rutinas, nuestros horarios. Una marca que no avanza, que no escucha a sus usuarios y hace caso omiso a sus seguidores está destinada al fracaso.
Nosotros tratamos de adaptarnos a cada situación, buscamos la retroalimentación de nuestros receptores. De hecho, ya no podemos hablar en términos de emisor y receptor porque estos roles se intercambian a cada minuto (cada milisegundo) y modifican nuestra imagen, construyendo nuestra marca. Si esa interacción es positiva, si nuestros usuarios están satisfechos, se convierten en prescriptores, y nuestra imagen de marca sigue creciendo y evolucionando hacia el horizonte que nosotros deseamos.
En definitiva, somos marca y debemos marcar lo que somos.
Zugandik hurbil… (Cerca de ti).
