En el ámbito educativo, la organización exige una educación ""libre de valores heteropatriarcales desde los primeros tramos educativos, en los que las profesoras somos mayoría, hasta la universidad". También reclaman una formación afectivo-sexual basada en la diversidad y el respeto, así como una mayor presencia femenina en los libros de texto.
Desde el punto de vista laboral, el Manifiesto 8M denuncia la existencia de "los techos de cristal y la precariedad laboral", ya que los puestos de mayor salario y responsabilidad suelen estar ocupados por hombres, y las mujeres encabezan las listas del paro y los trabajos temporales y con salarios más bajos.
La denominada huelga de cuidados busca visibilizar "un trabajo que nadie quiere reconocer, ya sea en la casa, mal pagado o como economía sumergida. Reivindicamos que el trabajo de cuidados sea reconocido como un bien social de primer orden, y exigimos la redistribución de este tipo de tareas".
Otro de los pilares del manifiesto hace referencia a la huelga de consumo, en referencia a la urgencia de dejar de utilizar el cuerpo de las mujeres como "mercadería" y "objeto", así como a la necesidad de despatologizar las emociones femeninas: "¡Basta de considerar nuestros procesos de vida como enfermedades!".
El Manifiesto 8M también grita "basta" de agresiones, humillaciones, marginaciones, exclusiones, violencias machistas, cotidianas e invisibilizadas, y de opresión por la orientación e identidad sexual.
Fuente: Eurostat (2018)
¿Sabías que...
- el salario medio de las mujeres es 5.941 euros inferior al salario medio de los hombres? (INE, 2015)
- más de 2 millones de mujeres trabajan a tiempo parcial, frente a algo más de 730.000 hombres? (EPA, 4º trimestre 2017)
- el 90,57% de las excedencias registradas durante 2017 para cuidar de algún familiar fueron solicitadas por mujeres? (Ministerio de Empleo y Seguridad Social)