Montserrat Oliveras (Barcelona, 1969) es responsable de Formación continua y A medida en la Cámara de Comercio de Barcelona. Licenciada en Economía por la Universitat de Barcelona, anteriormente ha ejercido como técnica de Formación para la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo, actualmente denominada Fundación Estatal para la Formació en el Empleo, y como adjunta a la dirección de Formación del Col·legi d'Economistes de Catalunya¿Qué importancia tiene la formación continua para trabajadores y empresarios?
El mundo cambia muy rápido y es evidente que no nos podemos quedar solamente con lo que llevábamos aprendido al iniciar nuestra actividad laboral. Nos resulta difícil de imaginar a un médico que se haya quedado con la formación de hace 10 años y que no haya actualizado sus conocimientos y por ello creo que tendríamos que ser capaces de extrapolar esta visión a todos los sectores de la actividad económica. Con la experiencia y las situaciones nuevas que nos encontramos en nuestro lugar de trabajo también aprendemos, pero es muy aconsejable complementar ese aprendizaje con formación impartida por expertos y profesionales que nos ayuden a mejorar nuestros conocimientos y a tomar mejores decisiones en la empresa.
Con la formación, renovamos conocimientos que nos hacen ser más productivos y, con ello, ganamos personas y empresas. Formarnos nos posibilita afrontar nuevas tareas profesionales, nos permite afrontar con garantías nuevos escenarios que representen buenas oportunidades de futuro para la empresa. El coste de no estar bien preparados puede ser muy elevado, por ello considero que la formación continua se ha de plantear como una inversión de futuro y crecimiento.
La formación también mejora la empleabilidad de las personas. Las estadísticas demuestran que las personas menos formadas son las que tienen más dificultad para encontrar trabajo.
¿En qué situación se encuentra la formación a lo largo de la vida en nuestro país en comparación con otros? ¿Puede ofrecer datos y ejemplos?
Según datos de Eurostat, España no se encuentra entre los primeros países en que los trabajadores participan en Formación continua. Los países nórdicos nos llevan mucha ventaja, así como Francia y Reino Unido. Sería fantástico poder llegar a su nivel en pocos años. Sería un indicador muy positivo de nuestra economía y competitividad
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¿Qué factores dificultan o impiden que las personas continúen formándose, una vez han obtenido un empleo?
Aunque las empresas deberían fomentar la formación, no siempre es así. Los trabajadores se pueden encontrar con responsables poco proclives a realizar formación dentro de la empresa y en horario laboral. En estos casos, la conciliación familiar más la poca disposición de la empresa puede ser un impedimento importante para que un trabajador se forme.
Otro factor negativo es que la gran mayoría de las empresas españolas son pymes con plantillas muy ajustadas, especialmente después de la crisis que hemos sufrido, y a veces puede resultar difícil abandonar el lugar de trabajo para asistir a una formación.
El dinero puede ser otro factor que impida hacer formación. Cada vez más empresas son conscientes del crédito formativo que tienen a su disposición para realizar formación y lo utilizan. Gracias a ello creo que ha aumentado el número de compañías que forman a sus trabajadores y que cada año intentan utilizar al máximo su crédito formativo. Fundae es la entidad que rige y controla la correcta aplicación de este dinero por parte de las empresas, pero el procedimiento es farragoso y no resulta fácil. En Cambra de Barcelona ofrecemos a toda empresa que realice la formación con nosotros el trámite de la bonificación a través de Fundae de manera gratuita y con garantías.
Personalmente, creo que el interés individual de cada persona es muy importante para realizar formación a lo largo de la vida. La empresa ha de ser el motor, pero también el trabajador puede ser activo en este sentido.
¿Qué propuestas concretas plantearía para fomentar la formación continua de los trabajadores?
La Reforma Laboral del 2012 incorporó el derecho de los trabajadores a 20 horas de formación anuales lo que, siendo todavía insuficiente, puede haber facilitado a mejorar la participación de los trabajadores. El Estado y agentes sociales pueden ayudar y dar mejores condiciones para que las empresas formen a sus empleados, pero pienso que es muy importante que haya un cambio de mentalidad y de cultura en la empresa. Los empresarios deben ver que invertir en formación mejora la productividad y la rentabilidad de la empresa, además de ser una herramienta para retener el talento que quieren.
Sí que creo que se tendría que mejorar el acceso a la formación a los autónomos y emprendedores. No acceden a la formación bonificada y puede ser un factor limitador.
En cuanto a la formación bonificada, creo que simplificar su administración y acercarla más a las PYMES podría ser beneficioso
¿Qué requisitos debería cumplir un curso de formación para captar el interés de trabajadores y empresarios?
En la Cambra de Comerç Barcelona hemos trabajado mucho este aspecto. Creemos que es muy importante dar formación de calidad. Huimos de clases magistrales, nuestra formación es impartida por profesionales con extensa y reconocida experiencia en su sector. Queremos que lo que se aprenda en nuestras aulas sea aplicable inmediatamente al puesto de trabajo de la persona que asiste al curso. Buscamos temas concretos en los que detectamos que las personas quieren mejorar. Además, al especializarnos por temas y también por perfil de trabajador, los asistentes encuentran en clase personas con sus mismas inquietudes y necesidades y por tanto pueden compartir experiencias y es muy enriquecedor. En resumen, intentamos dar herramientas muy aplicables en el día a día y eso facilita percibir el retorno de lo aprendido.
¿Qué papel juegan o deberían jugar las administraciones, sindicatos, empresas y centros educativos y de formación en el impulso del aprendizaje a lo largo de la vida?
Debido a que tejido empresarial de España está compuesto mayoritariamente por Pymes, creo que es muy importante que la administración y agentes sociales promuevan y ayuden a las empresas a fomentar la formación de los trabajadores.
Es clave que desde las instituciones se promueva formación de calidad y basada en las necesidades actuales de la economía. Las instituciones han de velar para que los ponentes y profesores sean personas preparadas y proporcionen conocimientos adecuados, sobre todo en el caso de formación subvencionada
Con trabajadores más preparados mejoramos su empleabilidad y su capacidad para afrontar los nuevos restos que cada día aparecen en el mercado laboral y la sociedad gana. Por ello creo que es imprescindible la participación de todas las partes implicadas para seguir trabajando y mejorar los indicadores de formación continua en España.
¿Qué iniciativas se impulsan desde las Cámaras de Comercio para contribuir a la formación profesional continua?
Las Cámaras de Comercio cada año elaboramos una oferta formativa adecuada a las necesidades de las empresas. Intentamos detectar las necesidades y ofrecer soluciones. Desde Cambra de Barcelona procuramos adaptarnos a las demandas de los empresarios y de los trabajadores lo más rápido posible. Ayudamos a las empresas a organizar la formación a medida. Buscamos los mejores profesionales para que impartan la formación y hacemos los trámites de la bonificación de la formación según establece Fundae para facilitar al máximo las tareas administrativas de las empresas.
Nos parece que el resultado de nuestro esfuerzo es satisfactorio puesto que, en caso contrario, el mercado nos penalizaría. Durante 2017 Cambra de Barcelona ofreció formación a más de 1.000 empresas. Creo que es un indicador claro de que nuestro afán por dar un buen servicio en este campo tiene una respuesta positiva.
