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Nuevos tiempos, nuevas competencias

Artículo de opinión

  • 18/12/2017

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La consultora organizacional americana Sparks & Honey ha elaborado un estudio donde hay identificado 20 carreras promisoras para el futuro. Muchas están por crear, pero es posible prever su relevancia en el contexto actual de las empresas.

Durante décadas los modelos de carrera eran lineales y estaban orientados a la estabilidad. Los jóvenes escogían una carrera para una vida entera. Ese modelo está ultrapasado. La tecnología ha aportado nuevos elementos a la ecuación de la empleabilidad y hoy las carreras son complejas, fragmentadas, altamente especializadas, colaborativas.

En la mayor parte de las situaciones, "nuestra vida profesional está hecha de un portfolio de variadas micro-carreras", por lo que el éxito pasa principalmente por la capacidad de anticipar las necesidades de las empresas a medio plazo y especializarse en ese área.

En este escenario, ¿cómo garantizar que todas las personas capaces de trabajar tienen empleo? ¿De qué forma pueden todas las personas desarrollar y actualizar las competencias que necesitan para los empleos de hoy y del futuro? ¿Cómo hacer que los mercados laborales funcionen mejor? ¿Cómo crear nuevos empleos de calidad y duraderos?

El pasado fue escenario de variadas revoluciones industriales que cambiaron la vida cotidiana de las personas y la manera de trabajar. Las máquinas ganan protagonismo y hoy el fenómeno de la internet cambia nuestras vidas personales e incluso el trabajo y la forma de trabajar. Algunos puestos van a desaparecer y otros nuevos van a nacer.

En el informe The Future of Jobs del World Economic Forum se pueden conocer las competencias más determinantes para el  trabajador del 2020. Entre ellas se encuentran la resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, trabajo en equipo, inteligencia emocional, toma de decisión, orientación al cliente, negociación y flexibilidad cognitiva.

Se ha hecho necesario buscar respuestas para las siguientes preguntas: ¿Cómo garantizar que todas las personas hábiles para trabajar tienen un empleo? ¿De qué forma pueden las personas desarrollar y actualizar las competencias necesarias para los puestos de hoy y del futuro?

Los sistemas de educación son nucleares en esta transición de un modelo de trabajo a otro, porque tienen de garantizar que a cada persona le es dada la oportunidad de adquirir y reforzar los conocimientos y las competencias que el mercado de trabajo exige. Por otro lado, es esencial perfeccionar la ligazón entre trabajo y educación.

El fomento de la capacidad emprendedora es importante para la creación del empleo. En esto contexto, para Drucker (1987), el ambiente ofrece fuentes importantes de oportunidades emprendedoras, debiendo hacer la monitorización de los cambios demográficos, económicos, sociales ey tecnológicos, ya que provocan un fuerte impacto sobre lo que será comprado, por quién y en qué cantidad. Desde esta perspectiva, la demanda de servicios cada vez más personalizados, en busca de la calidad de vida, las personas con tiempo cada vez más escaso y el envejecimiento de las poblaciones son importantes tendencias en el ambiente que constituirán un gran impulso en el desarrollo de nuevos productos y servicios.
 
Dotar a las personas de las competencias adecuadas

Por competencias se entiende la suma entre conocimientos, aptitudes y valores aplicados de una determinada forma a un determinado dominio. Las competencias del futuro serán diferentes o estarán organizadas de otra manera.

En un futuro que próximo, muchos empleos van exigir niveles de competencias superiores a los actuales. Los sistemas de educación y formación tienen de garantizar que a cada persona es dada la oportunidad de adquirir e reforzar los conocimientos y las competencias que el mercado de trabajo exige.

En este sentido, la Unión Europea está trabajando en un panorama de competencias con el objetivo de prever con más exactitud las competencias del futuro para mejorar la adaptabilidad y la  empleabilidad, sin olvidar la necesaria ligazón entre los mundos del trabajo y de la educación, pues nuevas competencias y empleos necesitan de acciones concretas en áreas prioritarias.

Ninguno sabe cómo será el futuro. Ninguno consigue prever el tipo de competencias que serán exigidas a los jóvenes cuando entren en el mercado de trabajo. Lo que sabemos es que la mayor parte de las profesiones de la próxima década aún no existen.

Como síntesis final, lo que importa es un nuevo realineamiento de las competencias críticas para que todas las personas puedan continuar contribuyendo a mejorar el rendimiento y la productividad en las organizaciones.
 
Referencias bibliográficas

Barber, M. y Mourshed, M. (2008). Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos. Chile: Informe McKinsey.

Drucker, P. F. (1987). Inovação e espírito empreendedor. São Paulo: Pioneira.
 
 
 
 
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