Te proponemos un ejercicio de reflexión. Sigue los diferentes pasos y encuentra la respuesta a tus dudas:
Paso 1. Tiempo para uno mismo
¿Estás preparado/a para conocerte? Pregúntate:
- ¿Cómo eres? Si tuvieses que describirte a alguien que no te conoce, ¿dirías que eres una persona extrovertida, nerviosa, idealista, ordenada, altruista…?
- ¿Qué asignaturas se te dan mejor? ¿Qué se te da bien hacer? Por ejemplo, hablar en público, escribir, resolver problemas matemáticos…
- ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿Te gusta la tecnología, el arte, la música…? Puede ser que tengas un huerto urbano, pero no te planteas la agricultura como salida profesional… ¿has pensado cursar un grado que te permita desarrollar competencias como la organización, las habilidades manuales o el interés por cuestiones ambientales?
- ¿Qué valoras en un futuro trabajo? Trabajar en una empresa comprometida con la sociedad, formar parte de una gran multinacional, etc.
Paso 2. Navegar sin naufragar
Lo más probable es que a estas alturas ya te hayas informado de los grados que te interesan y de las universidades donde se imparten. Te recomendamos que revises en profundidad toda la información disponible: plan de estudios y asignaturas; metodología (clases prácticas, magistrales…) y evaluación (¿evaluación continua o única?); profesorado y su reputación; instalaciones, horario y calendario académico; coste de los estudios y becas y sistemas de financiación.
Navega por Internet y busca las conexiones con otros grados, quizás descubras una titulación en la que no habías pensado que encaja mejor con tus intereses. Por ejemplo, ¿quieres estudiar informática pero te interesa la biología? Infórmate sobre el grado en bioinformática.
Paso 3. Dentro de 10 años…
¿Cómo te ves dentro de 10 años? ¿Te imaginas trabajando en una oficina con un horario establecido? ¿Te gustaría viajar a menudo o trabajar en otros países? ¿Crees que lo tuyo será una profesión con vocación de servicio? Infórmate de las salidas profesionales de los grados y valora qué trabajos te harían feliz. No te limites a explorar las profesiones "tradicionales"; existen nuevas ocupaciones que surgen a partir del uso masivo de la tecnología, ¡y las que vendrán!
Por supuesto, tu "yo" de dentro de 10 años no solo trabajará… Tu proyecto de vida debe ir vinculado a tu proyecto profesional; no te obsesiones por aspectos coyunturales como las profesiones con más ofertas de empleo, pues pueden cambiar como les pasó a todos los profesionales del sector de la construcción, o los trabajos mejor pagados. Busca la profesión que te producirá más satisfacción personal e ilusión para tener la fuerza que requerirá llegar a tu objetivo.
Paso 4: "Quien no oye consejo, no llega a viejo"
Ha llegado el momento de tomar una primera decisión. ¿Todavía tienes dudas? Escucha el consejo de tu familia y tus amigos, dirígete al orientador de tu centro o consulta servicios especializados en orientación que puedan acompañarte. La experiencia de tu familia puede ayudarte a ver aspectos de ti mismo que tú no conocías y el asesoramiento profesional te permitirá explorar las opciones de forma exhaustiva. Y recuerda:
- Debes tomar tus propias decisiones
- No hay nada definitivo. Si te equivocas, siempre estás a tiempo de reconducir tu proyecto de vida profesional.