Son la primera generación de jóvenes que se distingue de los millennials. Nacieron entre 1994 y 2009 y suponen el 16% de la población española (unos siete millones y medio). Se les ha bautizado como la Generación Z y comienzan a ejercer como ciudadanos de pleno derecho. A todos los que se relacionen con ellos les interesa conocerlos. La educación constituye uno de los aspectos sociales que más preocupa a esta nueva generación. El 64% de los 300 españoles de entre 14 y 22 años encuestados por la consultora Atrevia y Deusto Business School sostiene que invertir en educación es la principal prioridad para el desarrollo del país.
Ahora bien, la mayoría cree que el sistema educativo no se ajusta a lo que demanda el mercado de trabajo, según el informe Generación Z. El dilema presentado recientemente, y que completa al ya publicado en marzo de 2016. "He estado en dos universidades y ninguna me ha parecido gran cosa. Te dan mucha teoría y luego no te preparan para la práctica, y la práctica está desfasada", explica uno de los participantes en los focus group que se han realizado. Esta percepción explicaría la sensación compartida de que han de "buscarse la vida" y el hecho de que se hayan convertido en grandes autodidactas, encontrando en Youtube un gran aliado.
Por lo que se refiere al empleo, esta generación no aspira a convertirse en jefe, sino a vivir experiencias profesionales que les satisfagan. El buen ambiente laboral, la conciliación y la posibilidad de desarrollarse profesionalmente también son aspectos muy valorados, con entre 3,5 y 3,7 en una escala de 4. La estabilidad laboral y el salario figuran en un lugar secundario. Los autores del informe comentan, además, que "seguramente la Z sea la primera generación que, más allá de no aspirar a tener el mismo trabajo para siempre, vive el cambio como algo inherente a su vida".
La necesidad de combinar la estabilidad y seguridad laboral con el deseo de novedades y desafíos constituye toda una novedad para la captación y retención del talento. Es por ello que los responsables de recursos humanos invitan a las empresas a desarrollar competencias y habilidades de liderazgo transgeneracional. "Déjele ir al partido del miércoles, no le importará trabajar el sábado", sugiere Raquel Muñoz, responsable de Gestión del Talento y Desarrollo en GSK.
Nacidos con internet en un mundo parcialmente digitalizado
Durante la presentación del informe, la presidenta de Atrevia, Núria Vilanova, ha señalado que esta generación afronta un dilema, de ahí el título del informe: "Internet les ha acompañado toda su vida. Pero el mundo no es todavía digital 100%. Tienen que elegir entre renunciar a parte de su identidad para adaptarse a una realidad hecha por y para sus padres y abuelos, o por el contario, ser ellos mismos aun a riesgo de quedar en la periferia del sistema".
El director de Deusto Business School Madrid, Iñaki Ortega, ha sintetizado en cinco los rasgos que caracterizan a estos jóvenes: uso intensivo de internet, irreverencia o incredulidad hacia aquello que proviene de las figuras de autoridad como padres o profesores, impaciencia fruto de la inmediatez de las redes sociales, espíritu de colaboración entre gente diversa y una valoración positiva de la incertidumbre.
Al preguntarles por la importancia que otorgaban a ciertos aspectos de la vida, los encuestados indicaron, por este orden, la salud (3,73 sobre 4), una buena formación (3,67), buenas relaciones familiares (3,55), éxito en el trabajo (3,43) y el medioambiente (3,33).
La política también parece interesarles, pues el 78% de los que tenía derecho a voto acudió a las urnas, si bien no confían demasiado en las instituciones y actores del sistema político. Ahora bien, como matizan los autores, "esta desafección no debe confundirse con falta de interés o implicación".
A la hora de consumir, la generación Z se informa sobre todo a través de las redes sociales, donde los influencers ejercen un papel fundamental. Así, el 92% asegura usar internet para informarse de marcas y productos, muy por detrás de escuchar a amigos y conocidos (52%) y la televisión (42%). En este punto, al igual que en el trabajo, valoran profundamente la experiencia que va asociada a un producto, ya que lo importante es "sentir".
El estudio se basa en los resultados de las encuestas online realizadas en febrero de 2017 por 300 jóvenes españoles de entre 14 y 22 años. El nivel de confianza es del 95,5%. El estudio también ha realizado siete focus groups o sesiones de trabajo con diferentes públicos: jóvenes entre 14 y 18 años, entre 19 y 22, profesionales de recursos humanos y de marketing.
