El experto internacional en políticas orientadoras ha calificado la orientación como un "instrumento político" que permite a individuos, grupos y la sociedad en general alcanzar sus objetivos educativos, de empleo, sociales y económicos. No en vano, instituciones tan importantes como la OCDE y la Unión Europea han reconocido el interés público de la misma.
Su compañero de mesa, el profesor titular de Orientación Profesional en la Universitat Autònoma de Barcelona, Màrius Martínez, coincide plenamente con que la orientación es un "instrumento político" donde intervienen una pluralidad de agentes. Más todavía, Martínez ha afimado con contundencia lo que McCarthy sugería entre interrogantes: "Hace falta un liderazgo público que garantice el acceso universal a la orientación".
Esta idea, de una u otra forma, se ha repetido a lo largo de toda la jornada de diferentes maneras. El jefe del Servicio de Programas y Proyectos de Fomento de las Enseñanzas Profesionales y director general del Formación Profesional Inicial y Enseñanzas de Régimen Especial (FPIERE), Ferran Castrillo, lo ha expresado con suma claridad en la mesa redonda sobre la orientación de la población adulta: "Tiene que haber un sistema de orientación para que la gente sepa dónde puede ir. Tiene que haber estándares, protocolos, garantías…".
Un sistema de orientación,dos modelos
Precisamente un poco antes John McCarthy había explicado los dos modelos principales que existen a la hora de establecer un sistema de orientación profesional. El primero, segmentado por edades, establece una serie de subsistemas (escuelas, formación profesional, aprendizaje de adultos, empleados, desempleados, etc.) que se hallan unidos por una política o directrices políticas comunes. Este modelo es el que predomina en la mayor parte de la Unión Europea y tiene en Francia uno de sus más claros exponentes.
El segundo se decanta por una agencia nacional que asume la responsabilidad de asegurar el acceso a los servicios de orientación a todos los ciudadanos a lo largo de toda su vida. Entre los partidarios de este modelo destacan Escocia, Gales y Nueva Zelanda. Ahora bien, estas agencias también trabajan teniendo en cuenta todos los subsistemas que dependen de ellas. En los dos casos, por tanto, se considera fundamental el establecimiento de eficaces mecanismos de coordinación.
La coordinación constituye otro de los puntos que han salido a relucir durante el evento. Màrius Martínez lo expresa como "una constelación de figuras que realizan diferentes tareas, pero articuladas". El consejero delegado de Ingenius, Gregorio Cascante, ha apuntado lo mismo cuando ha explicado el trabajo que desempeña en la ONG Cáritas: "Uno de los grandes dramas es la compartimentación. De poco sirve la orientación si no está acompañada de una política de vivienda, renta, ocupación y formación". Y lo ha recalcado José Antonio Marina, filósofo y mentor del Área de Educación y Generación del Talento en el Human Age Institute, en la ponencia final: "La administración está integrada por compartimentos estancos. No colaboran si no hay una autoridad superior que les obligue".
Además del diálogo inicial y tres mesas redondas, la jornada contó con un breve espacio para que tres entidades explicaran sus proyectos de orientación. Ferran Camps, responsable del Proyecto de Mentoría de la Fundación Impulsa, presenta a los asistentes los sueños de Elías, un joven en situación de precariedad al que le han facilitado un portátil de uso personal y dinero para pagarse sus estudios y el desplazamiento hasta la escuela, a cambio de aprobar, asistir a los cursos de formación de la fundación, realizar 10 horas de voluntariado y becar, si en el futuro le es posible, a otros jóvenes en su misma situación. Y, lo mejor de todo, ha añadido Camps, es que entre su mentor y él se ha creado una relación muy especial difícilmente cuantificable: "Cree en él, le escucha, le acompaña. Es la magia de las relaciones personales".
Esta magia sale a relucir en otros momentos de diferentes formas, incluso en forma negativa. "Nos llenamos la boca diciendo que el joven es el protagonista, pero luego le hacemos encajar en el sistema como sea", ha señalado Marta Massagué, responsable del Servicio de Atención y Apoyo a los Jóvenes del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC), durante la mesa redonda dedicada a reflexionar sobre cómo mejorar la orientación en las transiciones a partir de la Educación Secundaria Obligatoria. En positivo la formula Màrius Martínez al principio: "Los dispositivos online no pueden sustituir el cara a cara. La orientación no debe ser prescriptora ni prescriptiva. ¡Ha de inspirar!". La otra mesa redonda, dedicada a los Millennials, se ha concebido precisamente para conocer mejor el perfil de los jóvenes en transición del sistema educativo al laboral.
En paralelo a la jornada, por cierto, se ha llevado a cabo la PowerU Experience, un espacio donde alumnado de Ciclos Formativos de Grado Superior han podido recibir asesoramiento personalizado de la mano de profesionales de recursos humanos provenientes de diferentes empresas del estado.
Creando nuevos trabajos en la ‘sociedad del aprendizaje'
Los cambios tecnológicos también plantean nuevos retos, como deja entrever José Antonio Marina cuando se refiere al "transhumanismo". La incorporación de la inteligencia artificial, por ejemplo, hace peligrar muchos puestos de trabajo, pero el Catedrático de instituto anima a los presentes a "fomentar la creatividad para crear nuevos puestos. Y las empresas, dentro de su Responsabilidad Social Corporativa, deben incluir cómo aumentar sus puestos de trabajo". El filósofo y pedagogo también propone dejar de hablar de Formación Profesional y denominarla Ciencias y Tecnologías aplicadas, para así desterrar de una vez los prejuicios existentes.
También invita a todo el mundo a cambiar de actitud, para poder orientar adecuadamente en la denominada ‘sociedad del aprendizaje', un término acuñado por Joseph Stiglitz que se rige por la siguiente ley: "Para sobrevivir, las personas, empresas, escuelas y sociedad necesitan aprender al menos a la misma velocidad con la que cambia el entorno; y si quieren progresar, deben hacerlo más rápido".
Este cambio de mentalidad ha de implicar a toda la sociedad -profesorado, familias, empresas, administraciones, etc.- y es posible, según él, si se consigue destinar a Educación un 5% del Producto Interior Bruto en cinco años y se gestiona bien. Y si, en vez de culpar al otro de no hacer nada, cada uno se esfuerza por lo que, según cuenta, escribió Max Auber en su epitafio: "Hice lo que pude".
El acontecimiento, que busca poner en relación la educación y el mundo del trabajo en lo que a orientación se refiere, ha sido inaugurado por la consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Catalunya, Dolors Bassa; y clausurado por la consejera de Enseñanza de la misma administración, Meritxell Ruiz.