La prueba de acceso a la universidad, más conocida como Selectividad, sigue dando qué hablar. Si primero los estudiantes de Bachillerato se quejaron de que todo el mundo tuviera que realizar una prueba de evaluación al final de los estudios obligatorios, tal y como recogía la LOMCE en un principio, ahora se quejan de la falta de información y concreción sobre el examen. Y de algunas sorpresas de última hora.La cuestión más polémica ha surgido a propósito de las materias de modalidad de la fase general u obligatoria. En Catalunya, por ejemplo, la Secretaría de Universidades e Investigación envió hace unos días un comunicado por el que, de las 20 materias de modalidad que se podían elegir para realizar el último ejercicio obligatorio, se pasaba a cinco. La medida causó tanto revuelo que finalmente los estudiantes continuarán pudiendo elegir sólo una de las cinco materias, pero al menos no se les obligará a elegir la que corresponda a la modalidad de Bachillerato que hayan cursado, como ocurre en el resto de España.
En el resto de Comunidades Autónomas, a la espera de más novedades, los estudiantes deberán elegir la materia de Fundamentos del Arte II si eligieron la rama de Artes; Latín II, si optaron por el itinerario de Humanidades (dentro de Humanidades y Ciencias Sociales); Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales II, si escogieron el itinerario de Matemáticas (dentro también de Humanidades y Ciencias Sociales); y Matemáticas II, si se decantaron por Ciencias.
La nota obtenida en los tres exámenes obligatorios en Lengua Castellana y Literatura, Historia de España y Lengua Extranjera –más el idioma cooficial de la Comunidad en caso de que exista- más el examen de la asignatura de modalidad equivalen al 40% de la nota final, que se completa con la nota media obtenida durante el Bachillerato, que supone el 60 % restante.
Ahora bien, aquellos que deseen o necesiten subir nota, pueden presentarse voluntariamente a otras materias, lo que se denomina fase específica. Los estudiantes pueden presentarse hasta un máximo de 3 o 4 asignaturas, según la comunidad, de las que se tendrá en cuenta únicamente las dos mejores notas, cuyo resultado se multiplicará por 0,1 o, en el mejor de los casos, 0,2, según los parámetros de ponderación.
Si obtienen buena nota en la materia elegida en la fase general, los estudiantes también pueden aprovechar esa nota para que les cuente en la prueba específica sin tener que repetir el examen, siempre y cuando hayan obtenido una puntuación igual o superior a 5. Esto es seguro en Madrid, Catalunya y Valencia, y está por ver qué sucede en otras regiones.
La nota final, por tanto, se obtiene de sumar la nota de la prueba general multiplicada por 40 más la nota media de Bachillerato por 60 más la nota de las dos asignaturas elegidas voluntariamente multiplicada cada una por la ponderación que establezca la administración y las universidades.
Para conocer mejor en qué consiste la prueba o cuáles son las fechas de los exámenes, te aconsejamos que visites nuestros apartados sobre el tema.
