La primera de ellas es Madrid, que ocupa el sexto lugar por detrás de Copenhague (Dinamarca), Zúrich (Suiza), Helsinki (Finlandia), San Francisco (Estados Unidos) y Gotemburgo (Suecia). La capital destaca fundamentalmente por el porcentaje de trabajadores con educación terciaria, lo cual contribuye a la construcción del conocimiento global, según sus autores; el número de universidades, que facilita el aumento del talento; y la calidad de vida, que facilita su retención.
Le sigue Bilbao, que ocupa el puesto número 18, justo por detrás de Viena (Austria), Londres y Birmingham (Reino Unido) e inmediatamente por delante de Singapur, Barcelona y Brno (República Checa). La cuidad vasca destaca, como Madrid, por el alto nivel formativo de sus trabajadores; el nivel de seguridad personal y el coste del alquiler de un apartamento de tres habitaciones en el centro de la ciudad, factores ambos que contribuyen a la retención del talento. La ciudad condal, por su parte, sobresale también por el coste del alquiler del apartamento, sus universidades y la seguridad.
Finalmente, Zaragoza ocupa el puesto número 30 del ranking, gracias fundamentalmente a su calidad de vida, mayor incluso que todas sus predecesoras, los gastos mensuales de un apartamento de tres habitaciones y los de una familia de cuatro personas.
La aportación del país a la construcción del conocimiento global
Si se tienen en cuenta las temáticas analizadas, las ciudades españolas sobresalen principalmente en lo que lo que los investigadores denominan la construcción del conocimiento global, esto es, por contar con ciudades conectadas con redes globales y apoyarse en esas redes para construir conocimiento. Es precisamente en este punto donde Bilbao, Madrid y Barcelona ocupan el cuarto, quinto y noveno lugar de todo el mundo.
Entre las principales conclusiones, los investigadores destacan algunas de las ventajas de las ciudades para competir por el talento, como mayor agilidad, autonomía fiscal y social, y una "creciente habilidad para crear, desarrollar y diseminar sus propias marcas como lugares superiores para vivir, trabajar e innovar".
España, en el puesto 35 de 118
Como ya va siendo tradicional desde 2013, el Global Talent Competitiveness Index (GTCI) también incluye un listado de países en función de su capacidad para competir por el talento. Este año se han analizado 118 y entre los cinco primeros se encuentran Suiza, Singapur, Reino Unido, Estados Unidos y Suecia.
España se sitúa en el puesto número 35 y sobresale ligeramente de la media en la promoción de las competencias profesionales y técnicas (vocational and technical skills), la capacidad de posibilitar talento y de atraerlo. En el primer punto, España destaca por la cantidad de población y trabajadores con educación secundaria, así como la relevancia de la educación en la economía. En cuanto a la capacidad para favorecer el talento, los autores valoran sobre todo la flexibilidad del mercado laboral. Y en lo que se refiere a su atracción, puntúan en mayor medida las oportunidades empresariales para las mujeres, el porcentaje de mujeres graduadas y la tolerancia a las minorías.
Desde una óptica global, los investigadores apuntan, por un lado, la presencia de un gran número de países de pequeño tamaño entre los diez países mejor situados, así como unas políticas socio-económicas avanzadas donde el crecimiento y la gestión del talento se han convertido en prioridades. Entre los mejores posicionados se hallan también países con un elevado porcentaje de población inmigrada, como Reino Unido, Estados Unidos o Australia; y muy preocupados por la educación, como Suecia, Dinamarca, Finlandia o Noruega.
Global Talent Competitiveness Index 2017 | |
1 | Suiza |
2 | Singapur |
3 | Reino Unido |
4 | Estados Unidos |
5 | Suecia |
6 | Australia |
7 | Luxemburgo |
8 | Dinamarca |
9 | Finlandia |
10 | Noruega |
Las interacciones entre talento y tecnología
El Global Talent Competitiveness Index de este año dedica una atención especial a la relación entre el talento y la tecnología. La aceleración de la "revolución digital" con el inicio del milenio ha provocado, a su juicio, efectos positivos y negativos, tal y como han señalado otros informes de los que Educaweb se ha hecho eco recientemente. Entre los primeros, se citan la reducción de costes, el aumento de la productividad y la estimulación de la innovación, así como la generación de nuevos modelos de negocio y sociales. Entre los negativos, se apuntan los "dramáticos efectos" que la tecnología puede comportar en trabajos que requieren bajas o medianas competencias.
La tecnología también ejercerá una gran influencia en los empleados con altas habilidades y contribuirá a la transformación de amplios sectores de actividad, así como en la naturaleza del trabajo en sí mismo. Por ejemplo, se producirá una mayor conectividad entre las personas, una mayor mezcla de la vida personal y profesional, multicarreras profesionales en detrimento del trabajo para toda la vida, mayor flexibilidad horaria y una necesidad de adquirir nuevas competencias y actitudes. Entre estas últimas, destacan las habilidades técnico-tecnológicas, las colaborativas y las que contribuyan a aprender a aprender.
El objetivo principal del informe consiste en aportar información sobre el talento para promoverlo y estimular el diálogo entre gobiernos, empresas, academia, profesionales y sus respectivas asociaciones, y los ciudadanos. El Global Talent Competitiveness Index establece diferentes variables y subvariables para medir las diferentes fases que intervienen en la competición por el talento.
En cuanto a la capacidad de posibilitarlo, las principales variables son el porcentaje de gasto bruto en investigación y desarrollo, el porcentaje de hogares con acceso a internet y el número de compañías presentes en la lista Forbes Global 2000. Para medir la atracción del talento se tiene en cuenta el PIB per cápita, la calidad de vida y la calidad medioambiental. En cuanto al crecimiento, se examina el número de universidades importantes, el porcentaje de matriculados en escuelas profesionales y estudios terciarios, y el porcentaje de individuos en redes sociales. Finalmente, la retención del talento incluye el nivel de seguridad personal, la densidad de facultativos por cada mil personas, el gasto medio de una familia de cuatro personas y el alquiler mensual de un apartamento de tres habitaciones en el centro de la ciudad.
Otros aspectos que también se tienen en cuenta son el uso de las habilidades, que se obtiene a partir del examen del porcentaje de trabajadores y población en general con estudios de secundaria; y la construcción del conocimiento global, a partir de los trabajadores y población general con estudios terciarios y la conectividad con el aeropuerto.