PISA 2015 se basa en encuestas realizadas a 540.000 estudiantes de los 29 millones que se encuentran al final de la enseñanza obligatoria (15 años) en 72 países, lo que supone un margen de error del 0,14%, una cifra que los expertos consideran extremadamente baja. Además, de los 72 países participantes, 35 pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una entidad fundada en 1961 para "promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo", según indica ella misma en su página web. Y el estudio no mide tanto lo que se aprende en los centros educativos como aquellas competencias que debería poseer un ciudadano medio en Ciencias, Matemáticas y Lectura para desenvolverse con éxito en la sociedad en que nos movemos.
Más allá de la controversia, a continuación se exponen algunos puntos que pueden contribuir a centrar el debate, justo en el momento en que el gobierno de España se ha marcado como objetivo alcanzar un Pacto por la Educación.
- Asia lo está haciendo bien, ¿la miramos? Singapur encabeza el ranking en Ciencias, Lectura y Matemáticas, con hasta 74 puntos de diferencia respecto de la media de los países de la OCDE. No es el único país asiático que se cuela en los diez primeros puestos. Le sigue Japón, en segundo lugar, China Taipéi en cuarto, Macao (China) en sexto, Vietnam en octavo, Hong Kong en noveno y P-S-J-G en décimo.
- Finlandia continúa siendo el modelo de éxito, pero atención con Estonia. Tan sólo tres países occidentales se cuelan en los primeros diez países de la lista. Ahora bien, los tres se hallan bastante alejados de la cultura latina y mediterránea. Se tratan de Estonia (3ª), Finlandia (5ª) y Canadá (7ª). La república báltica supera a Finlandia en Ciencias y Matemáticas, y se sitúa ligeramente por debajo en Lectura.
- España ha mejorado y debe seguir mejorando. España también ha crecido en comparación con el último informe, sobre todo en Lectura (siete puntos más, frente a dos en Ciencias y uno en Matemáticas). De hecho, supera la media de los países de la OCDE en esa competencia, se halla justo en la media en Ciencias (493 puntos) y un poco por debajo de la media en Matemáticas (486 puntos frente a 490 de la OCDE). Esta puntuación nos sitúa, en términos globales, inmediatamente por debajo de Estados Unidos, Austria, Francia, Suecia y República Checa y justo por delante de Letonia, Rusia, Luxemburgo, Italia y Hungría.
Desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se ha interpretado este hecho como la ruptura de la "brecha educativa" y como algo que sitúa a España, "por primera vez en la historia, a nivel de los países más avanzados del mundo". Otros analistas, en cambio, no dejan de ver al país en la más profunda mediocridad. Tal vez lo más sensato sea asumir las palabras del Secretario General de la OCDE, Ángel Gurria: "En todos los países hay un margen de mejora, incluso en los que mejores resultados registran".
- Se reafirma la necesidad de un pacto consensuado y continuado en educación. El contraste entre la alegría del Ministerio y la necesidad de continuar mejorando ha llevado a algunos expertos a recordar que el informe PISA ofrece resultados de estudiantes que asistían a clase cuando todavía no se había implantado la ley del Partido Popular, la controvertida LOMCE. Esto les ha llevado, a su vez, a relativizar la importancia de las políticas educativas. Sin embargo, los autores de PISA 2015 dejan muy claro que los países con buenos resultados comparten algunas políticas comunes como "expectativas elevadas y universales para todos los estudiantes, una gran atención a la enseñanza de calidad, recursos dirigidos a estudiantes y los centros educativos con dificultades y un compromiso con las estrategias coherentes y a largo plazo".
- ¿Es razonable la existencia de diferencias tan grandes entre comunidades autónomas? En el caso español, también se ha observado con preocupación las grandes divergencias existentes entre las comunidades autónomas. En Ciencias y Lectura, Castilla y León, Madrid y Navarra superan la media con creces, no así Extremadura, Andalucía y Canarias, que se sitúan en los últimos puestos de la cola. En Matemáticas, encabezan el ranking Navarra, Castilla y León y La Rioja; y lo cierran Canarias, Andalucía y Murcia. Las diferencias superan los 40 puntos en Ciencias y Lectura y los 60 en Matemáticas, lo que supone más de un curso escolar o dos de diferencia (se estima que cada curso equivale a unos 30 puntos). Que la muestra se haya realizado a partir de 37.000 cuestionarios en 980 centros no hace sino corroborar la necesidad de averiguar qué es lo que está ocurriendo para que se produzca tamaña desigualdad.
- Otras desigualdades por erradicar. El informe 2015 también muestra que continúan existiendo importantes diferencias de género, hasta el punto de que en 33 países la proporción de estudiantes de alto rendimiento en ciencias es mayor en el caso de los chicos que en el de las chicas. Estas diferencias también se observan en la elección de carrera. Ellas buscan puestos en el sector sanitario y ellos optan por convertirse en profesionales de las TIC, científicos o ingenieros. Los autores del estudio también apuntan que los estudiantes con menos recursos económicos tienen tres veces más probabilidades de conseguir un rendimiento bajo que los que cuentan con mayores recursos económicos. Y este parece un reto del que no escapa nadie: "Con unas tasas elevadas de desempleo juvenil, una creciente desigualdad, unas diferencias de géneros significativas y una necesidad apremiante de impulsar el crecimiento integrador en muchos países, es preciso adoptar más medidas para garantizar que todos los menores tengan la mejor educación posible", sostiene Gurría . Ahí está el reto.