"Es muy triste cerrar la puerta del aula y sentirte solo". Estas palabras las pronunciaba hace siete años una profesora norteamericana desconocida. Un año después, Kristen Swanson participaba en la creación de Edcamp, un movimiento que busca el desarrollo profesional de los profesores a través de encuentros multitudinarios donde cada uno comparte lo que sabe. Actualmente es la presidenta del consejo de la Fundación Edcamp, encargada de coordinar los más de 1.000 Edcamps existentes, y hace unos días visitó Barcelona para promover el movimiento en España.El sistema parece sencillo. Un grupo de profesores con ganas de que sus estudiantes aprendan el máximo posible se reúne para preguntar al resto lo que le preocupa y compartir lo que sabe con quienes formulan otras preguntas.
La realidad se torna algo más compleja. Swanson reconoce que se han de vencer algunas resistencias, como el miedo a compartir -"todos pensamos, seguro que alguien sabe más"- o la incomodidad que supone no tener una agenda preestablecida con antelación. Ella misma admite que la primera impresión que se llevó cuando asistió a un Edcamp fue de "caos total". Había gente por todos lados, personas vestidas de manera informal, corchos con pósits llenos de preguntas… La conclusión, para quienes no pueden escuchar su tono de voz ni contemplar su sonrisa: "El mejor día de mi vida".
Tan solo hay cinco reglas. Número uno: es gratis. Número dos: está abierto a todo el mundo. Tres: nadie vende nada. Cuatro: las sesiones las proponen los participantes el día del encuentro, a través de preguntas y/o problemas. No hace falta ser experto en nada. Y cinco: puedes marcharte si no encuentras lo que necesitas. "En los pasillos surgen conversaciones fantásticas", apostilla Swanson.
El éxito de Edcamp es un misterio, incluso para la propia fundadora. El nacimiento coincidió con el despegue de Twitter. Había muchas directrices políticas y los profesores norteamericanos querían tomar sus propias decisiones. La confianza reinaba entre todos los participantes. Nadie lo sabe, pero en otro momento de la exposición la edcamper apunta otro argumento: "Es poderoso porque está personalizado según tus necesidades".
La forma de desarrollo profesional más valorada por los docentes
Swanson reconoce que todavía están analizando el impacto del movimiento en las aulas, pero ya cuentan dos resultados fiables. El primero, que los profesores y profesoras involucrados en Edcamps permanecen en la profesión durante más tiempo –en Estados Unidos la gente abandona la profesión con mayor frecuencia que en España-.
En segundo lugar, los docentes eligen los Edcamps como primera o segunda opción cuando se les pregunta por la fórmula de desarrollo profesional que les parece más útil. Como será la experiencia que hasta los estudiantes quieren participar en estos encuentros que, en su caso, reciben el nombre de StuCamps.
Para quienes deseen hacerse una idea más aproximada, un grupo de profesores interesados se reunirá el martes 18 de octubre de 18 a 20 en la Escola Els Encants de Barcelona. También están organizándose otros Edcamps en Mataró y Moncada. En Catalunya, no obstante, existe algo parecido denominado Betacamp, que este mes de septiembre celebró su segunda edición en Montpol, en la comarca del Solsonès.
Tampoco conviene olvidar, como recordó una persona del público asistente al acto organizado por la Fundació Jaume Bofill y la Universitat Oberta de Catalunya, que en los años 20 del siglo XX se pusieron en marcha lo que se conoció con el nombre de Pedagogías progresistas. La filosofía de fondo parece similar. "Todos juntos somos más importantes que cada uno de nosotros por separado".
¿Qué te parece? ¿Crees que el movimiento tendrá una buena acogida en España?
