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La formación del profesorado, clave para el éxito del uso de las apps

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Laia Mestres i Salud, Redacción de Educaweb
La utilización de teléfonos móviles inteligentes y tabletas ha impulsado la creación de apps de todo tipo. El sector educativo no es ajeno a esta tendencia, generando aplicaciones adaptadas a las necesidades formativas.
 
El verano es una buena época para trabajar en casa con las apps educativas, por eso, las empresas y las editoriales educativas aprovechan para lanzar novedades. Un ejemplo es Apple, que ha estrenado la colección educativa "Aprender en Cualquier Nivel", una selección de aplicaciones y libros educativos adaptados a los niveles educativos Educación Infantil, Educación Primaria, ESO y Bachillerato.
 
Durante todo el año, los centros educativos diseñan actividades interesantes basadas en el uso de las aplicaciones. En este nuevo monográfico de Educaweb sobre Apps educativas hemos recopilado algunas de estas experiencias.
 
¿Qué ventajas tiene el uso de las apps educativas en el aula?
 
Las posibilidades de la tecnología son muy amplias, pero la mera presencia de ordenadores portátiles, pizarras digitales, tabletas e Internet en clase no garantiza un adecuado aprovechamiento de la tecnología. Para un buen uso de las TIC es necesario huir de la improvisación y tener claros los objetivos que se quieren lograr.
 
Rosa Liarte, profesora de Geografía e Historia en el IES Cartima (Málaga). Miembro de Apple Distinguished Educator, afirma que "los dispositivos móviles pueden mejorar los resultados en el aula. Eso sí, con un uso adecuado y sabiendo cómo utilizarlos." La definición de objetivos, la organización del tiempo, la disponibilidad de recursos, las limitaciones en cuanto al uso y el necesario proceso de aprendizaje para dominar una app son aspectos a tener en cuenta antes de lanzarse a la aventura de utilizarlas en el aula.
 
Si buscamos argumentos a favor del uso de las aplicaciones, nos encontramos una gran variedad de experiencias llevadas a cabo con éxito. Entre las principales ventajas del uso de las apps en el aula es que favorecen que el alumnado esté más motivado, participe más y entienda más la información. Otra ventaja es que las aplicaciones educativas permiten a los docentes proponer actividades más versátiles, con metodologías activas que cambian la dinámica del aula.
 
Rosa Liarte reconoce que "hay que saber educar en el uso de los dispositivos móviles, es un trabajo que lleva mucho tiempo y dedicación. A veces no es fácil, puede dar problemas como que el alumnado se entretenga con otras aplicaciones y tengas que estar atento, pero educándolos para ello el alumnado mejora su aprendizaje porque les motiva y atrae mucho más."
 
Para Albert Forn, responsable del proyecto mSchools, ya no se trata de ventajas o desventajas, sino de aprovechar las oportunidades; "los dispositivos móviles tienen la capacidad de transformar la enseñanza, porque habilitarán la educación adaptativa, la transversalidad de la tecnología en cualquier materia, la adecuación de los contenidos a las profesiones de futuro, la mejor formación del profesorado, la transformación del aula o la mayor implicación del alumno".
 
La formación del profesorado, clave para el éxito del uso de las apps
 
La introducción de las aplicaciones móviles en el contexto educativo supone una redefinición de las funciones docentes y del proceso de enseñanza y aprendizaje. Y no sólo eso, también afecta a la organización del centro y sus recursos, la dinámica del aula, la comunicación con la comunidad educativa y la relación con las familias, el rol del alumnado en clase, etc.
 
En este contexto, el profesorado ha de ser capaz de manejar de forma adecuada y pedagógica las TIC y combinar las metodologías tradicionales con formas innovadoras de enseñanza. Rosa Liarte, afirma que "el profesorado debe prepararse en el uso de las TIC y cómo aplicarlas en el aula, sacarle provecho a las TIC como medio". Introducirse en el mundo de las apps no solo facilita diseñar nuevas actividades basadas en metodologías innovadoras, también permite  al docente mejorar sus competencias en cuanto a la gestión del aula, las evaluaciones o las tareas administrativas.
 
Pero quizás, el mayor esfuerzo que debe hacer el profesorado es, como citábamos en el punto anterior, educar al alumnado en el uso adecuado de la tecnología. Disponer de tabletas, móviles y ordenadores es una tentación muy grande para los alumnos y un reto para el docente que quiere evitar que se distraigan y pierdan el tiempo.
 
¿Cómo lograrlo? El proceso no es sencillo, pero está claro que educar en el uso de las TIC no es solo enseñar cómo manejar los dispositivos y las aplicaciones, implica mostrar cómo sacar provecho de la tecnología, navegar de forma segura, diferenciar entre los momentos de ocio y los momentos que se requiere un uso académico de la tecnología, y sobre todo, desarrollar el pensamiento crítico para poder discriminar entre todo el volumen de información que existe en la red.
 
 
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