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"Los alumnos son los que tienen el papel activo en la mejora de la convivencia. Confiamos en su capacidad para cambiar las cosas"

Entrevista

* Fotografía realizada en el Orbis International School, en Mexicali, Mexico.


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Entrevista a Tiina Mäkelä, Coordinadora del Programa Kiva en España y América Latina de Instituto Escalae
Un estudio elaborado por la ONG Save the children muestra que un 9,3% de los estudiantes españoles encuestados afirma que ha sufrido acoso en los dos últimos meses. ¿Qué estamos haciendo mal en nuestra sistema educativo (la detección, la prevención…)?
 
El porcentaje está cerca del promedio internacional. El acoso escolar es un fenómeno universal sobre el cual los sistemas educativos deberían trabajar de manera sistemática con programas basados en la investigación y evidencia. Hace falta acción preventiva, protocolos de intervención y seguimiento. Lamentablemente muchas veces no es así.
 
En base a su experiencia, ¿cómo se podría mejorar la detección de los casos de acoso?
 
Primero hace falta concienciación. Toda la comunidad escolar (dirección, equipo docente, personal no docente, padres y alumnos…)  tiene que saber identificar el acoso escolar. Es importante saber distinguir incidentes no repetitivos o conflictos entre iguales del acoso, que es una agresión sistemática y repetida hacia una persona que tiene dificultades de defenderse. En segundo lugar, hay que crear un ambiente de responsabilidad compartida. Si vemos un caso sospechoso de acoso, todos tenemos la responsabilidad de actuar. En tercer lugar, las escuelas deben tener herramientas para recoger esta información de manera sistemática y un equipo que lo analice.
 
 ¿A qué edad deberían empezarse las acciones de prevención del acoso escolar?
 
En Finlandia trabajamos de manera sistemática a partir del primer año de primaria, el año en que los niños cumplen 7 años. Pero como en los países como España los niños entran habitualmente en el ámbito escolar institucional cuando cumplen 3 años, es posible que sea necesario empezar antes. De todos modos, hace falta adecuar las medidas pensando en el nivel de desarrollo psicosocial de los niños.
 
¿Cuáles son las principales dificultades de convivencia a las que hace frente un docente en su día a día?
 
Esta es la pregunta que seguramente los docentes saben contestar mejor que yo (llevo ya años sin trabajar diariamente en los colegios). No todas las dificultades de convivencia tienen que ver con el acoso escolar. Hay conflictos y peleas entre alumnos, sentimientos heridos por un mal entendido y simples incidentes de agresividad. En los casos de acoso escolar continuo, lo más frecuente es el acoso verbal, pero también hay acoso físico, material (como romper o robar las cosas de la víctima) y sexual. A veces el acoso puede ser más invisible, como es en el caso de exclusión social, la manipulación o las amenazas. Continua existiendo el acoso en el recreo, comedor, etc. de manera tradicional, pero además, las comunidades escolares se enfrentan el problema de ciberacoso, acoso en formato digital.
 
¿Cree que es necesaria una formación específica del profesorado para hacer frente a la violencia escolar y mejorar la convivencia? ¿Existen formaciones de este tipo en España?
 
Obviamente. Hace falta, por ejemplo, entender bien el fenómeno y conocer las medidas más eficaces para luchar contra el acoso. No es suficiente intentar resolver los casos utilizando métodos "caseros" que carecen un base científica. Además, muchas veces no hay coherencia entre los docentes, en su manera de actuar. Es muy importante que toda la comunidad escolar, opinemos y actuemos con coherencia ante una situación de acoso. Existen muchas ideas erróneas del acoso, como "fortalece el carácter" o "sólo son niños bromeando" que tenemos que corregir.
 
No conozco con todo detalle la oferta formativa sobre el acoso escolar en España, pero si, existe. El Instituto Escalae, un instituto para la calidad de la enseñanza-aprendizaje imparte en colaboración con EduDesign Finland, consultoría especializada en la adaptación y la implementación de soluciones educativas finlandesas en España y América Latina, formaciones relacionadas con la implementación de programa anti acoso escolar finlandés denominado KiVa.
 
¿Qué otros agentes, aparte de la escuela y la familia, deberían estar implicados en las acciones anti-acoso?
 
Como en la educación en general, hace falta más y mejor colaboración entre la escuela, la familia y la sociedad. Las escuelas no hacen su trabajo en balde. Todos debemos unirnos en la lucha contra el abuso de poder hacia los más vulnerables, algo que no sólo ocurre en la escuela….Es necesaria colaboración con los servicios de salud y expertos externos como terapeutas, trabajadores sociales, la policía, grupos de investigación, gobierno, organizaciones no-gubernamentales…Personalmente pienso que el papel de los medios de comunicación es importantísimo. Pueden apoyar en la sensibilización y también crear cierta presión para crear los cambios. Creo que en España está sucediendo esto en estos momentos.
 
Una de las acciones concretas para reducir el acoso escolar es el Programa Kiva, ¿en qué consiste? ¿A quién va dirigido?
 
El programa KiVa es un programa finlandés anti acoso escolar financiando por el Ministerio de Educación y diseñado por la Universidad de Turku, Finlandia. Consta de tres componentes principales. Primero, las acciones universales preventivas son dirigidas a todos los alumnos de una escuela. Pretenden influir en las normas del grupo, enseñar maneras constructivas de comportarse y ayudar a los alumnos a asumir su responsabilidad en cuanto a no fomentar el acoso y apoyar a las víctimas. Las acciones consisten, por ejemplo, en lecciones no solo sobre el acoso escolar sino también sobre cómo crear un ambiente escolar seguro, las relaciones humanas, la comunicación, las emociones, la inclusión y cómo superar la presión del grupo. También se ofrecen charlas para los padres y una guía en formato online. Las acciones focalizadas de intervención son el segundo componente de KiVa. Cada colegio tiene un equipo KiVa compuesto por profesionales como psicólogos y psicopedagogos. El equipo KiVa es responsable de resolver los casos en que se sospecha que existe acoso escolar. El tercer componente de KiVa es el monitoreo y seguimiento de casos a nivel escolar. Además de registros sobre los casos de acoso escolar mantenidos por el equipo KiVa, anualmente, se implementa una encuesta virtual sobre la convivencia y acoso escolar para estudiantes.
 
En Finlandia el proyecto se dirige a todas las escuelas a nivel nacional. En la primera fase de implementación en España y América Latina (a partir del año 2015) va dirigido a las escuelas de educación primaria que tienen un buen nivel de inglés, puesto que los materiales no están aún traducidos a las lenguas locales. Son escuelas que, además, buscan maneras de innovar en su Plan o Programa de Convivencia y que están interesados en el proyectos de desarrollo de valores y principios relacionados con la convivencia entre su alumnado. Ven la participación como una oportunidad de formar parte de una red de colegios y colocarse en la vanguardia en cuanto a la implementación del exitoso programa en los países de habla hispana.
 
¿Cuántos centros participan actualmente en esta iniciativa?
 
En Finlandia aproximadamente 90% de las escuelas de educación primaria y secundaria implementan KiVa. Como he dicho, estamos muy al inicio en la implementación del programa en España y América Latina. De momento ningún centro público participa, los primeros colegios son escuelas concertadas o privadas. En el País Vasco, la asociación Ikastolen Elkartea acaba de firmar un contrato para traducir los contenidos al euskera para implementar el proyecto en sus 52 escuelas, a partir del año 2017. ¡Esperamos que haya movimiento en otras regiones!
 
¿Cómo se adapta el modelo finlandés del programa Kiva a las dinámicas escolares de España?
 
La duración mínima de las lecciones sobre la convivencia son 2 sesiones de 45 minutos al mes (duración típica de una clase en Finlandia). Se puede aprovechar, por ejemplo, las clases de tutoría. La mejor manera de llevar a cabo las acciones es integrarlas con los contenidos y temarios curriculares existentes de manera transversal; coincide con contenidos y actividades ya existentes. Esto es también una buena manera de incrementar el trabajo colaborativo entre docentes de diferentes áreas. El programa KiVa se puede integrar perfectamente a los programas/planes de convivencia y otros programas relacionados. Luego hace falta elegir el/la coordinador/a y el equipo KiVa de intervención, preferiblemente personal que no tiene su propia clase, por ejemplo, el equipo de orientación que ya trabaja con temas de este tipo.
 
Se trabaja utilizando pedagogías activas y actividades versátiles centradas en el alumnos. No es el docente quien da las respuestas correctas, sino los mismos alumnos buscan soluciones concretas. Hay mucha autoevaluación y reflexión. Los juegos digitales ofrecen, además, simulaciones de situaciones autenticas que ayudan al alumnado a transferir el aprendizaje a su vida fuera de las clases.
 
Además de los contenidos sobre convivencia, el proyecto ofrece una oportunidad de aprender de las pedagogías activas finlandesas, aplicables a cualquier asignatura. Es posible, sin embargo, que el profesorado necesite apoyo pedagógico para interiorizar estas maneras de enseñar.
 
¿Cómo se logra la participación del alumnado en las iniciativas anti-acoso escolar? ¿Y de las familias?
 
En los programas como KiVa, los alumnos son los que tienen el papel activo en la mejora de convivencia. Confiamos en su capacidad de cambiar las cosas. Les damos protagonismo. Se trata de crear un ambiente basado en la confianza y responsabilidad compartida y cambiar las actitudes hacia el acoso. Si hace falta imponer castigos, tienen que ser constructivos, algo que realmente sirve para cambiar el comportamiento no deseado. No es un trabajo que se hace en una noche, sino un trabajo constante entre todos. Es importante que la escuela y las familias compartan las mismas ideas sobre este tema. Que colaboren tanto en el caso de que su hijo sea la víctima, como si ha participado en el acoso o sea testigo. Hace falta informar los padres, organizar charlas, animarlos a hablar de estos temas en casa también de manera preventiva.
 
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