El informe puede consultarse en este enlace, por eso destacamos una serie de datos y proponemos elementos para la reflexión:
- Un 10% de los estudiantes españoles de 15 años se considera "de bajo rendimiento". Para la OCDE se trata de estudiantes que no alcanzan el nivel 2 en las 3 materias. Teniendo en cuenta este indicador, el Estado español se sitúa un poco por encima de la media de la OCDE (12%). Las principales consecuencias de tener un bajo rendimiento son la dificultad para enfrentarse a la resolución de problemas que requieran razonamientos complejos y, el incremento de la probabilidad de abandonar los estudios.
- El 43% de los alumnos con bajo rendimiento en matemáticas perdieron al menos un día entero de clase, mientras que la media de la OCDE se sitúa en el 23%. El absentismo escolar está vinculado al bajo rendimiento. Para solucionar esta situación, la OCDE propone ofrecer refuerzo escolar tan pronto como sea posible y animar a las familias y al entorno a involucrarse en la comunidad educativa.
- En España el nivel de repetidores es superior a la media de la OCDE. Un 33% de los estudiantes que participaron en esta edición del Informe PISA habían repetido curso. Para los autores del informe, estos estudiantes están en riesgo de padecer exclusión social y de acabar abandonando los estudios por falta de motivación. La solución es que los centros educativos detecten de forma temprana los estudiantes rezagados y motivados y diseñen una estrategia adecuada para involucrarlos.
- Un estudiante en situación de dificultad social tiene un riesgo 3 veces mayor de tener rendimiento bajo. Las desigualdades socioeconómicas influyen de forma determinante en el bajo rendimiento. Para hacer frente a esta situación, la OCDE propone un refuerzo individualizado a los colegios y las familias desfavorecidas, reducir las desigualdades en el acceso a la educación preescolar y limitar la separación de los alumnos por nivel académico.
- Los estudiantes de bajo rendimiento dedican 4,7 horas semanales a hacer deberes, 1 hora más que la media de la OCDE. Este dato constata que dedicar más horas al estudio en casa no garantiza una mejora del rendimiento en el informe PISA. La propuesta en este sentido se centre en el entorno escolar, pues es necesario crear un entorno de aprendizaje en las escuelas que sea exigente y ofrezca apoyo a los estudiantes.