La captación de alumnado internacional es uno de los objetivos de las universidades, puesto que la diversidad de estudiantes es un factor de éxito que posiciona al centro en los mejores rankings. Las universidades estatales se encuentran con una situación paradójica; por un lado, España es el país que más estudiantes Erasmus recibe desde 2011; pero por el otro, sólo el 2,8% de los estudiantes universitarios son extranjeros.La monografía "Comparación Internacional del sistema universitario español" elaborada Francisco Michavila, Director de la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria, y editada por Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), muestra que España está en el último puesto de los países que más estudiantes extranjeros atraen, superada por Italia (4% de alumnos extranjeros), Portugal (4,7%), Grecia (5%) y lejos de Suiza (16%) o Reino Unido (17%).
Segundo Píriz, nuevo presidente de la CRUE, ha manifestado durante la presentación que las causas apuntan a la excesiva burocratización de los trámites, la falta de promoción de las universidades en el exterior, las escasas ayudas accesibles para estudiantes extranjeros y la ausencia de programas en inglés. Las soluciones pasan porque las administraciones y las universidades trabajen coordinadamente en la captación y en la eliminación de trabas burocráticas. «Hay que facilitar todos los trámites para que lo tengan tan fácil como para estudiar en Estados Unidos o Reino Unido. Es curioso que en España exijamos tantos requisitos. Muchas veces las universidades hemos sentido impotencia porque, firmados los convenios y los estudiantes prácticamente con las maletas hechas, se han encontrado tal cantidad de trabas que se han tenido que quedar en su país», afirma Píriz.
Los responsables del estudio han comparado otros aspectos como las ayudas al estudio. En este sentido, España destaca por la baja proporción del PIB que destina a becas y ayudas, sólo el 0,11%. La media de la OCDE se sitúa en el 0,31% y países como Suecia superan la inversión llegando al 0,41%. En el gasto en I+D se aprecian mayores diferencias. Mientras que Dinamarca, Suecia o Suiza dedican porcentajes de inversión del PIB del 0,95%, 0,89% y 0,83%, Grecia, Italia y España se sitúan en la cola con 0,28%, 0,89% y 0,83% respectivamente.
