Los puestos de trabajo y sus funciones han experimentado significativas transformaciones en los últimos años. Andreas Schleicher, el director de Educación de la OCDE, considera que "la globalización y los rápidos avances tecnológicos interactúan de tal forma que redefinen la estructura del empleo y las competencias y cualificación necesarias para ocupar determinados puestos de trabajo en todos los países de la OCDE".Para desempeñar un trabajo ya no basta con adquirir los conocimientos técnicos y teóricos, también es necesario tener una serie de conocimientos transversales, destrezas y aptitudes que puedan aplicarse a otros empleos y empresas y que permitan resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible.
En otras ocasiones hemos hablado de la importancia de las competencias, pero en esta ocasión hemos querido profundizar en cómo se evidencian estas competencias en un proceso de búsqueda de empleo.
¿Cuáles son las competencias más demandadas para favorecer la empleabilidad?
Un reciente estudio elaborado por ManpowerGroup para el Human Age Institute, basado en una investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona, considera que existen una serie de competencias de gran impacto (las más valoradas por parte de las empresas) que permiten detectar las nuevas habilidades que las organizaciones exigen a los profesionales.
Así, entre las competencias más buscadas destacan la creatividad y la innovación, pero también la capacidad para trabajar en un entorno cambiante y la flexibilidad o a la polivalencia. Precisamente, Juan Carlos Cubeiro, Head of Talent en Right Management y experto para el Human Age Institute, afirma que de entre esas competencias la más importante es la flexibilidad, el seguir aprendiendo constantemente y plantearse cualquier situación como un reto y no como un problema. Esa actitud es imprescindible para trabajar en una organización, ya sea pequeña, mediana o grande.
Además de las citadas, el estudio menciona la orientación a resultados, la capacidad para trabajar en equipo, la capacidad de liderazgo, las habilidades relacionales y las de comunicación, y la habilidad para tomar decisiones y también para gestionar el estrés.
Por su parte, Eugenio Gallego, Director de Formación Privada y Desarrollo de Negocio de ADAMS Formación, reconoce que las competencias tecnológicas deben venir ya casi de serie, la responsabilidad, capacidad, aptitud, idoneidad y competitividad se presuponen también. El mercado tiene una alta exigencia en conocimientos, habilidades y tareas no rutinarias.
¿Cómo adquirimos las competencias?
Las competencias técnicas y profesionales se logran durante la formación profesionalizadora como la Formación Profesional o los grados universitarios. Pero, las competencias transversales requieren un proceso a lo largo de toda la vida.
Para Juan Carlos Cubeiro, la formación para el empleo debe incluir la aptitud y la actitud y se adquieren de manera muy distinta. Las competencias técnicas se adquieren básicamente estudiando pero para las competencias que llamamos más emocionales, las de la actitud, hay que ser primero consciente que carecemos de ello y después empezar a practicar hasta convertirlo en un hábito. Tener iniciativa o empatía, trabajar en equipo… son cosas que parecen de sentido común, pero realmente hay personas que no lo tienen de manera natural y cuesta porque no lo han practicado anteriormente y deben aprenderlo.
Así pues, el primer paso es realizar un proceso de autoconocimiento, ser consciente de las potencialidades y carencias. Después, es necesario informarse de qué competencias son las más buscadas en el sector profesional o el puesto de trabajo concreto al que se aspira; y por último, trabajar para desarrollarlas. Para realizar este trabajo podemos contar con el apoyo de cursos especializados.
¿Cómo evidenciar las competencias en un proceso de selección?
Los departamentos de recursos humanos buscan a la persona con el perfil que mejor se adapte a sus necesidades presentes y futuras para el puesto de trabajo en concreto. La oferta de empleo establece unos requisitos que, generalmente, se centran en la formación académica, la experiencia profesional y las competencias para el puesto.
El reto para el candidato a un puesto de trabajo y para el empleador es visibilizar las competencias requeridas. El currículum debe contener la máxima información en el mínimo espacio, destacando los logros académicos y profesionales. Por eso, los expertos afirman que la explicitación de las competencias debe realizarse durante la fase clave del proceso de selección: la entrevista.
Alberto Cuervo y Sandra Chacón, de Bureau Veritas Centro Universitario, afirman que la verdadera clave es la entrevista, y actualmente la entrevista por competencias, que es una técnica imprescindible en cualquier proceso de selección, al aportar la información y el conocimiento necesario acerca del futuro empleado.
Desde su punto de vista, lo ideal es realizar un proceso de selección que incluya una serie de preguntas basadas en situaciones reales, con el objetivo de saber cómo actuó el candidato en el pasado o cómo lo haría en el futuro.
La finalidad de las preguntas es detectar las competencias que posee el candidato, de tal manera, que aporten una explicación detallada para evitar respuestas cerradas, del tipo (sí / no), proporcionando una mayor información, y evitando así el tan temido efecto de deseabilidad social.
Así pues, nuestra recomendación para un candidato que quiere destacar es desarrollar las competencias transversales adecuadas para el puesto de trabajo; elaborar un currículum claro y conciso y adaptarlo al puesto de trabajo al que se opta y, practicar para mostrar las competencias transversales durante la entrevista de trabajo.
