Esta disquisición entre "inteligencias" es sólo una forma de organizar y explicar una misma realidad.Si la inteligencia general se mide mediante la respuesta que el sujeto da ante un estímulo-problema que debe resolver, quizás seria más adecuado solicitar la explicación del proceso que le lleva a la respuesta, ya sea ésta adecuada o errónea.
A través del análisis y el estudio de los procesos implicados al resolver las pruebas podríamos llevarnos algunas sorpresas. Imaginemos que proponemos a un sujeto ajeno a nuestra cultura, por ejemplo a un extraterrestre, que resuelva una operación: 4+2/10.
La respuesta que podría dar (empleando otros criterios diferentes a nuestras leyes matemáticas, puesto que el pobre no tiene ni idea de estos principios) es que se trata de una silla al revés con un pato que está encima de un globo que está a punto de ser explotado por la proximidad de un piolet. Claro está que si la respuesta fuese dada por una calculadora sería 0,8.
Sin duda, podríamos concluir que al extraterrestre no le falta la imaginación y la fantasía a la hora de interpretar la realidad y que este sujeto "no tiene precio" a la hora de ser contratado como guionista en la meca del cine.
La inmensa mayoría de los individuos tienen un conjunto de capacidades o aptitudes medias que le permitirán desenvolverse en la vida de manera adecuada (inteligencias múltiples). Cuando una madre tiene un bebé, nadie se encuentra en condiciones de decirle: "¡Enhorabuena! Ha tenido un corredor de maratón, un músico, un físico teórico o un pintor". ¡¿Quién sabe?! Ni tampoco si va ser feliz en su vida.
Lo que sí podemos afirmar es que, en principio, tiene las capacidades para un desarrollo armónico, siempre que crezca en un ambiente apropiado y sea expuesto a los estímulos que potencien su progreso, esto es, en un entorno seguro y afectivo.
Últimamente hemos tenido noticias de nuestro amigo extraterrestre, que aunque sigue siendo torpe con los números, nos cuenta que ahora es feliz en Hollywood escribiendo guiones. Durante muchos años hemos procurado en nuestras Escuelas Projardin el desarrollo de las "semillas" que están en cada uno de nuestros niños/as, sin dar más importancia a unas que a otras.
Estimulamos para que crezcan tanto la lógica, como el gusto por la música, la habilidad y la coordinación de los movimientos, el interés por comunicación, el placer por mirar libros, flores o pinturas, etc. Escuchar, mirar, oler, saborear, investigar, colaborar, compartir… por parte de los niños/as de 0-3 años es nuestro granito de arena al desarrollo conjunto de esas inteligencias múltiples que, esperamos, otros continuarán en las sucesivas etapas.
Al fin y al cabo, ¿quién quiere ser genio si puede ser… feliz?
