El proyecto Guiding Cities, liderado por DEP Instituto, tiene como objetivo desarrollar un modelo de ciudad orientadora y diseñar herramientas de planificación estrategia y evaluación que contribuyan a mejorar los servicios de orientación académica y profesional y a reducir el abandono escolar prematuro.Teniendo en cuenta este proyecto, hemos preguntado a los expertos cómo debería ser una "ciudad orientadora" y qué agentes e instituciones deberían estar implicadas en su diseño. En este nuevo monográfico de Educaweb, los partners del proyecto explican su visión y objetivos.
El concepto de "ciudad orientadora"
En un mismo contexto social, empresas especializadas, organismos públicos, entidades, ONG's… realizan acciones de orientación académica y profesional, pero, tal y como afirma Rachel Nelson, responsable de proyectos de DEP Institut, "en la mayor parte de los casos, estos servicios se desconocen y no se coordinan entre sí para responder conjuntamente ante las necesidades del entorno."
La finalidad del proyecto Guiding Cities es elaborar estrategias de coordinación entre los agentes implicados en el proceso de orientación, facilitando el trabajo conjunto. La orientación queda evidenciada como un elemento clave para afrontar los principales retos de la sociedad: disminuir el abandono escolar prematuro; fomentar la participación de la población en procesos de formación; cualificación y actualización profesional a lo largo de toda la vida y mejorar la empleabilidad de los ciudadanos.
En el Llibre blanc: Barcelona, capital d'un nou estat, Montserrat Oliveras, directora de Educaweb, reflexiona sobre cómo debería ser una ciudad orientadora y establece las bases para lograr este modelo de ciudad:
- Consolidar un modelo de orientación, entendido como un sistema integrado de información y orientación que permita trabajar en red a los servicios públicos y privados de orientación.
- Capacitar la ciudadanía para que logre una mayor autonomía en la toma de decisiones académicas y profesionales, orientando sus aprendizajes y maximizando sus posibilidades.
- Hacer realidad el reto de la orientación a lo largo de la vida, gracias a la cooperación entre los agentes implicados; mejorar el acceso de la ciudadanía a las oportunidades laborales; explotar el potencial de la ciudad en materia de orientación y favorecer la investigación en el ámbito de la orientación.
- Coherencia con un objetivo: Una ciudad orientadora debe ser coherente con una estrategia. Petre Botnariuc, del Institute of Education Sciences of Bucharest (Rumanía), considera que una ciudad orientadora es aquella en la que "las políticas públicas para el desarrollo social, la carrera y el apoyo educativo están diseñados de manera coherente a partir de una estrategia global de la ciudad". Así pues, el primer punto es definir unos objetivos que se vinculen con las necesidades de la sociedad.
- Conocimiento de los agentes implicados: En una ciudad orientadora, los profesionales de los diferentes servicios, públicos y privados, conocen claramente sus funciones y fortalezas, así como las de los otros servicios. Para poder trabajar de forma coordinada, primero es necesario visibilizar los proyectos, empresas y organismos que velan por lograr los objetivos.
- Participación: Teniendo en cuenta el punto anterior, en el diseño e implementación de una "ciudad orientadora" deben participar diferentes actores de las autoridades locales, universidades, proveedores de servicios y ONGs. Giulio Iannis, director del Centro Studi Pluriversum (Italia), en referencia al abandono prematuro de los estudios, afirma que "ninguna institución puede pensar en enfrentarse a problemas tan enormes y complejos sola", por eso, es necesario repensar las políticas de intervención y la coordinación entre agentes
- Trabajo coordinado entre servicios y agentes sociales: este es uno de los aspectos más destacados del proyecto "Guiding Cities". Para Petre Botnariuc, una ciudad orientadora es una ciudad en la que "hay una coordinación eficaz de los servicios de diferentes áreas por un liderazgo conjunto. También proporciona el desarrollo profesional continuo y medios adecuados de comunicación entre los profesionales de diferentes áreas".
- Capacidad para dar respuesta a los ciudadanos en cualquier momento de su vida: la orientación a lo largo de toda la vida es fundamental. Neus Gómez, Técnica asesora de la Gerancia de Servicios de Educación de la Diputación de Barcelona, considera que "las personas, en cualquier etapa de su vida, pueden necesitar orientación y apoyo para enfrentarse a los procesos de decisión, de elección o de redefinición de sus itinerarios educativos y profesionales". La ciudad orientadora debe ser capaz de dar respuesta a estas necesidades articulando las aportaciones de los agentes implicados a lo largo de la vida.
- Perspectiva holística: Las problemáticas de la sociedad deben afrontarse desde una perspectiva holística. Para Rachel Nelson, el ciudadano o ciudadana se encuentra en el centro de la acción, "con el ciudadano en el centro, hay que asegurar que los servicios de orientación actúen con criterio para responder a sus necesidades. Si el ciudadano está en el centro, en el corazón de las acciones de orientación, entonces este "alrededor" es la ciudad. "
