Si nos dejamos llevar por las grandes cifras macroeconómicas y por algunos políticos, podríamos decir que la crisis económica ya ha pasado. Si bien es cierto que durante la segunda mitad de 2013 el PIB español mostró síntomas de mejoría, y la tendencia se ha consolidado durante 2014, aún tenemos en España unos tres millones menos de personas trabajando que al comienzo de la crisis. Debemos ser conscientes y realistas, ya que los indicadores económicos y sobre todo, sociales, nos hablan todavía de un largo camino por recorrer. Y lleno de baches, por cierto.Por ello, si te encuentras en situación de búsqueda de empleo, no te desanimes, sabemos que no es tarea fácil ni existen varitas mágicas que solucionen tu situación, pero vamos a darte algunas claves para que lo hagas de manera ordenada y consigas tu objetivo.
Es fundamental comenzar con una mirada a tu alrededor, conocer primero el mercado laboral, tanto a nivel internacional, como nacional y local, y después saber cuáles son las necesidades de las empresas que más nos interesan y si tenemos capacidad para satisfacer esas necesidades, trabajar y entrenar para poder acceder a ellas.
El proceso de búsqueda de empleo lo podemos comparar a una campaña de marketing de un producto. En nuestro caso, en la búsqueda de empleo, el producto que ofertamos somos nosotros mismos, vamos a simular que nos "autovendemos". Como en las campañas de publicidad, debemos seleccionar primero el mercado, que serían las empresas que ofertan puestos de trabajo, las estrategias de la venta, que serían las técnicas de utilizaremos para buscar y conseguir ese empleo, y el producto que vamos a vender, es decir, a nosotros mismos.
Si analizamos el mercado de trabajo desde un ángulo simple pero válido, las ofertas de trabajo pueden llegar desde tres grandes sectores: el sector público, el sector privado, y la opción de autoempleo. Uno de los desajustes más importantes entre la oferta y la demanda viene dada por el desconocimiento de la situación actual y la evolución que va sufriendo el mercado de trabajo, ya que existen profesiones con mayor oferta de puestos de trabajo que demandantes cualificados. Es vital conocer el sector al que queremos acceder y adaptarnos al máximo. Como ejemplo, según un estudio realizado recientemente por la revista Forbes, en 2014 solo el 2% de las empresas reclutaron a trabajadores con formación específica en disciplinas humanísticas, pero las universidades todavía siguen ofreciéndolas y llenan las aulas.
Atendiendo a la estrategia de venta, debemos de tener en cuenta que la forma de acceder a las ofertas de trabajo ha cambiado. Antes los trabajos se publicaban en prensa, ahora se buscan desde el móvil y es importante estar presentes en las redes sociales. Pero cuidado, eso se puede convertir en un arma de doble filo si publicamos cosas que en un momento dado no nos favorecen para el nuevo trabajo. Antes de contratar a una persona, normalmente la empresa busca el perfil de los candidatos en las redes sociales, y determinadas publicaciones o fotografías pueden echar por tierra todo el trabajo realizado.
Ahora bien, tanto antes como ahora, el gran yacimiento de empleo se encuentra oculto, y por ello, partes con una gran ventaja si eres proactivo. La presentación de tu autocandidatura es una herramienta muy eficaz para conseguir tu objetivo. Esto refuerza nuestra tesis de la importancia del conocimiento del mercado. Si sabes lo que buscan las empresas, cuáles son y cuándo y dónde lo hacen, está claro que partirás con ventaja respecto al resto de candidatos.
Vamos ahora a analizar el producto. Cuando una empresa está realizando un proceso de selección de personal, el seleccionador se va a fijar en los conocimientos técnicos (formación y/o experiencia) del candidato, por supuesto, pero no solo en ellos, ya que aunque son muy importantes, no son, ni mucho menos, los únicos. Cada puesto de trabajo requiere de unas características y habilidades propias, pero en términos generales hay una serie de competencias cada vez más requeridas. En un mercado en el que debes competir con personas muy cualificadas, marcar la diferencia te llevará a destacar entre el resto. Veamos cómo puedes hacerlo.
Las competencias o habilidades son fundamentales a la hora de destacar entre el resto de competidores y hacerte con el puesto de trabajo, destácalas en la entrevista. Se trata por ejemplo, de la capacidad de resolución de problemas en el ámbito del trabajo, haciendo frente a situaciones diversas que salen de la rutina diaria. Las empresas, cada vez más preocupadas por reaccionar con agilidad a las nuevas necesidades de sus clientes, piden a sus trabajadores flexibilidad, habilidad para reaccionar y responder de manera rápida a los cambios. La movilidad interna de los recursos humanos en las empresas provoca que se busque gente capaz de adaptarse a los cambios, con una mentalidad abierta, ganas de aprender y superarse, y que no les de miedo enfrentarse a otras herramientas, programas, itinerarios, etc.
Se buscan profesionales con iniciativa, con capacidad de seguir formándose en todas las técnicas y novedades que surjan. Según diferentes encuestas a empresarios, podemos decir que existen muchos factores a la hora de escoger un candidato, pero para la mayoría, demostrar proactividad y dinamismo puede ser la clave para lograr el empleo. Se buscan empleados con capacidad de entender qué se quiere o se necesita, más que aquellos que simplemente siguen órdenes. Otras características muy valoradas son la capacidad de trabajo, el conocimiento del sector en el que opera la empresa, la habilidad de trabajar en equipo y el potencial de crecimiento, además de la ética y los valores.
Cada sector tiene sus propias características, y por tanto, sus necesidades. Te invitamos a que descubras en tu estudio del mercado laboral del sector en el que quieres trabajar, cuáles son las competencias que más se precisan, y por tanto, te darán ventaja competitiva con respecto al resto de candidatos. Una vez las descubras, enfréntate a ellas, es decir, analiza si estás bien preparado o no. Si lo estás, enhorabuena, si no lo estás, piensa en cómo puedes solucionarlo, a través de una formación adecuada.
