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Los jóvenes como elemento transformador del mercado laboral
Artículo de opinión
En junio concluyó el proyecto "Impacte de l'orientació professional de joves en el desenvolupament de competències per accedir al mercat laboral i transformar-lo", realizado por Educaweb, DEP Instituto, la International Foundation for Interdisciplinary Health Promotion y dirigido por el investigador Màrius Martínez de la Universitat Autònoma de Barcelona, dentro del Programa RecerCaixa. Hemos preguntado a la comunidad educativa: ¿qué barreras dificultan la inserción de los jóvenes y la transformación del mercado laboral?
El objetivo de esta investigación es analizar la importancia de la orientación profesional de los jóvenes en el desarrollo de competencias para el acceso y la transformación del mercado laboral. Además se ha diseñado guías orientadoras dirigidas a profesionales de la orientación y a jóvenes.
El estudio se enmarca dentro del programa de investigación de excelencia RecerCaixa, impulsado por la Obra Social "la Caixa" en colaboración con la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP),
Relacionándolo con el objeto de la investigación, desde Educaweb hemos lanzado las siguientes preguntas a los expertos: ¿qué barreras dificultan la inserción de los jóvenes y la transformación del mercado laboral? ¿Cómo podemos superarlas? El monográfico Orientación para la transformación y el acceso al mercado laboral recopila las opiniones sobre este tema, con propuestas de las competencias necesarias para acceder y transformar el mercado laboral.
¿Qué barreras dificultan la inserción de los jóvenes y la transformación del mercado laboral?
Las conclusiones del estudio elaborado en el marco del Programa RecerCaixa se han obtenido a partir de las valoraciones de responsables de empresas, de centros educativos y de formación, de expertos y de los jóvenes. A partir de sus aportaciones se han identificado una serie de barreras que inciden en la empleabilidad de los jóvenes, que pueden agruparse en 7 barreras estructurales: el modelo económico; la crisis; las políticas socioeconómicas; los estereotipos y la discriminación; las desigualdades; el sistema educativo y la orientación.
Los expertos consultados coinciden en reconocer algunas de estas barreras como elementos clave que han provocado una reducción de la demanda laboral por parte de las empresas. Para Marisa García Maíz, Pablo Chust Hernández, Francisco Javier Tortajada Blanca y Ángela Gómez Seguí del Servicio de Orientación de la Universidad Católica de Valencia, existen dos motivos que generan mayor competitividad a la hora de buscar empleo: la crisis económica, que ha provocado una reducción de los puestos ofertados, y que la Formación Profesional está considerada como inferior a la universitaria, por lo que son muchos los que actualmente realizan estudios superiores intentando acceder a mismos puestos de trabajo.
En cambio, Luisa Rodríguez, Catedrática Emérita de Orientación Profesional de la Universidad de Barcelona, centra el foco en la formación y la orientación. Desde su punto de vista, la escuela y la universidad no acaban de encontrar las fórmulas para evitar el abandono a todos los niveles. Ese abandono produce distorsiones económicas y laborales. Y las administraciones continúan sin contar con los buenos equipos de orientación (actuando sinérgicamente) y no saben crear herramientas adecuadas que fomenten la permanencia.
Pero no solo existen barreras estructurales, Anna Sesé, Responsable del área de Inserción Sociolaboral, Formación, Consultoría y Estudios de la Fundación Pere Tarrés, considera que las principales dificultades para acceder al mercado laboral son: la falta de experiencia, la tasa de fracaso escolar, la baja tolerancia a la espera y a la frustración por parte de los jóvenes y la generalización negativa del concepto "joven", como no comprometido, no esforzado, problemático, etc.
¿Cómo reducimos estas barreras?
Los expertos coinciden en afirmar que la formación adaptada a las necesidades del mercado laboral es fundamental para sortear estas barreras. Los investigadores han detectado 20 competencias que permiten reducir las barreras para la ocupación, entre las que destacan la análisis crítica, escucha activa, aprender a aprender, creatividad, resiliencia, autoexigencia, autogestión... Silvia Amblàs, directora de DEP Instituto, considera que el estudio pone de manifiesto que cuanto más cualificados son los puestos de trabajo más importancia se le otorgan a las competencias y, a la vez, también aumenta el número de competencias que se consideran relevantes para desempeñar el puesto.
Para Belén Casal, Orientadora educativa de la Escuela Universitaria Exitae. Grupo MasterD, este debe ser el objetivo de la formación: dotarnos de los conocimientos teórico-prácticos necesarios para el desempeño eficaz de una profesión, pero también de las habilidades sociales e interpersonales necesarias para ser capaces de gestionar de forma adecuada cualquier situación, por difícil que sea, para ser capaces de romper el molde, de transformarnos y adaptarnos.
En cambio, Yojana Pavón, de la Asociación Nacional de Agencias de Colocación (ANAC), considera que, hasta ahora se ha puesto el foco en el joven, ofreciéndole como solución el emprendimiento, cuando los jóvenes que son los grandes damnificados no tienen por qué ser, además, los salvadores de la patria para ir erradicando de las listas del paro a desempleados. Desde su punto de vista, es responsabilidad del estado tener una reflexión profunda y seria de cómo queremos generar nuevos sectores emergentes que impliquen creación de puestos de trabajo de calidad y no de los damnificados desempleados en un intento desesperado de generar su propio empleo.
¿Cómo logramos que los jóvenes participen en la transformación del mercado laboral?
Alberto Cuervo, Profesor de Bureau Veritas Centro Universitario, afirma que la vida laboral es un proceso de formación continua cuyo fin es adaptarse al nuevo medio. Esta es la clave para que los jóvenes participen en la transformación del mercado laboral.
Si somos capaces de cumplir estos retos, formar y motivar, nuestros jóvenes de ahora serán los profesionales del futuro, que harán que nuestras empresas puedan competir en cualquier sector de actividad, ya que sus trabajadores tendrán las competencias exigidas por el mercado laboral.
Por su parte, Javier Carboneras López, Técnico en Orientación e Inserción Profesional de la Fundación Florida considera que otra fórmula para empoderar a la población más joven consiste en sensibilizar en la necesidad de participar activamente en acciones solidarias y/o de voluntariado, actividad que influye positivamente en la sociedad y cuyo esfuerzo se ve recompensado tanto personal como profesionalmente ya que los/as futuros/as empleadores/as reconocerán el trabajo realizado.
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