Por desgracia, nos hemos acostumbrado, tal vez en exceso, en los últimos años a hablar de jóvenes y dificultades de inserción en el mercado laboral. No puede ser de otro modo, cuando las tasas de paro de quiénes tienen entre 16 y 19 años alcanza un 70,45%, los que están comprendidos entre 20 y 24 años, un 47,74% y los que tienen entre 25 y 29 años, el 30,18%, según la Encuesta de Población Activa del INE del primer trimestre de 2015. Registros que cuesta encontrar en otros países del mundo, y que apuntan a una situación, sin duda, especialmente complicada para nuestros jóvenes en su relación con el ámbito del trabajo.No cabe duda que unos adecuados sistemas de información y orientación profesional resultan fundamentales para afrontar esta situación. Conviene recordar que la Ley 5/2002 de 19 de junio, de las Cualificaciones y la Formación profesional fijaba como uno de los elementos fundamentales del sistema la información y orientación profesional. Sin embargo, este ha sido uno de los aspectos que menos desarrollo reglamentario ha recibido con posterioridad, lo que puede estar en el origen de los resultados antes descritos. ¿Quiere ello decir que esta actividad no se está realizando o que su ejecución dista de ser la más adecuada? En absoluto. Quisiera destacar la labor silenciosa y comprometida que todos los días miles de orientadores profesionales, educativos y laborales, realizan en las organizaciones en que prestan sus servicios, y gracias a ellos, tal vez la situación no es peor.
Los propios orientadores conocen bien las barreras que dificultan la inserción de los jóvenes. En su quehacer cotidiano, tratan de afrontar situaciones individuales muy distintas que exigen planteamientos adaptados a las circunstancias personales, con trayectorias que sean ejecutables y que, finalmente, conduzcan a algún resultado positivo.
De un lado, los orientadores educativos tratan de conseguir el mejor aprovechamiento posible en los estudios, que se alcancen las competencias clave que plantea el Marco europeo, y se esfuerzan por evitar el drama del abandono escolar temprano. Sin embargo, ahí están los resultados académicos de PISA o las tasas de abandono escolar que ascienden al 21,9% el doble que la media europea, y lejana del 15% fijado en el Objetivo Europa 2020.
Por otra parte, los orientadores laborales en las oficinas del servicio público de empleo o de las organizaciones que colaboran en la intermediación laboral tratan de ofrecer a los jóvenes alguna oportunidad de trabajo, si existe, o una formación adaptada a sus necesidades que mejore la inserción laboral.
El desarrollo de la información y orientación profesional en España debería apostar por una integración de estos servicios que funcionan, aparentemente, con metodologías e instrumentos distintos, a fin de optimizar los resultados.
Los orientadores saben que la falta de experiencia laboral es un obstáculo para el acceso al mercado laboral de los jóvenes. En los últimos años, las prácticas en empresas se han extendido de forma muy destacada en el sistema educativo español, tanto en la FCT de la formación profesional inicial, como en la reciente formación dual que avanza con paso firme, los contratos para la formación o las prácticas no laborales en la formación para el empleo, hasta las prácticas universitarias que igualmente confirman su capacidad para asegurar una transición satisfactoria del mundo educativo al laboral. El acceso a unas competencias necesarias para el desempeño en el puesto de trabajo está en el origen del éxito de las prácticas, y tal vez deberían aumentar, impulsando las mismas a nivel europeo, como una modalidad más del programa Erasmus.
Existen numerosos estudios que detallan con precisión cuáles son las competencias que pueden favorecer la inserción laboral de los jóvenes y la superación de estas barreras. Uno de ellos, el de la Universidad de Alicante que registra la relación de competencias que aparecen en el Anexo de este artículo. No es lo mismo trabajar con jóvenes de baja cualificación que abandonan la escuela sin titulación oficial, que con universitarios que carecen de experiencia pero que poseen titulación y formación complementaria. La distancia que media entre ambos casos ofrece evidencias más que suficientes de la complejidad de la tarea para los orientadores.
Los programas como Escuelas Taller y Casas de oficios, que surgieron para atender la inserción laboral de los jóvenes a mediados de los años 80, siguen siendo válidos en el contexto actual, adaptando los contenidos formativos a los certificados de profesionalidad y a las nuevas especialidades demandadas por el tejido productivo. Estrategias como la Garantía Juvenil muestran la importancia que tiene la inserción de los jóvenes a nivel europeo así como la necesidad de diseñar políticas eficientes adaptadas a las características de cada uno de los países. Iniciativas como las Lanzaderas de empleo, que proceden del programa Escuelas taller, también deben ser bienvenidas. Por último, la colaboración público privada es imprescindible en este ámbito de las políticas activas de empleo, donde queda mucho camino por recorrer.
Anexo de competencias
ADAPTABILIDAD Capacidad para ser eficaz en un entorno cambiante, frente a nuevas tareas, retos y personas.
ANÁLISIS DE PROBLEMAS Eficacia para identificar un problema, reconocer la información de interés y las posibles causas del mismo.
ANÁLISIS NUMÉRICO Capacidad para analizar, organizar y resolver problemas numéricos.
ASUNCIÓN DE RIESGOS Capacidad para adoptar acciones de forma deliberada para alcanzar un beneficio o ventaja importantes.
AUTOMOTIVACIÓN Importancia del trabajo por satisfacción personal. Alta necesidad de alcanzar un objetivo con éxito.
ATENCIÓN AL CLIENTE Detectar las expectativas del cliente, asumiendo compromiso en la identificación de cualquier problema y facilitar las soluciones idóneas para satisfacer sus necesidades.
CONTROL Capacidad para tomar decisiones que aseguren el control sobre métodos, personas y situaciones.
CAPACIDAD CRÍTICA Habilidad para la evaluación de datos y líneas de acción para conseguir la adopción de decisiones de forma imparcial y razonada.
CREATIVIDAD Capacidad para proponer soluciones imaginativas y originales. Innovación frente a los métodos y enfoques tradicionales.
COMUNICACIÓN VERBAL Y NO VERBAL PERSUASIVA Capacidad para expresarse claramente y de forma convincente para que la otra persona asuma nuestros argumentos como propios.
COMUNICACIÓN ESCRITA Capacidad para redactar las ideas de forma gramaticalmente correcta, de manera que sean entendidas si que exista un conocimiento previo de lo que se está leyendo.
COMPROMISO Crear en el trabajo propio o rol un valor dentro de la empresa, que se traduce en un refuerzo extra para la misma, aunque no siempre en beneficio propio.
DELEGACIÓN Distribución eficaz de la toma de decisiones y responsabilidades.
DESARROLLO DE PERSONAS Potenciar las habilidades de las personas a nuestro cargo.
DECISIÓN Agudeza para establecer una línea de acción adecuada en la resolución de problemas, implicarse o tomar parte en un asunto concreto o tarea personal.
TOLERANCIA AL ESTRÉS Mantenimiento firme del carácter ante acumulación de tareas o responsabilidades, lo cual se traduce en respuestas controladas frente a un exceso de cargas.
ESPÍRITU COMERCIAL Capacidad para entender aquellos asuntos del negocio que afectan a la rentabilidad y crecimiento de una empresa con el fin de maximizar el éxito.
ESCUCHA Capacidad para detectar la información importante de la comunicación oral. Recurriendo, si fuese necesario, a las preguntas y a los diferentes tipos de comunicación.
ENERGÍA Capacidad para crear y mantener un nivel de actividad adecuado. Muestra el control, la resistencia y la capacidad de trabajo.
FLEXIBILIDAD Capacidad para modificar el comportamiento adoptar un tipo diferente de enfoque sobre ideas o criterios.
INDEPENDENCIA Actuación basada en las propias convicciones sin deseo de agradar a terceros en cualquier caso. Disposición para poner en duda un criterio o línea de acción.
INTEGRIDAD Capacidad para mantenerse dentro de una organización o grupo para realizar actividades o participar en ellos.
IMPACTO Causar buena impresión a otros que perdure en el tiempo.
INICIATIVA Influencia activa en los acontecimientos, visión de oportunidades y actuación por decisión propia.
LIDERAZGO Utilización de los rasgos y métodos interpersonales para guiar a individuos o grupos hacia la consecución de un objetivo.
METICULOSIDAD Resolución total de una tarea o asunto, de todas sus áreas y elementos, independientemente de su insignificancia.
NIVELES DE TRABAJO Establecimiento de grandes metas u objetivos para uno mismo, para otros o para la empresa. Insatisfacción como consecuencia de bajo rendimiento.
PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN Capacidad para realizar de forma eficaz un plan apropiado de actuación personal o para terceros con el fin de alcanzar un objetivo.
RESISTENCIA Capacidad para mantenerse eficaz en situaciones de rechazo.
SENSIBILIDAD ORGANIZACIONAL Capacidad para percibir e implicarse en decisiones y actividades en otras partes de la empresa.
SENSIBILIDAD INTERPERSONAL Conocimiento de los otros, del grado de influencia personal que se ejerce sobre ellos. Las actuaciones indican el conocimiento de los sentimientos y necesidades de los demás.
SOCIABILIDAD Capacidad para mezclase fácilmente con otras personas. Abierto y participativo.
TENACIDAD Capacidad para perseverar en un asunto o problema hasta que quede resuelto o hasta comprobar que el objetivo no es alcanzable de forma razonable.
TRABAJO EN EQUIPO Disposición para participar como miembro integrado en un grupo (dos o más personas) para obtener un beneficio como resultado de la tarea a realizar, independientemente de los intereses personales.
