Una programación de aula es el conjunto de acciones de planificación y desarrollo mediante las cuales se transforman las intenciones educativas más generales en propuestas didácticas concretas. La programación es imprescindible en cualquiera de las etapas formativas, porque determina aspectos tan importantes como la temporalización, las metodologías didácticas utilizadas o las competencias transversales que se trabajarán.En este contexto, ¿cómo se estructura la programación educativa ideal? Los expertos han reflexionado sobre este tema en este Monográfico sobre Programación Educativa.
Los retos de la programación educativa
Una de las principales dificultades de la programación educativa es incorporar los retos de la educación actual (uso de las TIC, diversidad cultural en el aula, innovación didáctica…) a una planificación que también tiene en cuenta la normativa vigente y el modelo pedagógico del centro. Los expertos proponen 3 aspectos fundamentales a tener en cuenta en la planificación:
- Programación centrada en el alumnado: David Domínguez, Coordinador general de los Ciclos Formativos de la Fundació Pere Tarrés, afirma que la programación educativa del siglo XXI debe asumir el reto de centrarse en el protagonismo de cada alumno empoderándole ante su proceso de aprendizaje. Para ello debe facilitarle la toma de conciencia sobre sus capacidades, habilidades y posibilidades de mejora, al tiempo que debe ofrecerle capacidad de decisión sobre las actividades a realizar y habilidades de gestión emocional para afrontar sus propios retos y superar sus actuales limitaciones.
Para lograrlo, los expertos proponen empezar cambiando la dirección de los objetivos, es decir, una programación educativa no debe centrarse en un "por qué" nos proponemos una serie de objetivos y acciones, sino en un "para qué" competencial que dé un sentido y que apunte al futuro, al progreso, al desarrollo personal.
- Mejora continua: Otro reto al que los docentes deben hacer frente es la actualización, revisión y mejora continua de la programación educativa. Es fundamental que la práctica educativa se adapte al contexto específico donde se implementa (ya sea un centro de primaria o de formación continua), para ajustar aquellos aspectos que facilitan el aprendizaje y detectar aquellos que lo dificultan. Ricardo Jambrina y María Muñoz del C.I.F.P. Majada Marcial de Fuerteventura, destacan a partir de su propia experiencia que al planificar nuestra acción educativa anticipamos nuestras intenciones educativas en un proceso intencional que debe ser revisado y mejorado.
- Coherencia: La programación y todas las unidades didácticas que la conforman deben ser coherentes entre sí. Al fin y al cabo, se trata de actividades concretas secuenciadas, con un hilo curricular predefinido y con un diseño adaptado a los recursos del centro educativo y a las necesidades y especificidades del alumnado. Es muy importante que todo este engranaje funcione de forma garantizada, sin estridencias que puedan entorpecer el proceso de enseñanza-aprendizaje.
¿Cómo debería ser la planificación ideal?
Resulta complicado responder a esta pregunta porque la planificación adecuada es la que se adapta al currículum y las particularidades del centro, el aula y el alumnado. Aún así, podemos recopilar una serie de puntos que favorecen el éxito de la programación:
Según el portal Prepara tus oposiciones, los apartados obligatorios cuando se elabora una programación didáctica para una oposición al cuerpo docente son los objetivos, los contenidos, la metodología, actividades, espacios y recursos, evaluación y la atención al alumnado con necesidad específica de apoyo educativo. Dentro de cada uno de estos puntos se pueden añadir aspectos que dan valor a la propuesta:
- Programación por competencias. Este tipo de programación varía en función de la etapa educativa (infantil, primaria o secundaria). Básicamente, consiste en trabajar la competencias básicas a través de todas las áreas y materias, convirtiéndolas en el eje de la programación. La principal dificultad es la coordinación; este tipo de programación requiere la implicación de todo el centro que debe trabajar con un nuevo enfoque.
- Utilización de metodologías didácticas innovadoras. Las nuevas tecnologías son un elemento clave para favorecer la innovación en clase, pero hay que tener en cuenta que se trata de un elemento más, no deben absorber todo el interés de la práctica educativa. Tal y como explicaba Federico Malpica, fundador y director del Instituto Escalae, en el monográfico de Metodologías Innovadoras, desgraciadamente, parece que cada vez con más insistencia, se introducen las nuevas tecnologías siguiendo el camino contrario al que sería conveniente para mejorar la calidad de lo que se hace en las aulas. Parece que las metodologías didácticas deben estar al servicio de las TIC y no al revés.
- Evaluación. La evaluación es clave en todo proceso educativo. Dentro de la programación es necesario tener en cuenta los contenidos que se van a evaluar, el calendario de la evaluación, los instrumentos que se utilizarán, los criterios de evaluación y la evaluación de la propia intervención docente. Una vez más, la coherencia entre los otros aspectos de la programación y la evaluación son muy importantes para garantizar el éxito de la propuesta.
