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Nuevas metodologías para nuevas competencias

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Rafael Balparda Pilar, Responsable de Orientación Laboral. San José de Calasanz Ikastetxea - Santurtzi (Vizcaya)
En San José de Calasanz como centro de Formación Profesional, uno de los objetivos que siempre han guiado nuestros esfuerzos es dotar al alumnado de las competencias necesarias para su inserción laboral y su desarrollo personal. En los últimos años en los que en el mercado laboral ha habido una crisis generalizada el talento y las competencias personales como trabajo en equipo, comunicación, toma de decisiones etc. parecen ser más solicitadas y valoradas por las empresas que los títulos académicos o que las calificaciones de fin de grado. Para que el alumnado pueda adquirir y desarrollar estas competencias valoradas, casi exigidas, por las empresas en sus procesos de selección, desde los centros educativos hemos tenido que adaptarnos a marchas forzadas transformando las reglas del juego e introduciendo nuevas metodologías de aprendizaje. El alumno/a pasa de ser un mero receptor de conocimientos pasivo a un actor principal de su propio aprendizaje.
 
Por ello, en los últimos diez años hemos emprendido un camino de no retorno hacia sistemas de trabajo basados en proyectos, PBLs, simulaciones, emprendizaje educativo etc. que ponen al alumnado en la primera línea de fuego de esa batalla en la que parece haberse convertido tener un perfil empleable.

Hay que situar al alumnado ante situaciones educativas que les permita trabajar con compañeros, exponer, comunicar, dirigir sus proyectos buscando los recursos necesarios para sacarlos adelante, vencer obstáculos y tomando las decisiones necesarias para llevarlos a buen puerto. Si hacen todo eso habrán tenido la oportunidad de entrenar y desarrollar todas esas competencias tan necesarias en la vida laboral y por qué no decirlo, en su vida personal.
 
Aquella educación en la que sólo se esperaba de la escuela "fabricar" mano de obra especializada para un modelo industrial o productivo ha firmado su acta de defunción. Ahora no sólo se espera de estos jóvenes que produzcan, las empresas buscan "talento" para que los futuros trabajadores sean capaces de definir los objetivos a lograr, conseguir los recursos para alcanzarlos, aunar voluntades y alianzas en ese camino, comunicar los logros y resultados obtenidos y por supuesto, aprender en el camino para lograr una mejora tanto del proceso como de los resultados a futuro.
 
En este nuevo campo de juego en Calasanz hemos apostado por el aprendizaje basado en proyectos, PBLs, modelos de simulación y emprendizaje que permitan al alumnado la adquisición de dichas competencias. Los exámenes objetivos y modelos de aprendizaje individual no son los más adecuados para estos objetivos.

Emprender para aprender

La sensibilización al emprendizaje como forma de crear su puesto de trabajo ha sido una línea de trabajo habitual en los centros de FP. Con el proyecto de emprendizaje "emprender para aprender" decidimos utilizar los diversos programas reales que impulsan las instituciones, no sólo para crear empleos, sino como metodología activa de aprendizaje en el aula.
 
Este proyecto fue seleccionado por la OCDE como buena práctica educativa en la publicación "Entrepreneurship 360" y que participó en una conferencia en Postdam (Alemania) en noviembre y premiado con el 3º premio de Innovación Educativa de la Fundación GSD en su segunda edición.
 
Si desde el mundo laboral ya no nos vale con formar titulados con conocimientos técnicos sino que deben incorporar además una serie de competencias personales, desde este proyecto embarcamos al alumnado en la aventura de idear, crear y gestionar su propia empresa en el aula, junto con sus compañeros/as. A lo largo de todo este proceso los alumnos tendrán que pensar en ideas de negocio, analizar el mercado, trabajar en equipo e incluso fabricar y  vender sus productos en mercados reales. Se verán obligados a entrenar y desarrollar competencias tan importantes como trabajar en equipo, capacidad de comunicación, toma de decisiones, asunción de riesgos, aprendizaje autónomo, las mismas que cualquiera de los emprendedores debe demostrar a diario para sobrevivir en un mercado laboral cada vez más competitivo y difícil.
 
Nuestros objetivos principales con este proyecto no son que el alumnado cree empresas o negocios en un futuro cercano. Si llegan bienvenidas serán y crearán riqueza para ellos y la sociedad. El verdadero objetivo es que "jugar a ser empresario" les permite poner en práctica todas esas competencias transversales  de las que venimos hablando.

 
Proyecto: "Entrepreneuship to learning"
http://www.oecd.org/site/entrepreneurship360/blog/teachersandeducationspecialistsgatheredinpotsdamtofosteranentrepreneurialmindsetineuropeanschools.htm

PROYECTO IRUDI ETA IKASI

Este proyecto supone un claro ejemplo de innovación social y de metodología activa de aprendizaje. En el ámbito de la colaboración con el Ayuntamiento de Santurtzi, a través de un Programa de Inserción Local, el alumnado de Integración Social ha diseñado una serie de talleres de alfabetización digital y desarrollo de competencias básicas sociolaborales para los usuarios con más dificultades de inserción laboral del municipio.


En equipos de alumnos han diseñado y se han ocupado de desarrollar unos talleres de formación sociolaboral en competencias necesarias para que estos colectivos con especiales dificultades de inserción laboral, mayores de 45 años, mujeres con cargas familiares, inmigrantes, personas sin cualificación y/o en situación de exclusión social etc. se puedan beneficiar de este apoyo desinteresado y voluntario por parte del alumnado para mejorar sus oportunidades de inserción laboral.
 
A parte de los propios objetivos técnicos uno de los aspectos más positivos ha sido ver que dicha actividad de compromiso social, ha permitido mejorar la autoestima y confianza de estas personas permitiéndoles creer en sus posibilidades y luchar por una mejora de su delicada situación.
 
Como metodología este proyecto ha permitido al alumnado tener sus primeras experiencias profesionales con usuarios reales. Además en un modelo de trabajo en equipos que les ha permitido, una vez más, liderar su aprendizaje y ser parte activa de su aprendizaje. Además, la valoración por parte de las autoridades locales ha sido muy positiva ya que ha supuesto un complemento a los  recursos y medidas que el consistorio municipal pone a disposición de estos vecinos. Un claro ejemplo de compromiso con nuestro entorno.

Evaluación de las competencias transversales

Una de las partes más innovadoras de estos proyectos es que incorporan un sistema de evaluación y desarrollo de dichas competencias a través de una plataforma que utilizan alumnos y profesores para medir dichos progresos. Estos proyectos han supuesto una revolución en el centro y en las aulas puesto que permite a todo el alumnado obtener el 20% de su calificación a través del nivel demostrado de competencias transversales.
 

 

Plataforma de evaluación y desarrollo de Competencias Transversales

 En este se realiza una evaluación de alumnos a sí mismos (autoevaluación), a sus compañeros (coevaluación) y también son evaluados por sus profesores (heteroevaluación).  Las competencias evaluadas están entre las más valoradas por las empresas, comunicación interpersonal, resolución de problemas, aprendizaje autónomo, gestión de la información, trabajo en equipo, toma de decisiones y equilibrio entre vida y trabajo (Lanbizi).
 
Tal ha sido el impacto en el centro de la incorporación a la calificación final de todo el alumnado de este 20% de transversalidad que ha despertado también el interés de TKNIKA (Centro para la innovación de la FP del Gobierno Vasco) que nos ha incluido en su proyecto piloto para el uso de su propia herramienta de medición con un nivel de satisfacción tanto de nuestro alumnado y profesorado muy importante.
 

Plataforma de Evaluación de Competencias Transversales de TKNIKA

Hemos emprendido un camino de no retorno en el que el aprendizaje por proyectos, la resolución de proyectos, la evaluación de competencias y de conocimientos aplicados, emprendizaje, simuladores, presentaciones, exposiciones orales han tomado las aulas. Conceptos como entrenamiento de inteligencias múltiples, Desing Thinking o desarrollo de la creatividad, están tomando las aulas progresivamente. Esto ha exigido y lo hará más aún, un cambio en el rol del profesor.
 
De ser un transmisor de los conocimientos que tiene de un tema estamos pasando a ser entrenadores, coachs si me permiten, guías, asesores, orientadores y sobre todo, por encima de todo, motivadores. La motivación en el alumnado es la llave que lo arranca todo. Si como docentes somos capaces de lograr que el alumnado afronte sus proyectos educativos con la motivación del que hace algo que le gusta, que le entretiene, que le apasiona… nunca nos olvidarán y estarán eternamente agradecidos. Es lo que el experto mundial en educación,  Sir Ken Robinson, llama "El Elemento". Aquellos alumnos, motivados, apasionados que aman aquello que hacen, sin duda cambiarán su entorno y tienen muchas posibilidades de guiar su propio destino profesional.
 
Pero aún queda nos queda otro reto más ambicioso que los agentes educativos deberemos afrontar. Volviendo a la pregunta de qué competencias son útiles para la vida laboral y personal no nos toca mejorar la respuesta que nuestro alumnado sea capaz de dar a estas cuestiones ¿cómo vivir en pareja? ¿Cómo negociar con los bancos y evitar algunas de las sorpresas que llenan la prensa estos tiempos? ¿Cómo relacionarnos de forma sostenible con el planeta y sus habitantes? ¿Cómo cuidar de nuestro cuerpo y alimentarnos adecuadamente? ¿Cómo no caer en depresión o superar la soledad? ¿Cómo encontrar el equilibrio emocional? y ya puestos ¿Cómo ser feliz?, ahí es nada. No me cabe duda de que en la educación del futuro, estos temas clave, "los temas" diría yo, tendrán su espacio, su tiempo y sus gurús. Otro reto para la educación del futuro.
 
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