Si partimos del proverbio "cada maestrillo tiene su librillo", podemos aplicarlo de manera casi literal a la labor docente, y por supuesto también desde su sentido figurado. En la tarea de enseñar, muchas son las herramientas, estrategias y técnicas para lograr la finalidad que no es otra que los alumnos aprendan. Usaremos tantas como ideas o iniciativas tengamos y, si nos atenemos a las más conocidas, referenciadas o formalmente planteadas y divulgadas en la literatura educativa, encontramos tales como el trabajo cooperativo, enseñanza just-in-time, la clase inversa, el trabajo por proyectos, los rincones de trabajo, la pedagogía viva y activa, las rutinas de pensamiento, las rúbricas de evaluación, los grupos base, la tutoría, etc. Desde nuestro centro estamos dando un giro a nuestra metodología y el uso de herramientas educativas, innovando en nuestro quehacer docente a través del trabajo por proyectos, los grupos base, las rutinas de pensamiento, el trabajo por inteligencias múltiples, el apadrinamiento lector, el trabajo cooperativo... Buscamos aplicar estrategias y métodos que se han usado y que se han visto efectivos para motivar al alumno hacia el aprendizaje en la escuela.
Para ello, en Educación Primaria, vamos eliminando paulatinamente los libros de texto de editoriales y vamos creando nuestros propios recursos, cada año en alguna asignatura más. De este modo tenemos más flexibilidad, se les da más libertad de acción a los alumnos y eliminamos un gasto a las familias en materiales que, de un curso a otro, ya no les sirven. Y estos nuevos materiales se organizan como proyectos, maneras globales de trabajar los contenidos de un área de enseñanza con la intención de crear un producto planteando metas sucesivas.
Con el trabajo por proyectos se pretende plantear la información de manera diferente al alumnado, haciéndolo más partícipe del proceso de enseñanza-aprendizaje de manera que la significatividad del mismo aumenta y así favorece una comprensión real de lo trabajado. Se da más importancia a los procesos reflexivos y a la toma de decisiones, a la práctica y a la conexión de la información con la vida del niño. Implica una audiencia, un público o colectividad que verá el resultado del esfuerzo en su aprendizaje y al que presentará su actividad final. De este modo, son muchas las destrezas puestas en práctica que favorecen el trabajo de las inteligencias múltiples y de todas las competencias básicas educativas.
Se plantean de manera general dos proyectos por trimestre, de modo que deban englobar todos los contenidos marcados por la legislación actual sobre el currículo en Educación Primaria para cada curso y área de aprendizaje. Y no resulta fácil elaborar la programación y todo el material por proyectos para todos los niveles y todo el curso escolar abarcando al menos los mínimos marcados por Ley. Sobre todo la dificultad estriba en la organización inicial de lo que van a ser los proyectos y en el tiempo de elaboración que requieren, extra al tiempo que se dedican a las clases y resto de actividades docentes. Pero es un trabajo que vale la pena y un esfuerzo que más tarde se ve recompensado. Ahora mismo se están trabajando en los Proyectos para Naturales del curso que viene, para todos los niveles de Educación Primaria.
Los pasos que se plantean a la hora de elaborar un proyecto de trabajo en el aula son:
1º Encontrar un tema de interés para los alumnos que pueda abarcar los contenidos marcados por el currículo.
2º Elegir las metas de comprensión que queremos alcanzar en base a los objetivos del área de aprendizaje (en este caso Naturales).
3º Seleccionar un Tópico Generativo del que partir, que genere y suscite interés y curiosidad en los alumnos.
4º Elaborar las preguntas que conduzcan a las metas sucesivas planteadas para llegar al producto final.
5º Escoger el Producto Final que mostrará lo aprendido y será lo que enseñen a la colectividad.
6º Elaborar las actividades de comprensión y competencias a llevar a cabo y evaluar en su realización.
7º Seleccionar las técnicas o estrategias de Evaluación, tanto para la continua como para la final.
La siguiente labor, una vez programados los objetivos, contenidos, criterios de evaluación, estándares de aprendizaje, actividades, competencias básicas…será la de temporalizar las sesiones, asignar recursos materiales, personales y espacios de trabajo, establecer la coordinación y relación con las familias y otros docentes, y dar forma física a todo ello elaborando un dossier de trabajo del profesor y otro para el alumno.
Como decía, es una ardua labor pero muy recompensada al ver cómo los niños quieren aprender y lo logran de manera comprensiva, disfrutando y queriendo cada vez abarcar más conocimiento.
