"Si a todo alcanzara el poder de los hombres mortales, yo primero eligiera el regreso del padre querido" Homero, Odisea, XVI.
No sé si Homero alcanza a los corazones de hoy día. La figura del padre de antaño, nombrada como solución para todo, está muy controvertida.No podemos recurrir a él para responder a la pregunta que nos hacemos: ¿juntos para qué?
Pero seguro que muchos estaremos de acuerdo con la afirmación la siguiente afirmación: la tarea cooperativa de la escuela y los padres está centrada en la transmisión suficiente de vida y cultura a las nuevas generaciones. La escuela es un ágora para transmitir el humus de humanidad que permite crecer en libertad.
Y ¿cómo hacerlo?
La escuela santuario de antaño se aislaba del entorno familiar y social. Realizaba su tarea invocando la tradición, la costumbre y la ley. Pedía a sus alumnos la habilitación en la rutina y la capacitación en la obediencia. Y la vida y el recambio de las generaciones proseguían.
La escuela contemporánea, abierta al mundo próximo y, a la vez, al digital, no puede realizar su función de memoria como la escuela de antaño. Y por otro lado, los padres se preguntan de manera insistente como acompañar a sus hijos hacia el futuro sin la ayuda del pasado. Nada nuevo hasta aquí. La incerteza es un territorio conocido, desde hace algunas décadas, por unos y por otros.
Querría dar noticia de un libro de Masimo Recalcati. Se titula "El complejo de Telémaco. Padres e hijos tras el ocaso del progenitor". Se puede encontrar publicado al castellano en Anagrama.
Creo que es una novedad para los interrogantes contemporáneos de la escuela y las familias. Habla de los nuevos adolescentes y jóvenes bajo la enseñanza de Telémaco, hijo de Ulises y Penélope.
Telémaco es alguien que no pide saber del poder y de la disciplina. Es alguien que cada tarde se acerca a la orilla de la mar. Contempla la fuerza de las aguas y escruta el horizonte.
¿Qué anhela? ¿Qué invoca se pregunta Recalcati? Que vuelva Ulises, que vuelvan los adultos, y así escuchar los testimonios de sus viajes, los testimonios de sus propias vidas.
Estos relatos ayudan a saber para iniciar el camino hacia una nueva Ítaca y, así, poder partir de casa.
Con la ayuda de Telémaco podemos responder a la pregunta del principio. La escuela y los familiares, juntos, pueden testimoniar del pasado y de los ingenios para vivir. Una gran tarea de humanidad.
