El contexto socio-económico que abarca el ámbito educativo, incide directamente en funcionamiento de las AMPAS. Como representantes de las familias se enfrentan al reto de minimizar los efectos de las políticas que se están aplicando en el ámbito educativo y que inciden directamente en las familias y por lo tanto en sus hijos e hijas.
La situación económica de un importante número de familias, y la reducción en unos casos o la supresión en otros de las becas de comedor y de libros de texto, suponen retos importantes a los que se enfrentan las AMPAS que visibilizan ante la Inspección educativa y la Administración, y la sociedad las necesidades de las familias.
Una de las actuaciones impulsadas por las AMPAS ha sido la puesta en marcha de numerosos bancos de libros en los centros educativos, su finalidad es evitar la compra sistemática de libros nuevos cada inicio de curso. Para que un banco de libros funcione de forma adecuada, es fundamental llegar a acuerdos con el profesorado de sus centros para que se comprometan a no cambiarlos al menos durante 4 años. La implantación de la LOMCE en los cursos impares de Primaria pretende invalidar los libros ya adquiridos, evitando la reutilización, lo que supone un gasto para las familias de 200 millones de euros. El curso próximo se implanta la LOMCE en los curos pares de Primaria y en ESO, lo que va a suponer un nuevo desembolso para las familias y nuevas negociaciones en cada centro con el profesorado para que no obligue a las familias a adquirir libros nuevos y reutilice los ya adquiridos.
El aumento de familias sin ingresos que a su vez no se les concede beca de comedor por el endurecimiento de los requisitos recogidos en las bases de las convocatorias de la mayoría de las Comunidades Autónomas, ha supuesto una implicación de las AMPAs a la hora de detectar y atender menores con necesidades alimenticias mediante actuaciones más o menos directas como la recogida solidaria y anónima de alimentos en algunos casos y organizando desayunos, antes de la entrada en clase para todo el alumnado evitando evidenciar situaciones de necesidad, y también organizando actividades extraescolares deportivas, lúdicas o de refuerzo educativo por la tarde con merienda incluida y o en fin de semana con una comida comunitaria.
Las administraciones no atienden las necesidades específicas de las familias desahuciadas que deben cambiar de centro educativo, perdiendo la beca de comedor y que además se encuentran que los libros del centro de origen no sirven para el nuevo centro en el que deben escolarizarse por cambio de domicilio, suponiendo en muchos casos que no cuenten con libros durante todo el curso salvo que el centro cuente con un banco de libros ya que facilita la resolución de estas situaciones de necesidad.
¿Es necesaria una mayor participación de las familias en la escuela?
La participación de las familias en la escuela es necesaria, beneficiosa y obligatoria porque no hay que olvidar que se trata de un derecho reconocido.
En ocasiones la participación no es tal y no está bien definida, ya que en muchos casos se entiende por participación lo que en realidad es mera colaboración. Cuando los centros establecen unas normas y quieren que las familias las asuman, estamos hablando de colaboración ya que las familias no participan en su elaboración.
Son muchas las consultas y quejas que llegan a las AMPAS, las federaciones y a CEAPA, relacionadas con este tema. Se hacen planteamientos y se realizan actuaciones desde los centros de las que las familias nos enteramos cuando se nos notifica que hemos de asumirlas.
Es en estos casos cuando las familias se dirigen a las AMPAS y éstas a las federaciones para resolver todas las dudas que se plantean y que en ocasiones necesitan de una consulta a la normativa vigente. En esos procesos es cuando el clima comienza a enrarecerse y la visión es que las familias dejan de ser "participativas" pasando a denominarse "conflictivas".
La participación no sólo se ejerce proponiendo actividades para incluir en la Programación General Anual del Centro, o cuando se propone trabajar la mediación en el centro a través de la Comisión de Convivencia, o cuando proponemos la creación de una Comisión de Comedor por ser miembro del ¨Consejo Escolar del Centro.
La participación se ejerce siendo madre padre representante de clase, acompañando en las excursiones, organizando junto al profesorado jornadas culturales, la fiesta de fin de curso y la foto de grupo.
No hemos de olvidar la importancia de la participación del alumnado, ya que resulta muy recomendable y beneficioso que el alumnado participe en la vida del centro, proponiendo actividades. Especialmente beneficiosa resulta su implicación en la elaboración de las normas de convivencia, y del Reglamento de Régimen Interno del Centro, porque está demostrado que cuando participan en este proceso, asumen muy bien las normas que han elaborado y redunda en el clima de convivencia suponiendo una buena forma de combatir el acoso escolar.
Cuando en un centro educativo existe un caso de acoso escolar, es imposible que pase desapercibido, la implicación y la formación de toda la comunidad educativa para detectarlo y no banalizar el problema es fundamental para abordarlo de forma directa y de forma transversal tanto en el aula como en las actividades extraescolares y complementarias trabajando la empatía, los derechos humanos, valores universales como el respeto y la tolerancia.
¿Qué necesidades tienen como colectivo?
Necesitamos tener una mayor y mejor comunicación con los equipos directivos y con el profesorado de los centros educativos para ejercer de canal de comunicación, fijando objetivos comunes basados en las necesidades de toda la comunidad educativa.
Para trabajar en esta línea, es necesaria la financiación porque es fundamental la formación continua de las juntas directivas de las AMPAS, de las federaciones y la de las familias ya que somos un movimiento que se renueva constantemente. Actualmente hay federaciones que no han podido afrontar el gasto de alquiler del local donde se informa y se forma mediante cursos y talleres para AMPAS lo que ha supuesto una merma en la participación de las AMPAS y de las familias en los centros.
¿Qué inquietudes les transmiten las familias que forman parte de las asociaciones?
Las familias tenemos a nuestros hijos e hijas dentro de los centros, por lo tanto las inquietudes de las familias está basadas en las situaciones y necesidades que pueden no estar cubiertas. Estas inquietudes comienzan en los primeros días de escolarización durante el período de adaptación que supone la imposibilidad de adaptar el horario laboral con el horario de adaptación que se acuerda en el centro y que en ocasiones se prolonga durante un mes. En la primera etapa de Educación Infantil, hay niños y niñas con menos de 3 años que todavía no son totalmente autónomos, delegándose en los progenitores la responsabilidad del cambio de pañales en horario lectivo, suponiendo un grave inconveniente para compaginar el horario laboral y la posibilidad de abandonar el puesto de trabajo de forma puntual llegando a darse situaciones de desatención en los menores.
Las becas de comedor y de libros y material escolar además de la detección precoz de necesidades de aprendizaje, y su atención inmediata, así como la convivencia, las expulsiones, las relaciones sociales y la detección de situaciones de acoso escolar entre otras, son algunas de las inquietudes que nos transmiten las familias.
Uno de los temas más consultados es el horario de las tutorías para padres, ya que en muchas ocasiones se realizan en horarios inasumibles para las familias. Esta es una de las causas de que se escuche con cierta frecuencia que es necesario aumentar la comunicación de las familias con el profesorado.
Las convocatorias a las reuniones del Consejo Escolar también suponen un buen número de consultas ya que éstas suelen convocarse con poco plazo y en horarios difícilmente asumible por madres y padres. Los consejeros representantes de las familias proponen que las reuniones se convoquen en horario que facilite la asistencia del mayor número de consejeros, aunque no siempre lo consiguen lo que produce una merma en la implicación y en la participación de las familias.
Una de las consultas que más aumenta es la relacionada con el copago, más o menos explícito. Aunque no es una situación nueva, va en aumento por la actual situación de recortes por parte de la administración a los centros educativos que piden colaboración económica a las AMPAS y a las familias para asumir gastos como calefacción, mantenimiento, pintura…
El centro decide la cuantía y puede variar entre 10 y 60 euros por alumn@ y curso, esta cantidad se exige en algunos centros como uno de los documentos a aportar a la hora de realizar la matrícula habitualmente con el concepto de "cuota de material", también se pide directamente a las familias una vez iniciado el curso. Es una dinámica que se está extendiendo y que genera tensiones incluso entre algunas familias que llegan a asumir que es una cantidad pequeña y que hacen un bien al centro. El mantenimiento de los centros y todo el coste relacionado con su funcionamiento, no es competencia de las familias sino de la Administración.
Otro tema que preocupa cada vez más a las familias son los deberes. Algunos padres se preocupan porque las pocas horas que pueden compartir con sus hijos las deben destinar a hacer deberes. Las familias que no tienen capacidad, o no tienen tiempo, pagan profesores particulares o apuntan a los niños a academias generando situaciones de desigualdad, condicionando los resultados académicos a la capacidad económica de las familias, incluso dependiendo del lugar de residencia porque en el medio rural, no existe oferta de academias ni clases particulares.
Por último, quiero transmitir la importancia que supone la formación de las AMPAS, ya que hay AMPAS que no disponen de información ni conocen la legislación relacionada con el derecho de las familias. Esto supone que por desconocimiento pueden llegar a realizar actuaciones contrarias a los intereses de las familias a las que representan.
La formación de las AMPAS es fundamental porque se van renovando constantemente por diversas causas y hay que repetir la formación constantemente.
¿De qué forma pueden contribuir los centros educativos a una mayor participación real y efectiva de las familias?
Hay actuaciones que facilitan la participación y el acercamiento de las familias al centro:
- Facilitando la comunicación entre el profesorado familias y alumnado.
- Promoviendo el asociacionismo y el trabajo cooperativo entre el alumnado. Convocando tutorías grupales en el horario que garantice la mayor asistencia y que no coincidan con la entrega de las notas.
- Flexibilizando el horario de tutorías individualizadas.
- Convocando las reuniones del Consejo Escolar en horarios consensuados con los representantes de las familias.
Este 2015 empiezan las evaluaciones en 3º de primaria, ¿qué opinión les merece esta iniciativa?
CEAPA está en contra de estas evaluaciones porque no pretenden detectar las adaptaciones que debe hacer el sistema educativo para conseguir el éxito escolar de todo el alumnado. Mediante estas evaluaciones no se evalúa al sistema, se evalúa únicamente al alumnado sin tener en cuenta los recursos del centro, la formación del profesorado, o el punto de partida socioeconómico del alumnado. Estas evaluaciones tienen como finalidad la elaboración de un ranking de centros mediante la difusión pública de los resultados, generando únicamente competitividad entre los centros desentendiéndose la Administración de su obligación de garantizar la equidad del sistema educativo.
¿Qué acciones tienen previstas desde CEAPA para 2015?
CEAPA sigue exigiendo a los partidos políticos de la oposición el cumplimiento del compromiso de derogación de la LOMCE, estos partidos políticos formaron un frente común que se comprometió a la derogación de la LOMCE cuando cambiara el marco parlamentario y el actual Gobierno perdiera la mayoría absoluta. La LOMCE es una Ley que nació muerta ya que fue aprobada sin consenso alguno y cuenta con 6 recursos de inconstitucionalidad.
CEAPA no quiere volver a la LOE y está trabajando un documento propio sobre el modelo educativo que necesitan nuestros hijos e hijas, que además es el más beneficioso para la sociedad.
Seguimos minimizando los efectos de la implantación de la LOMCE mediante campañas de NO COMPRA de libros, consiguiendo que las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas aconsejen la reutilización de los libros puesto que no es necesario el cambio, por lo que pediremos a los docentes que no obliguen a las familias a comprar libros nuevos por la implantación de la LOMCE que en el próximo curso se implanta en los cursos pares de Eduación Primaria y previsiblemente en los cursos impares de ESO y Bachillerato.
Recomendamos a las familias que no den la autorización de matricular a sus hijos e hijas en FPB porque es una vía muerta que no titula en ESO a diferencia de los PCPI.
Transmitimos a la Defensora del pueblo nuestra preocupación por la pobreza infantil y el destino que se ha dado a los 17 millones de euros que se adjudicaron para la apertura de comedores escolares en verano con una respuesta muy desigual por parte de las distintas Comunidades Autónomas.
Exigimos que se abran los centros educativos y los comedores escolares durante los días no lectivos.
Exigimos una gestión óptima de los comedores escolares, que garantice la calidad de la comida que se suministra al alumnado ya que se están detectando una merma importante en este servicio.
Exigimos a la Administración que cumpla con su obligación de dotar a los centros públicos de los recursos necesarios para su funcionamiento y no pretenda que las familias contribuyamos a sufragar gastos que no nos corresponden a través de los fondos de las AMPAS, mediante cuotas de matrícula o de material escolar.
¿Se realizarán movilizaciones?
CEAPA trabaja reivindicando ante los gobernantes las necesidades de la Escuela Pública, y para evidenciar su oposición a las políticas educativas que se están aprobando y aplicando.
CEAPA para conseguir sus objetivos no descarta realizar movilizaciones. Las actuaciones que realiza CEAPA son acordadas de forma consensuada por la Junta Directiva que está compuesta por un/a representante de cada Comunidad Autónoma.