La jubilación provoca que una serie de personas, en buenas condiciones físicas y mentales, se encuentre desorientada. Muchas de estas personas se plantean una serie de dudas existenciales; al fin y al cabo, hasta un día antes de su jubilación estaban trabajando normalmente, y al día siguiente, son población inactiva.Tengo mucho que ofrecer a nivel profesional, pero ¿a quién?; ¿Tengo aficiones? ¿Cómo las desarrollo?; ¿Qué hago con todo este tiempo libre?... Esta incertidumbre evidencia la necesidad de la orientación en la Tercera edad, pero, a lo largo de los años de experiencia de Educaweb, hemos observado que hay un vacío de propuestas, proyectos y recursos dirigidos a este colectivo. En el primer monográfico de 2015 hemos preguntado a los expertos sobre los retos que plantea la orientación dirigida a personas mayores y hemos recopilado algunas de las experiencias que se están llevando a cabo.
¿Es necesaria la orientación dirigida a personas mayores?
El descenso de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida provocan un envejecimiento progresivo de la población. Según el estudio de CCOO "Observatorio Social de las Personas Mayores 2014", la población de más de 65 años representa el 18% del total de las personas residentes en España; dato que se ha incrementado un 8% respecto a hace 10 años. Además, las personas mayores tienen una esperanza de vida media de 83 años, esto significa más de 20 años fuera del mercado laboral.
Esta esperanza de vida más larga se suma a una mejor calidad de vida. Una vez finalizada la actividad laboral, queda mucho tiempo que puede disfrutarse en plenitud, pero es importante saber afrontar los cambios. La actitud con la que se encara esta etapa es fundamental para sacarle provecho, pero, ¿es suficiente?
Los expertos consultados destacan la orientación como un elemento clave para favorecer un envejecimiento satisfactorio, que cubra las necesidades psicosociales, asistenciales, competenciales e intelectuales de las personas mayores.
Vinculado con este planteamiento holístico, Marissa Puig y Gemma Rodríguez, técnicas del programa municipal para personas mayores del Ayuntamiento de Barberá del Vallés (Barcelona), consideran que la orientación en la Tercera Edad debe enmarcarse en un proyecto orientador a lo largo de toda la vida: La preparación a la jubilación no debería ser una asignatura a cursar cuando se está acercando el "temido" o "ansiado" momento, sino que tendría que empezar a plantearse desde el preciso instante en el que nacemos. Si estos contenidos estuvieran incluidos en los currículos escolares, aprenderíamos desde pequeños a pensar en la etapa posterior a la jubilación como un momento lleno de posibilidades, igual que en cualquier otro de nuestra vida.
En el mismo enfoque coinciden Joan Riart y Francesc Boixader, ganadores del 2º premio en la categoría individual de los Premios Educaweb 2013, quienes introducen el concepto de brújula interior, entendida como el potencial, las aspiraciones, el bagaje y las necesidades de cada individuo. Desde su punto de vista, dicha brújula es necesaria en todas las etapas de nuestra vida, pero resulta especialmente imprescindible ahora, cuando las rutinas, esquemas y patrones socio-laborales y demás luchas vitales de crecimiento y posicionamiento comunitarios se diluyen y los patrones propios, mucho más independientes, pueden ejecutarse con relativa frecuencia.
La orientación debe servir para trabajar en la brújula de cada interlocutor, saber escucharla, recuperar esos discursos cuya huella es más o menos intensa y, como ya apuntábamos antes, desde dentro propiciar un mundo coherente con todo ello.
Pautas para orientar a las personas mayores
Como hemos dicho anteriormente, los expertos coinciden en apuntar que existe un vacío en cuanto a recursos, proyectos y programas de orientación dirigidos a la Tercera Edad. Salvo algunas excepciones, como los programas formativos que realizan algunas instituciones públicas, las iniciativas que se desarrollan en este contexto tienen como finalidad dar respuesta a necesidades concretas y puntuales.
A partir de los artículos recopilados en el monográfico, en Educaweb creemos que un buen proyecto de orientación dirigido a personas mayores debería contar con unos aspectos concretos, comunes en otras etapas de la vida:
- Autoconocimiento. Es el primer paso para una buena orientación, independientemente de la edad del orientado/a. Después de tantos años trabajando, muchas personas no se conocen a sí mismas fuera del marco laboral. Ha llegado el momento de dejar aflorar las preferencias, los gustos, la personalidad, el talento y las motivaciones personales.
- Adaptación al cambio. Olga Bruna Rabassa, Directora de Grado en Psicología de la Facultat de Psicologia, Ciències de l'Educació i de l'Esport Blanquerna de la Universitat Ramon Llull, considera que la adaptación a la jubilación se produce en diferentes fases: adaptativa, euforia, desencanto, reorientación y estabilidad. Para superarlas satisfactoriamente, es necesario plantear una jubilación activa y productiva.
- Desarrollo de competencias. Para Joan Riart i Francesc Boixader, no debe tomarse esta etapa como una rotura generalizada, un antes y un después. (…) Las competencias aprendidas deben seguir presentes con una u otra intensidad y probablemente sin ser fuente de estrés como tal vez en época laboral se habían convertido. Entonces, profundizar y adquirir nuevos conocimientos, saber contextualizar y aplicarlos, hacerlo con actitudes positivas y distendidas buscando, tal vez, puntos de improvisación y de innovación, es un reto competencial que en esta etapa debe seguir siendo prioritario.
- Orientación hacia la formación. Las oportunidades formativas para las personas mayores son muy extensas: cursos en universidades, centros municipales, escuelas de adultos, residencias geriátricas, formación online… ¿Cómo elegir? Joaquín Solana Oliver y Carmen Ruiz Viñals, de la Universidad Abat Oliba CEU, consideran que uno de los problemas que afectan a quienes dejan su actividad profesional, es la falta de información, o la falta y pérdida de contactos, el dejar de saber a quién acudir, o bien, desde otro punto de vista, el sesgo social que induce a pensar que, con cierta edad, ya no pueden iniciarse cursos sobre materias ligadas, por ejemplo, a las nuevas tecnologías. La finalidad del profesional de la orientación es romper estos tabúes y guiar a la persona para que pueda elegir la formación adecuada.
