En una sociedad como la actual, la adaptación y la versatilidad se han convertido en características imprescindibles para hacer frente a cualquier situación, especialmente en lo que refiere al mercado laboral.La complejidad del mercado laboral tiene como pilares la inestabilidad, la alta competencia y la variabilidad de las exigencias requeridas para adentrase en él. A nivel nacional, la oferta de trabajo es muy inferior a la demanda, de ahí las cifras que componen el paro. Por otro lado, nos encontramos con una serie de políticas actuales relacionadas con el mercado de trabajo que dan ciertas facilidades a las empresas para que lleven a cabo un cierto "libre albedrio" en cuanto a despidos y establecimiento de condiciones laborales.
En cuanto a competencia se refiere, cada año salen al mercado laboral miles de jóvenes graduados que compiten con sus predecesores, además de con el sector "senior" que lleva años labrándose una reputación para conseguir un puesto determinado. Para finalizar, la gran variabilidad en cuanto a las competencias y habilidades exigidas para llegar a ser competitivo en un mercado es un elemento muy importante también a tener en cuenta.
En base a todos estos puntos, en los que la incertidumbre juega un papel más importante del que debería, no pueden dejarse "cabos sueltos" o al azar, sino que hay que tener unos objetivos claros y concisos y un plan de acción apropiado para alcanzarlos.
Partimos de la pertenencia a un mundo globalizado. Esta idea, unida a las características expuestas anteriormente acerca del mercado laboral, hace que la típica idea de antaño sobre la elección de carrera no sea ya suficiente si realmente se pretende alcanzar un futuro prometedor. Actualmente hay que saber qué grado o titulación se quiere estudiar y qué formación complementaria es necesaria para lograr resaltar entre la elevada competencia.
Tener una carrera actualmente no es un elemento diferenciador, debido principalmente al alto grado de competencia existente y a las múltiples aptitudes que son necesarias para conseguir un puesto al que aspiran cientos de candidatos. La formación complementaria y la preocupación constante por mejorar y adaptarse a los requerimientos necesarios para un determinado puesto de trabajo son algunos de los pilares que pueden ayudar a alcanzar los objetivos planteados al comenzar el camino de la trayectoria profesional.
En relación con los puntos anteriores, los idiomas son un elemento diferenciador fundamental. Sin duda siempre lo han sido. Donde hace unos años se daba importancia al francés, con el comienzo de la globalización el inglés empezó a utilizarse como lengua común. En la actualidad, la apertura de nuevos mercados ha hecho que idiomas como el chino tomen una gran importancia para poder desarrollar alianzas y relaciones empresariales con importantes empresas que tienen su origen en ese país. Por este motivo, no hay mejor manera de aprender un idioma que viajar a su país de origen y cultivarlo de forma natural, practicándolo con nativos. Esto te servirá no sólo para el aprendizaje de dicho idioma, sino para adquirir una perspectiva internacional que también será muy valorada en tu curriculum, convirtiéndose en una fabulosa ventaja competitiva.
Porque planificar tu carrera y tus estudios es, al fin y al cabo, algo imprescindible si quieres triunfar en tu sector profesional.
