Los valores de la empresa son los principios éticos sobre los que se asienta la cultura de una organización. Con ellos en realidad se define a sí misma, a sus dirigentes y a los trabajadores, clientes y/o usuarios. En el sector educativo, los valores van ligados a la misión y la visión, se relacionan con el ideario, los principios éticos, la práctica docente y administrativa y con un estilo de convivencia, organizativo y de planteamiento de trabajo.En este Monográfico sobre valores en las organizaciones hemos preguntado a los expertos cuáles son los valores más importantes para una organización del sector educativo, cómo se definen y de qué forma se pueden transferir a los diferentes departamentos o áreas.
Los valores de las organizaciones educativas
Las instituciones educativas se caracterizan por promover valores como la calidad y excelencia educativa, el respeto, la vocación de servicio, la coherencia, la solidaridad, la autonomía, la capacidad de esfuerzo… cada organización educativa debe encontrar los valores que se ajustan a su misión y visión. Los centros educativos, generalmente, siguen la línea de garantizar la formación integral de la persona, la igualdad de oportunidades y contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y jóvenes.
Además, las particularidades propias de cada centro educativo (privado o público, ubicado en una ciudad o en un pueblo, número de alumnado, etc.) hacen necesaria una definición concreta de estos valores. Precisamente, el contexto es fundamental para Carlos Moreno, Profesor Titular de la Facultad de Psicología de la Universitat Ramon Llull, quien considera que es imprescindible situar bien el entorno o contexto -como se prefiera- desde dónde se lleva a cabo la labor educativa. Los valores, sí son texto pero, sobre todo, son contexto.
¿Cómo y cuándo definimos los valores? Los expertos coinciden en afirmar que los valores de una organización educativa deben ser definidos por los órganos de gobierno, estar incluidos en el plan estratégico y plasmados en el proyecto de centro, junto al ideario, misión y visión. Y no solo en el sector educativo, Carlos Díez de la Lastra, Director General de Les Roches Marbella, considera que la apuesta por los valores se erige en un pilar estratégico de primer nivel para aquellas organizaciones que deseen liderar sus diferentes segmentos de actividad. Su diseño, puesta en marcha y seguimiento contribuye a conformar el ADN de cualquier clase de empresa o institución, insertándola de manera favorable en la sociedad dentro de la que desarrolla su actuación.
¿Hay unos valores imprescindibles? Como hemos dicho, aunque existan valores comunes, cada centro u organización educativa debe encontrar sus propios valores. Para Luis Esteban, Profesor del Colegio La Salle-Nuestra Señora de las Maravillas de Madrid, tres son los valores esenciales que considero que deben regir una organización educativa y que, en buena medida, aglutinan un conjunto de otros principios éticos: el sentido de pertenencia, la mejora continua y la coherencia. Edita Olaizola, Socia Directora Ecosistema Interno de People Plus! Profit considera que la responsabilidad y la cultura del esfuerzo son imprescindibles, tanto en las etapas educativas como en un entorno laboral, ya que las personas inmersas en un clima laboral en el que se prima y reconoce el esfuerzo son más felices, hacen más felices a los demás y además son más productivas, fomentando un círculo virtuoso que nos conviene a todos como sociedad.
¿Cómo lograr que los trabajadores, usuarios y/o clientes se identifiquen con los valores?
Una de las preocupaciones de las organizaciones educativas es favorecer que los trabajadores, usuarios y clientes se identifiquen con los valores. ¿Cómo se logra?
- Definir los valores: Como hemos dicho antes, resulta fundamental incluir los valores en el plan estratégico de la organización educativa. Begoña Jiménez, profesora de SEAS, Estudios Superiores Abiertos, considera que cada comunidad educativa organiza bajo la impronta inspiradora de su carácter fundacional las relaciones de poder, el compromiso de las partes, incluso el estilo de funcionamiento, además de apostar por otros valores empresariales que, junto con la ética, se han trasmitir a todos los miembros de la organización, como pueden ser la apuesta por la innovación, el humanismo, el compromiso y la solidaridad entre otros.
- Escoger bien y alienar los valores con el equipo: con este punto se logra una implicación mayor por parte de los trabajadores. Anna Oró, jefa de voluntariado del Casal dels Infants per a l'acció social als barris de Barcelona, afirma que la compatibilidad de los valores individuales con los valores organizativos nos garantiza la fidelización y el compromiso: la militancia. Nos garantiza una forma de hacer y de ser colectiva, que debe estar viva, en constante debate y revisión.
- Explicitarlos: En una organización educativa la comunicación es muy importante. Las familias, los estudiantes, los clientes, los proveedores, los usuarios, etc. deben ser conscientes de los valores, la misión y la visión. Para Luis Esteban, desde el punto de vista del centro, la necesaria modernización de la educación, el incremento de la oferta de centros educativos, la mejor información de padres y alumnos a la hora de elegir una u otra institución y la incorporación de estas organizaciones a los procesos de calidad han hecho que la explicitación de los valores que rigen una organización educativa sean esenciales para su éxito en un modelo educativo moderno, de calidad y competitivo.
- Predicar con el ejemplo: Javier Zardoya, Director General de IDE-CESEM, se muestra rotundo en este aspecto: IDE-CESEM: En el aspecto comercial, ser coherente con los valores de la empresa es clave para fidelizar clientes. Si el cliente siente esa alineación entre lo prometido y lo que finalmente recibe, muy probablemente repetirá o recomendará. Para Rosa Coscolla, de la Fundació Pere Tarrés, en los centros educativos, la educación en valores es un punto central, ya que desde este espacio se promueve el compromiso con la cultura democrática, la igualdad ante la diferencia, la capacidad crítica, la autonomía e iniciativa personal, la no violencia, etc. Pero para poder transmitir todo esto a los niños y niñas de nuestros centros, el equipo educativo, y también todo el personal, ha de ser referente y modelo positivo, por tanto imbuirse de estos mismos valores.
