Desde hace un par de décadas se ha convertido en algo común que las empresas se definan a través de su Misión, Visión y Valores. Los Valores que una empresa señala como propios le sirven para determinar su cultura empresarial, su comportamiento. Sin embargo, visto el comportamiento real de empresas que apelaban a la Honestidad, al Compromiso con las Personas o a la Transparencia, el papel de los valores en la empresa ha quedado con frecuencia en entredicho.En IDE-CESEM estamos convencidos de que la ética es condición imprescindible para la excelencia y entendemos que guiarnos según unos valores es necesario y beneficioso en todos los ámbitos de la empresa.
En el aspecto comercial, ser coherente con los valores de la empresa es clave para fidelizar clientes. Si el cliente siente esa alineación entre lo prometido y lo que finalmente recibe, muy probablemente repetirá o recomendará. Sobra decir que, en una época en la que cualquier desembolso económico supone un esfuerzo, las referencias positivas son oro para cualquier empresa.
Algo parecido ocurre en el campo de los Recursos Humanos, aunque aquí se trata de fidelizar empleados en lugar de clientes. Un empleado que comprueba que la empresa cumple sus compromisos es más feliz y, por tanto, más productivo. Un buen ejemplo son las políticas de conciliación familiar que, según todos los estudios, no sólo hacen bajar la productividad, sino que la aumentan.
Incluso en el campo de las finanzas los valores son determinantes. Honestidad, Visión de Futuro, Equilibrio o Transparencia no figuran en los en las cuentas de resultados, pero los profesionales de las finanzas saben bien que si aquellos se descuidan, éstas se resienten.
En el caso concreto del Instituto de Directivos de Empresa creemos que el valor central debe ser la Innovación. Una escuela de negocio debe funcionar como un foro, una incubadora de ideas en la que combinan los conocimientos y experiencia de todos los implicados para llegar a las soluciones que los profesionales necesitan en su día a día. Las ideas novedosas se testan a través de nuestra metodología basada en los casos prácticos, lo que permite observar los resultados que producen y aplicar las más exitosas en las empresas reales.
Como consecuencia de lo anterior surge otro valor indispensable: la búsqueda de la Excelencia en el Profesorado. En IDE-CESEM contamos con un claustro de docentes de amplia experiencia profesional en sus campos, que se someten constantemente a la valoración de los alumnos con la exigencia de obtener al menos un notable para garantizar su continuidad. Creemos que nuestros alumnos, que al mismo tiempo son profesionales en busca de soluciones en un tiempo de incertidumbre, constituyen el más exigente de los jurados posibles.
A lo largo de estos últimos años ha quedado claro que el "todo vale" no es un camino válido. Es el momento de reivindicar una férrea ética empresarial y de establecer reglas y principios de actuación alineados con los valores de cabecera de nuestra organización, no solo como exigencia moral, sino como vía para hacernos más eficientes, creíbles, atractivos y competitivos.
