Las razones por las que un profesional de estas características está en fase de búsqueda de empleo pueden ser múltiples. Lo que es muy probable es que este profesional deba mejorar y completar sus competencias para convertirse en un candidato atractivo para las organizaciones.
El primer reto de las organizaciones (ante las nuevas estrategias de las líneas de negocio que se abren en este nuevo entorno socioeconómico) es reconvertir, digitalizar e internacionalizar al talento interno, así como dotarles de herramientas y formación para que superen estas nuevas necesidades.
Las empresas no deben olvidar que tienen entre sus filas a personas que han crecido y se han desarrollado dentro de sus marcas, que las aprecian, han sido sus embajadores, tienen un expertise dentro de la compañía que no se debe perder y una experiencia que, compartida con las nuevas incorporaciones a modo de mentoring y acompañamiento, no tiene precio para consolidar estos momentos de cambio y transformación.
De la misma forma, prescindir de la incorporación de Séniors es un error aún mayor. Es renunciar a experiencias previas que son imprescindibles, por no decir lo que aportan a nivel de trabajo en equipo y cohesión interna.
Por otro lado decir también que las personas deben reinventarse, que esto no es sólo una responsabilidad por parte de las organizaciones ni mucho menos. No hay edades para desaprender y aprender de nuevo y hoy en día un profesional debe apostar por su propio auto-aprendizaje para no ser juzgado por la edad o falta de conocimientos. En IMF Business School formamos a multitud de profesionales en esta situación, con edades comprendidas entre los 35 y 50 años. Personas que están en constante adaptación al cambio y lo hacen a través de la formación continuada a lo largo de la vida.
Hoy más que nunca hay que velar y apostar por la adquisición de nuevas competencias y habilidades a través de la formación. No dejemos que nos descarten, luchemos por nuestra empleabilidad de futuro. Si lo hacemos así, en muchas empresas, y lo digo desde el convencimiento más absoluto porque así lo vivo desde mi posición en IMF Business School, la edad no importará ni será un freno para nadie
¿Cómo pueden aumentar los adultos las opciones de encontrar empleo?
De muchas formas, se me ocurren las siguientes:
- Detectando su foco, es decir, identificando en qué son realmente buenos, en qué se diferencian y desarrollar esas fortalezas. A veces nos olvidamos de ello y no tener ese foco claro nos hace caminar por lugares que no nos llevan a aumentar nuestra empleabilidad y que nos hacen perder un tiempo muy importante.
- Aprender y avanzar. Elegir cuidadosamente aquellos estudios que complementen su ya amplio bagaje profesional. Desde IMF Business School, apoyamos y orientamos a nuestro alumnado en el proceso de selección de los programas de máster más afines a sus características personales y su carrera profesional, demostrando que son el ejemplo de que nunca es tarde para reciclarse y crecer.
- Identificar muy bien el segmento de empresas y puestos a los que envían una candidatura. Esto les dará una perspectiva de la realidad a la que se enfrentan y les permitirá ajustar su CV, carta de presentación, recomendaciones, etc. a las necesidades concretas del puesto al que se quiere optar.
- Elaborar un dossier con las acreditaciones de la formación y experiencia laboral acumulada hasta este momento: titulaciones, diplomas, certificados de empresas, cartas de recomendación... Estos documentos aportan credibilidad y marcan la diferencia con los perfiles Junior.
- Tener la actitud y aptitud necesarias frente al proceso de búsqueda de empleo. Ser una persona activa y disciplinada que emplea la totalidad de su jornada en trabajar para alcanzar su objetivo: un nuevo empleo.
- Avanzar en el uso de las nuevas tecnologías y no perder de vista que han venido para quedarse. Son un tren que ha partido hasta el infinito y no ocupar uno de esos vagones es descarte de futuro.